La sorprendente frontera entre Estados Unidos y Rusia: 3 km de distancia y 21 horas de diferencia de horario
Si desearas visitar esta frontera, la única manera de hacerlo sería en helicóptero desde la ciudad Nome, en la costa occidental de Alaska.
A tan solo 3.7 kilómetros de distancia y separados por una compleja línea de cambio de fecha internacional, Estados Unidos y Rusia comparten una de las fronteras más insólitas y curiosas del mundo. En el estrecho de Bering, se encuentran dos islas, dentro de esta frontera, que representan una de las más raras situaciones geográficas que combinan proximidad física con una notable disparidad temporal.
Lo más fascinante de esta frontera no es solo su escasa distancia, sino la enorme diferencia horaria entre las dos naciones. Mientras que los habitantes de la isla rusa viven en una zona horaria que les coloca 21 horas por delante de los estadounidenses, el cruce de esta frontera no solo es imposible por razones legales y políticas, sino que también está marcado por un cambio radical de fecha y hora. ¿Cómo es posible que dos territorios tan cercanos se encuentren tan disociados en el tiempo? A continuación, te lo contamos en detalle.
¿Cómo es la frontera que separa a Estados Unidos y Rusia?
La frontera entre Estados Unidos y Rusia está conformada por el estrecho de Bering, una franja de agua que conecta el océano Ártico con el océano Pacífico. A pesar de que ambas naciones están separadas por miles de kilómetros de territorio y océano, hay un lugar donde la proximidad física es asombrosa.
En las Islas Diómedes, dos pequeñas islas ubicadas en el estrecho de Bering, se marca la división entre los dos países. La isla Diomedes Mayor pertenece a Rusia, mientras que la isla Diomedes Menor está bajo la soberanía de Estados Unidos. Con solo 3.7 kilómetros de separación entre ambas islas, es difícil imaginar que este pequeño trecho de agua signifique tanto en términos de geografía, política y sobre todo, de tiempo.
Este punto de contacto es considerado la frontera más cercana entre dos potencias mundiales, una que ha influido en el curso de la historia y otra que ha sido clave en el conflicto global del siglo XX. La cercanía física es tan grande que, si las condiciones lo permitieran, sería posible caminar de una isla a otra en cuestión de minutos, pero la distancia en el tiempo es otra historia completamente diferente.
Ubicación de las Islas Diómedes en el centro de Rusia y Estados Unidos. Foto: A24
¿Quién cuida la frontera entre Rusia y Estados Unidos?
El control de la frontera entre Estados Unidos y Rusia en el estrecho de Bering es complicado debido a las tensiones políticas y la falta de un acuerdo formal para su regulación. Aunque ambas naciones no tienen fuerzas militares en las islas, la región es patrullada ocasionalmente por guardacostas rusos y estadounidenses. Sin embargo, la delimitación de la frontera no se realiza mediante patrullas frecuentes, ya que, debido a la falta de población en la zona, las fuerzas armadas no tienen un despliegue activo en la región.
A nivel internacional, la soberanía de las Islas Diómedes se encuentra claramente definida: la isla Diomedes Mayor pertenece a Rusia y la isla Diomedes Menor a Estados Unidos. Sin embargo, el cruce de esta frontera está regulado por normativas estrictas debido a las tensiones políticas entre ambos países, lo que hace que cualquier tipo de tránsito entre estas dos islas sea ilegal y extremadamente difícil.
Hay una pequeña población esquimal que vive en las Islas Diómedes. Foto: National Geographic
¿Se puede visitar las islas Diómedes?
Visitar las Islas Diómedes no es una tarea sencilla. Debido a las estrictas regulaciones de entrada, las restricciones de acceso por parte de ambos países y las duras condiciones climáticas del Ártico, viajar a este punto de frontera es prácticamente imposible para los turistas. Además, las tensiones políticas y la ubicación remota de las islas hacen que las visitas no sean una opción realista para la mayoría de las personas.
Sin embargo, los viajes por la región del estrecho de Bering y a zonas cercanas pueden ser realizados por exploradores y científicos, quienes estudian los ecosistemas locales y la fauna, como las especies de focas y ballenas que habitan en las aguas del estrecho. No obstante, un viaje directo a las Islas Diómedes o un cruce entre las islas permanece fuera del alcance del público en general.