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Colombia va altamente dividida a las urnas

Expectativa. Millones de ciudadanos acuden hoy a los centros de votación para elegir al próximo presidente del país. De los seis candidatos, solo tres tienen posibilidades reales, pero el favorito es Gustavo Petro, líder de una coalición de agrupaciones de izquierda. Es posible que haya una segunda vuelta.

Posible escenario. De acuerdo a una última encuesta, Gustavo Petro y Federico ‘Fico’ Gutiérrez se disputarían la opción política en un balotaje. Foto: difusión
Posible escenario. De acuerdo a una última encuesta, Gustavo Petro y Federico ‘Fico’ Gutiérrez se disputarían la opción política en un balotaje. Foto: difusión

Agencias. EFE

Este domingo se realizarán las elecciones presidenciales en Colombia, en uno de los ambientes más polarizados que se recuerdan. Son seis candidatos que buscan suceder al actual mandatario, Iván Duque, aunque lo más probable es que haya una segunda vuelta, de acuerdo a los últimos sondeos.

Más de 39 millones de colombianos (20.111.908 mujeres y 18.890.331 hombres, según la Registraduría) están habilitados para sufragar, en un país que exige cambios y que acude a las urnas, tras una campaña embarrada por denuncias de espionaje, supuesto fraude y atentados.

Los postulantes son Gustavo Petro (Pacto Histórico), Federico “Fico” Gutiérrez (Equipo por Colombia), Rodolfo Hernández (Liga de Gobernantes Anticorrupción), Sergio Fajardo (Coalición Centro Esperanza), John Milton Rodríguez (Colombia Justa Libres) y Enrique Gómez Martínez (Movimiento de Salvación Nacional). Hace una semana, Ingrid Betancourt, la única mujer en carrera presidencial, retiró su candidatura.

Para ser elegido presidente, la ley establece que se necesita obtener la mitad más uno del total de votos válidos.

La hora de la izquierda

La investigación de David Racero reportó que en 200 años de historia, los colombianos habían sido gobernados por tan solo 40 familias. En tanto, la historia de esta nación sudamericana indica que todos sus mandatarios han estado alineados a la derecha.

En este contexto, Gustavo Petro, el candidato de izquierda y exguerrillero, busca ser presidente de Colombia.

Petro, de 62 años, capitanea todas las encuestas y sondeos. A pesar de que el apoyo hacia su candidatura, en los últimos reportes, disminuyó algunos puntos porcentuales en las preferencias del electorado colombiano, aún mantiene el liderazgo con 35,8 % de apoyo.

Sus principales propuestas están vinculadas a generar un cambio radical en el modelo económico que promueva la producción agropecuaria, el planteamiento de medidas para proteger los ecosistemas y los recursos naturales, incrementar políticas de igualdad de género y una reforma tributaria.

Por la vía derecha y segundo en intención de voto, con 20,8%, se encuentra Federico ‘Fico’ Gutiérrez. Los principales puntos de su programa de gobierno se basan en la lucha contra la corrupción, fortalecimiento de la seguridad y la justicia, cambios en la política exterior y en programas sociales para reducir la pobreza.

Petro y ‘Fico’ son los favoritos para pasar a segunda vuelta, aunque sostiene que el populista Rodolfo Hernández puede dar la sorpresa.

Más de 300.000 agentes, entre militares y policías, vigilarán el país, buscando garantizar la seguridad en unos comicios trascendentales y que pueden ser históricos.

(*) Compilación, Erick Gamarra.

¿El fin de los tiempos?

Enfoque: por Ramiro Escobar, internacionalista

Colombia decide hoy si, muchos años después, da un giro casi radical a su forma de entender y hacer la política. Si, finalmente, se arriesga a cambiar las coordenadas de la política, para que los presidentes no sean los de siempre. Y los grandes, profundos, problemas también los mismos.

La casi inminente llegada del izquierdista Gustavo Petro a la segunda vuelta (muy difícil que gane en la primera) abre esa posibilidad, en medio de tumultos y violencia, pero al parecer de manera inevitable. El balotaje no será, en modo alguno, un paseo por los parques de Bogotá.

No porque Petro tenga una propuesta política sólida, infalible (algunas de sus ideas suenan inviables), sino porque su presencia en la disputa con aire de ganador rompe casi definitivamente un esquema casi congelado. Ese donde liberales y conservadores se peleaban hasta el infinito.

Ya desde hace unos 15 años se veía el declive de estas tropas. Pero siempre el recambio era alguien que había pasado por sus filas (Uribe, Santos, Duque…) Ahora, quien va adelante es un exguerrillero, un antisistema, alguien que podía ser imaginado de alcalde pero no de presidente.

Se enfrentará a Federico Gutiérrez, una carta providencial de las derechas, o a Rodolfo Hernández, una sorpresa de última hora de curioso aire adulto mayor digital.

Como ha escrito William Ospina, en Colombia “la democracia siempre fue una fachada”. Que, por ejemplo, no supo procesar la marea de protestas de los últimos dos años. Al entrar en el túnel final electoral, se verá si, finalmente, puede tener algo más de contenido social.

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