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Adrián Bello triunfa lejos de su relación con Bruno Ascenzo: “No quiero ser el novio de nadie"

El cantautor peruano que pisa el escenario hace 6 años acumula letras sobre el descubrimiento personal y casi 22.000 suscriptores en YouTube.

Adrián Bello, el cantautor peruano de "Volver atrás". Foto: Kristel Uceda / archivo de Adrián Bello
Adrián Bello, el cantautor peruano de "Volver atrás". Foto: Kristel Uceda / archivo de Adrián Bello

“Estoy explorando un lado de celebración con mi propia vida”, asegura Adrián Bello, un capricornio que, como leal creyente de los ciclos, debe terminar lo que empieza. Y empezó, a los 11 años, a nutrir su repertorio musical. ¿El tema? “Mil kilómetros”. “¡Qué gracioso! Era de amor y no había vivido, con las justas amaba a mi perro”. Sin embargo, su alter ego artista se acomodó en una sala de espera y le cedió el turno preferencial a la faceta de estudiante de Comunicaciones en la UPC. Fue, entonces, fotógrafo y marketero hasta los 26; ahora tiene 32 años y es un cantautor que ha compartido protagonismo con Ximena Sariñana, Jósean Log y Esteman. 

—¿Eres el Adrian Bello del videoclip “Un poco menos idiota”, el chico-luz que entrega flores al mundo?

—Creo que es una gran parte de mí, creo que tengo dentro esa esperanza de que el mundo es un lugar bonito y creo firmemente que mi propósito con mi música es esparcir reflexión, amor y crecimiento personal (…). Todos tenemos días en los que nos sentimos con pocas ganas de darle amor al mundo; hay días en los que sí.

El equilibrio, confiesa, lo ha encontrado en terapia —“Es importante cuidar nuestra salud mental y, al menos para mí, ha sido bien valioso tener ese apoyo”—. Él habla sosegado pero convincente, como si cantara “Vas a llorar”: “No sé querer, nunca aprendí. / Creo que lo mejor es detenerse aquí”. Lo que sí aprendió fue a defender su carrera sobre el escenario, cuando arrancó con su álbum “Apprentice”: “Me permitió empezar desde un lugar muy mío, porque me daba miedo”. 

—¿Cuál fue tu primer inconveniente cuando decidiste ser músico?

—La piedra más importante al comienzo fue saber qué tipo de música quería hacer. Hay mucha contaminación externa: cuando decides estas cosas, ves, te comparas, estás en redes sociales y ves los proyectos, cuáles tienen éxito, cuáles no… Mucha información que te puede distraer (…). Fue bien importante para mí contar, por ejemplo, con David Chang (productor), que me orientaba: “Haz lo que tú, en este momento, sientes que quieres hacer”. Y por eso terminé haciendo un disco de soul en inglés. Ahora, viendo hacia atrás, era algo que yo tenía que hacer para entrar a la música cuidando esa pureza de alguien que empieza algo nuevo y que no se ha contaminado todavía con la industria.

 Adrián Bello en su faceta como cantante. Foto: Instagram/Adrián Bello

Adrián Bello en su faceta como cantante. Foto: Instagram/Adrián Bello

—¿Qué tan difícil resulta tejer tu camino y, a la vez, apartar la idea de que eres novio de un personaje público, Bruno Ascenzo?

—Somos dos personas a las que no les encanta lo mediático de vivir en pareja. A veces ya nos gana el momento de que es el santo de uno y le queremos decir algo bonito, pero sí intentamos vivir nuestra relación para nosotros. Yo, honestamente, recién siento que aún estoy empezando: no hago música supermediática ni soy necesariamente una persona muy mediática. Él sí, mucho más y desde chico. Entonces, con él aprendí a cuidar estos espacios de intimidad que no tienen por qué ser expuestos.

