Steven LevitskyPolitólogo. Con su colega de la Universidad de Harvard, Daniel Ziblatt, ha publicado el libro Cómo mueren las democracias (How Democracies Die), a partir del estudio de regímenes autoritarios en el mundo, como el de Alberto Fujimori; una clarinada para el gobierno de Trump.,Reconocido politólogo de la Universidad de Harvard, el libro de Steven Levitsky, en coautoría con Daniel Ziblatt, aparece entre los más destacados y vendidos en las listas del periódico The New York Times y ha recibido elogiosas críticas de medios como el diario inglés The Guardian y el norteamericano The Washington Post. Basado en el estudio de experiencias en diferentes partes del planeta, en particular el caso peruano de Alberto Fujimori, que conoce de primera mano, advierte que la democracia de EEUU está amenazada por Donald Trump, un outsider populista que ataca y debilita a las instituciones representativas y a los medios de comunicación. "¿Está nuestra democracia en peligro? Es una pregunta que nunca pensamos que nos haríamos", arranca el libro que ha levantado polémica. "Durante medio siglo nuestros colegas han estudiado, escrito y enseñado a los estudiantes las democracias fallidas en otros lugares y tiempos, desde el derrumbe de Europa en los años 30 y la represión en América Latina en los 70. Gastamos años investigando la irrupción de nuevas formas de autoritarismo en el mundo. Para nosotros, la obsesión por cómo y por qué mueren las democracias ha sido nuestra principal ocupación. Ahora es el turno de dirigirnos hacia nuestro propio país". Extractos de la entrevista. El libro de Levitsky y Ziblatt no desborda en citas de fuentes anónimas sobre presuntos actos inmorales, como ocurre como El fuego y la furia, de Michael Wolff, pero ofrece una sorprendente investigación sobre el surgimiento de una forma de autoritarismo que se aprovecha de la debilidad de las instituciones democráticas en países donde ganan los outsiders. Como en el Perú. ¿El título del libro es apocalíptico o la realidad es así de apocalíptica? Ninguno de los dos. Es un libro dirigido a una audiencia norteamericana sobre cómo colapsan las democracias. El peruano no necesita muchas lecciones detalladas de cómo colapsan las democracias porque ha muerto un par de veces. En cambio, en EEUU nadie ha vivido el colapso de la democracia y, además, se cree que la democracia norteamericana es incapaz de colapsar. ¿Qué naciones entre otras se citan como ejemplos? Lo que hacemos es tomar lecciones del colapso de la democracia de otros países, como en Venezuela, Turquía, Perú, en Chile con Allende, en España en los años 30, para conocer un poco las señales, porque aquí en Estados Unidos nadie sabe. Pero no es apocalíptica. Nosotros no creemos que la democracia norteamericana está muriendo. Vemos señales de riesgo. Hay razones para preocuparnos y pensar seriamente sobre lo que está pasando. En el libro se dice que Trump es el primer presidente electo con ciertas características autoritarias. ¿No lo fue Nixon? Trump es el primer candidato de un partido mayoritario como el Republicano, que antes de llegar al poder ya mostraba elementos autoritarios. En cambio, en el caso de Nixon, el componente autoritario es desde la presidencia. Había un comportamiento un poco autoritario en el pasado de Nixon. Pero nadie, nadie en el último siglo, como candidato, ha sido abiertamente autoritario como Trump. Como Nixon, Trump trata a sus oponentes como enemigos y ataca y acosa a la prensa. ¿No tienen algo en común? Nixon y Trump tienen algunas cosas en común, pero son muy diferentes. Nixon era un político de carrera, profesional, experimentado, para bien o para mal. Conocía muy bien las normas de la política. Trump es un outsider estilo peruano, alguien que nunca ha gobernado nada, que llegó a la presidencia sin ninguna gota de experiencia. ¿Y por eso es una amenaza para la democracia? Como todo outsider populista, Trump dirige sus ataques para debilitar las instituciones de la democracia representativa. Hasta el momento, en lo que va del primer año de su gobierno, las instituciones