Economía

Petróleo: ¿qué hay detrás del repunte del precio del crudo en el mundo?

Antes de la irrupción del coronavirus, el petróleo se ubicaba en US$ 40 el barril.

De acuerdo con datos de la empresa de servicios petroleros Baker Hughes, la semana pasada había en Estados Unidos unos 533 taladros operativos. Foto: AFP
De acuerdo con datos de la empresa de servicios petroleros Baker Hughes, la semana pasada había en Estados Unidos unos 533 taladros operativos. Foto: AFP

Durante la última semana, los precios del petróleo superaron el umbral de los US$ 80. Confirmando así una tendencia al alza que viene registrándose desde hace meses.

La pandemia de la COVID-19 causó que los costos del crudo bajen en todo el 2020 y buena parte de este año.

Hace apenas un año, el WTI costaba apenas US$ 40 por lo que llenar el tanque de combustible no era un asunto de preocupación. Meses después, el impacto de la reactivación económica ha golpeado fuerte a los miles de automovilistas.

¿Qué hay detrás de esta insostenible alza?

La respuesta a esta pregunta, según los expertos consultados por la BBC Mundo, incluye no solamente factores tradicionales -como la actuación de los países de la OPEP o coyunturales-, sino también toda una nueva estrategia de las empresas productoras de petróleo, en Estados Unidos.

Actualmente, el cartel y sus aliados, liderados por Rusia, mantienen un acuerdo para ir incrementando la oferta de forma progresiva, al agregar cada mes unos 400.000 barriles diarios adicionales.

Mark Finley, investigador especializado en energía y petróleo del Centro de Estudios de Energía del Instituto Baker de la Universidad de Rice, explicó que la recuperación del colapso del 2020 ha influido tanto en la demanda como en la oferta de petróleo.

“Ese es el principal factor. Por el lado de la demanda, estamos viendo una reactivación de la economía y de la movilidad tras el impacto de la COVID-19. Luego de haber vivido el año pasado la mayor caída registrada en la demanda de petróleo, este año probablemente registraremos el mayor incremento que hayamos visto”, señala.

“Por el lado de la oferta, hay una combinación de los recortes deliberados de producción acordados por la OPEP y otros productores no OPEP como Rusia. (Hay) una caída de la producción en Estados Unidos y en otros lugares debido a los bajos precios que registró el barril el año pasado”, agregó

Otro elemento novedoso que ha contribuido al aumento del precio del oro negro, es la contención que han mostrado los productores de petróleo en Estados Unidos.

Se trata de una estrategia inusual, en la que solían lanzarse a aumentar la producción cada vez que los precios del crudo eran favorables.

“Una de las historias sorprendentes de este año, en el mercado petrolero, ha sido que los productores en Estados Unidos han sido muy disciplinados y no han respondido al aumento de precios con un incremento drástico de la extracción de crudo”, señala Finley.

“Ha habido un aumento, pero no está ni remotamente cerca de donde se ubicaba antes de la pandemia cuando, por cierto, los precios eran menores que los que hay ahora. Eso ha sido un gran cambio”, agrega.

De acuerdo con datos de la empresa de servicios petroleros Baker Hughes, la semana pasada, había en Estados Unidos unos 533 taladros operativos, lo que representa un incremento de 233 en relación con hace un año. Sin embargo, esta cifra es menor a los 1.580 que estaban activos la última vez que el crudo alcanzó estos precios, en octubre de 2014.

En la actualidad, en torno a 65% de la producción de Estados Unidos es petróleo de esquisto, de acuerdo con cifras de la Administración de Energía de dicho país.

Los problemas en la cadena de suministros y el aumento de los precios de las materias primas también son otras de las razones, las cuales están derivando en una relativa escasez de cierto tipo de productos que está alimentando presiones inflacionarias, a lo que ahora se suma el incremento del precio del crudo.

“El aumento en el precio del petróleo contribuye a una subida en la inflación, ya que el petróleo es una materia prima para muchos productos, principalmente, para la gasolina y el diésel, que es un combustible para transporte, pero que también se usa, en muchos casos, para generación de electricidad”, señala José Valera, abogado y experto petrolero del bufete Mayor Brown de Houston (Texas).

Con información de BBC Mundo.