Fabiola Muñoz: “Es momento de discutir los problemas ambientales”
Muñoz ha sido directora del Serfor y fue ministra del Ambiente en el gobierno de Martín Vizcarra.
Una tarde de domingo, hace dos semanas, Fabiola Muñoz estaba en San Bartolo, en casa de unas amigas, cuando se enteró de que había ocurrido un derrame en el mar de Ventanilla. De inmediato buscó información en su red de contactos del sector para saber exactamente qué había pasado.
Con el pasar de las horas, y de los días, fue conociendo la real magnitud del incidente. Al ver las imágenes de las playas negras de petróleo, de los animales agonizantes, ella, que ha sido jefa del Serfor y ministra del Ambiente dos veces, pensó: “Esto es una desgracia”.
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De todas las cosas que hemos ido conociendo desde que ocurrió el derrame hasta ahora, ¿qué es lo que más le ha sorprendido?
Lo que más me indigna es que la empresa no ha dimensionado el tipo de accidente que han tenido. No ha dimensionado el impacto... Esto es como jugar con fuego, tú no puedes tomarlo a la ligera, “no, se me cayó un poquito”. No, tienes que saber exactamente cuánto has perdido, exactamente dónde está. Que una empresa de ese tamaño, transnacional, no sea capaz de buscar hasta debajo de las piedras dónde está el petróleo lo más rápidamente y saber cuánto exactamente se le derramó, eso es lo que más me ha indignado.
¿Siente que Repsol trató de encubrir la magnitud del desastre?
Sí, sí, porque no lo reportaron con las luces que tendrían que haberlo hecho. Si hubieran hecho un escándalo diciendo “esto es un tema crítico, por favor, autoridades, ayúdennos”... Claro no lo quieren hacer por un tema de imagen, pero si lo hubieran hecho probablemente se habría podido contener mejor el derrame.
Ahora se ha conocido la versión del capitán del buque, que acusa a la empresa de una serie de fallos y negligencias...
Lo que estamos viendo es que van apareciendo una serie de elementos que van configurando un rompecabezas en el que el discurso de la empresa no encaja. Por lo tanto, su versión se va desacreditando. La empresa debería salir todos los días, primero, a contarnos qué fue lo que pasó, ya pasaron más de diez días y ellos han hecho su investigación interna, ok, entonces, ¿cuál es su conclusión? “Señores, miren, esto es lo que sucedió, pasó por esta razón, nos demoramos tanto tiempo en cerrar...”, todos los detalles, y todos los días salir en conferencia de prensa a contarle a la ciudadanía qué es lo que están haciendo.
¿Qué le parece la respuesta del Gobierno ante esta emergencia?
Completamente ineficiente. Lo que un ciudadano espera de su autoridad en tiempo de crisis es que esté preparado para atender la crisis. Entonces, lo primero que tienes que hacer no es solamente constituir un comité de crisis, sino que ese comité se reúna, identifique la situación y defina cuáles son las acciones que se tienen que hacer. Creo que el Estado también se equivocó en su cálculo de la dimensión del impacto del derrame.
¿Se nota la inexperiencia del ministro del Ambiente en el sector?
Creo que se nota la inexperiencia de muchos, no solo del ministro del Ambiente. Anoche escuchaba a los pescadores quejándose de los problemas que tienen. Produce es el sector que tiene que velar por los intereses de los pescadores y hasta ahora no he escuchado la voz del ministro sobre este tema. Yo esperaría, por ejemplo, que se puedan sentar con los gremios, identificar cuántos son, en qué zonas pescaban, quiénes podrían seguir pescando y quiénes no. Si tengo, digamos, mil pescadores y tengo capacidad para recolocar a 500 en otras zonas, significa que 500 no van a poder salir. Ok, hagamos un plan, dimensionemos cuánto ganan por día y vamos a entregarles eso para que puedan atender a sus familias.
¿Y qué debería estar haciendo el ministro del Ambiente?
La respuesta al tema de la fauna silvestre no está siendo suficientemente eficaz. Los equipos técnicos del Sernanp, que depende del Ministerio del Ambiente, y del Serfor, que depende de Agricultura, se están sacando la mugre, tratando de resolver como pueden, pero ¿qué cosa no les permite ayudar más y mejor? Que las cabezas de los ministerios no les están permitiendo que sean voceros para organizar la respuesta. No están permitiendo que los equipos técnicos de las instituciones hagan frente a esta situación. Y tenemos a un ministro de Ambiente que no está atendiendo entrevistas y, entonces, nos están llamando a todos los exministros para hablar. No hay un liderazgo en la respuesta a la crisis desde el Estado.