También era bien importante para mí que no se me conozca como nada más que lo que soy: yo no quiero ser el novio de nadie, quiero que me reconozcan como lo que soy. Yo lo tuve muy claro desde el comienzo. Él siempre ha estado apoyándome y es uno de mis fans acérrimos, pero muchas veces tras bambalinas porque nos gusta, como te digo, mantener esa intimidad.

—¿Y te ha tocado poner en su sitio a alguien que ha sugerido que mueves tu carrera porque eres novio de?

—No me ha llegado ese hate directamente. Pero, siéndote sincero, no me movería mucho porque llevo seis años remando esto (…). Yo estoy donde estoy por el equipo que tengo, por mí, por tomarme esto en serio y por hacer lo que me gusta. Yo tengo una carrera independiente. Aún siento que estoy empezando, de alguna manera, descubriendo mi identidad musical, y siento que me queda mucho por delante; pero también me gusta avanzar pausado.

En medio de su caminata al compás del soul-pop, Adrián Bello se ha reencontrado con su estrategia de comunicador y ha abrazado un emprendimiento que vincula las emociones con las avenidas más populosas de Lima. “¿Quién diría? Pero, bueno, la música siempre será mi mayor amor”. 

—¿Y sobre qué va ese proyecto? 

—Es una plataforma web que aún no hemos lanzado, pero ya en aproximadamente un mes lo haremos. Cualquier persona puede alquilar un espacio publicitario en una pantalla digital DOOH, o sea, de la calle. Siento que las pantallas y los grandes avisos los vemos como inalcanzables; las personas de a pie creemos que solo Coca-Cola puede estar ahí.

Cuando sacaba una canción, decía: “Me encantaría poder, simplemente, entrar a una página y que sea como Rappi. Pagar y estar en la Javier Prado al menos un día, el día de mi lanzamiento”. Así que estamos a punto de lanzar tupantalla.com. Y sí, es como democratizar un poco las pantallas digitales de la calle y acercarlas a la gente. También hay una opción de saludar a las personas: “¡Feliz cumpleaños!”, “¡Feliz día, mamá!”, “¿Te quieres casar conmigo?”.

Elegir es su eje. Adrián apuesta por la libertad y descarta cualquier indicio de estorbo. Lo hizo una vez con Claro, cuando fue practicante y le solicitaron asistir con terno. Él, un muchacho que emplea los colores como lenguaje, arrancó las cadenas —quizá las corbatas— y se fue a una agencia de publicidad. No obstante, el arte le exigió al fin consumar la cita: un tú a tú que ahora lo ha llevado a entonar con Nuria Saba, otra estrella peruana, “Algún día quizás”. “¿Por qué no dejas la puerta entreabierta? Te acercas de a pocos. Que esto se encienda”, escucha la audiencia. 

—¿Qué es lo mejor que has experimentado sobre el escenario? 

—Definitivamente que las personas canten con tanta fuerza mis canciones, no escucharme yo en el escenario. ¡Eso me parece un sueño! (…) Es como una validación de tu vivencia, de tu experiencia como humano, y que alguien cante tus canciones te hace sentir menos solo, te hace sentir que eres parte de algo más grande. Y eso, al menos a mí, me conmueve. 

 Adrián Bello es un destacado artista nacional. Foto: Instagram/Adrián Bello

Adrián Bello es un destacado artista nacional. Foto: Instagram/Adrián Bello

—¿Y lo peor?

—(Risas) Haber tomado un poquito de más en el escenario y haberme olvidado como cinco letras. No me gusta perder el control, me gusta saber que todo está funcionando y, cuando tengo un concierto, supervisar todo el arte, el styling, la propuesta musical. Es un poco vergonzoso… Así que estoy midiendo: un ‘shotcito’ previo, todo bien; pero ya dos o tres no, no, no, no, no. 

Correctora web y columnista del espacio Glosario azul en La República. Periodista piurana (Udep) con experiencia en el género argumentativo y narrativo, y en la docencia de la gramática española.