¿Por qué este derrame movilizó al país, al punto de generar campañas de recolección de pelo y una indignación nacional, y no ocurre lo mismo con los derrames que contaminan cientos de hectáreas en la Amazonía?
Hay varios factores. Lo primero es que este ha tenido una cobertura mediática que no he visto en ningún otro derrame de petróleo en el país. Yo he sabido de otros derrames porque me muevo en el mundo ambiental, porque he sido autoridad y me han reportado, pero no porque hayan salido en los medios. ¿Sabe de qué me he enterado por los medios? De la huelga de las comunidades indígenas de tres, cinco días, que ha paralizado el oleoducto. Esa es la noticia. Pero la noticia nunca es el derrame de petróleo que contamina la cocha o el río de la comunidad tal.
¿Dice que los medios somos demasiado centralistas?
Es difícil que un medio de Lima pueda llegar a determinados lugares, salvo cuando es parte de una comitiva oficial. El otro factor es que, sin duda, somos un país centralista, entonces, lo que pasa en Ucayali o Amazonas o Loreto no tiene la misma repercusión que tiene en Lima. Y lo otro es que falta información sobre los impactos ambientales que generan determinadas ocurrencias.
¿Por qué esto ha impactado tanto? Porque hemos visto morir muchas especies de fauna silvestre.Eso fue lo primero que impactó a la gente. Después ha sido ver como el petróleo estaba en la costa, cómo tú ves una masa negra donde te bañabas antes. Entonces, tú puedes asociarlo a tu vida. Y salen los pescadores a decir “mi familia no tiene qué comer porque no puedo salir a pescar” y eso te toca la parte humana. No hemos tenido esa misma información respecto de los pueblos indígenas cuando han sufrido un derrame de petróleo, a pesar de que ellos también se veían afectados en lo que podían o no comer.
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¿Qué cree que sientan esos peruanos por los que nadie se preocupó cuando sus cochas o ríos se contaminaron al ver toda la atención que se le dedica hoy a este derrame?
Ese es un tema en el que tenemos que pensar. El Estado tendría que pensar, pero nosotros también como ciudadanos y ciudadanas tendríamos que pensar, porque somos una sociedad que podríamo tomar esto como una oportunidad para decir: ¿cuántos casos como este tenemos en el país? Y no solamente en el caso del petróleo. Tenemos contaminación por muchas actividades. Hay quienes hacen las cosas bien, hay quienes hacen las cosas mal, y también hay rezagos dejados por empresas del Estado. Y esos pasivos ambientales hoy en día siguen contaminando la vida de la gente. Este es un momento en el que podríamos tener una discusión seria y transparente sobre los problemas ambientales del país y sobre lo que tenemos que hacer para remediar los pasivos ambientales. Sobre las actividades de riesgo, cómo hacer para abordar estas actividades, qué hacer para que no vuelva a pasar una cosa así, ni en Ventanilla ni en Cuninico, que es una comunidad nativa afectada por un derrame en Loreto.
Durante años la sociedad ha visto con desinterés la contaminación ambiental causada por actividades extractivas que ocurría en el interior del país. ¿Este desastre podría ser una oportunidad para cambiar eso?
No sé si logre cambiar la percepción en general, pero lo que me parece que sí puede lograr es que tengamos una mayor sensibilidad. Si logramos tener mayor sensibilidad sobre los temas ambientales y este tipo de situaciones, podríamos generar un cambio importante. Cuando desde el Ministerio del Ambiente impulsamos el tema de la reducción de plástico de un solo uso no teníamos una norma aprobada todavía, pero la gente compró la idea y dijo “efectivamente, esto es bueno para mí, es bueno para mi país y es bueno para el planeta”. Y empezaron a hacer cambios solitos. Los restaurantes, los supermercados, los mercados, las amas de casa, los estudiantes, los padres de familia, los empresarios y los emprendedores. Hubo una gran respuesta. Creo que exactamente tendríamos que hacer lo mismo en los temas en los que necesitamos que la sociedad se movilice. La limpieza de los ríos. Mejorar la gestión de los residuos sólidos. No permitir que los impactos ambientales queden impunes. Son muchos los temas en los que se podría movilizar a la sociedad.
¿También podría ser una oportunidad de acelerar el cambio de la matriz energética?
También es una buena oportunidad para ver ese tema. Y no solo por este derrame, sino porque en la Amazonía del Perú el combustible es carísimo, es el más caro del país. Y la Amazonía tiene una oportunidad extraordinaria para la energía solar. ¿Por qué no estamos atrayendo inversiones para el cambio de la matriz energética en esta parte del país? ¿Por qué? Esas son las cosas en las que el Estado también tiene que pensar.