democráticas han demostrado que todavía son muy fuertes y han sabido soportarlo. Como outsider, Trump es poco respetuoso con las normas constitucionales y democráticas. Esta es una de las razones por las que causa preocupación. Además de su evidente autoritarismo. De Trump dudamos seriamente de su capacidad mental y psicológica para gobernar, en ese sentido es diferente de Nixon. A pesar de todo, Nixon me parece que se pegaba más a las normas democráticas que Trump. Nixon rompía las normas de la democracia y lo ocultaba porque sabía qué estaba mal. Trump ni siquiera lo esconde, es abiertamente autoritario. Eso está totalmente claro. En el libro se afirma: “Ahora la democracia puede morir a manos de los mismos políticos electos”. ¿Es lo que sucede en EEUU? Todavía no. Ya estamos a un año de la llegada de Trump y la democracia norteamericana sigue intacta. Pero como dije antes, es muy importante que los norteamericanos sepan algo de cómo muere la democracia, porque no lo saben. Los chicos crecen en EEUU pensando que las instituciones democráticas existirán para siempre, pero también deben saber que existe la posibilidad de las antidemocracias, aunque no sea muy probable. No va a haber un golpe militar en EEUU. Si hay un colapso, si hay una crisis de la democracia, será más del estilo del gobierno electo, pero no ha ocurrido todavía. En ese sentido, ¿el libro es una suerte de manual para salvar la democracia? Más bien es un esfuerzo para educar a la gente, por lo menos para que sepan reconocer señales de una crisis, antes de que sea demasiado tarde, y no sé si eso es salvar la democracia. Precisamente, en el libro se menciona que es importante aprender de otros países y se consigna como ejemplo el caso de Fujimori en el Perú. ¿Qué similitudes existen? Primero, que Fujimori como Trump llegó a la presidencia como outsider, casi por accidente. Un año antes no pensaba seriamente en ser presidente de la República. No tenía experiencia, no sabía qué hacía, era igual que Trump. También es parecido a Trump en el sentido de que fue un populista, llegó a la presidencia peleándose con la élite, con un discurso antipolítico tradicional y recibió una respuesta del pueblo peruano, que era muy parecida a la respuesta del pueblo norteamericano. ¿Qué otras coincidencias son importantes destacar entre Fujimori y Trump? Los políticos tradicionales, los medios de comunicación, lo recibieron muy mal, lo atacaron, lo denigraron. Fueron muy duros con Fujimori, igual que acá fueron muy duros con Trump, y eso empieza a generar una escalada de crisis porque el outsider llega con un antidiscurso, pegando a la élite que devuelve los golpes y luego el gobierno se siente arrinconado, atacado. Y ya vimos en el caso peruano la reacción de Fujimori con un golpe (el 5 de abril de 1992). ¿Un golpe en Estados Unidos? No será tan fácil hacerlo en EEUU, obviamente. Sin embargo, debo mencionar que hay en los primeros 18 meses de Fujimori ciertos elementos paralelos con los primeros pasos de Trump en lo que va de su gobierno. ¿Quién es más peligroso para la democracia peruana: Alberto Fujimori libre, Keiko Fujimori en el gobierno o eventualmente Kenji Fujimori en Palacio de Gobierno? De los tres, apostaría que Keiko Fujimori en el gobierno. La libertad de Alberto Fujimori es un golpe muy duro, es un golpe a favor de la impunidad, en contra del Estado de derecho y los derechos humanos que puede tener efectos muy negativos para la institucionalidad del país, para los derechos humanos y la democracia. La idea general es que puede traer consecuencias negativas, pero no creo que sea una amenaza directa. ¿Y Kenji Fujimori? De Kenji Fujimori no lo sé. Sabemos todavía muy poco de él. ¿Y en el caso específico de Keiko Fujimori? Keiko Fujimori, el fujimorismo 2.0, es igualmente autoritario o más, en cierto sentido, que el fujimorismo del pasado. Además, ha cumplido muy poco las normas democráticas en el último año. Entonces, a diferencia de muchos, yo creo que es posible que los partidos pueden cambiar, se pueden moldear, pueden aprender a jugar democráticamente. Pero Keiko Fujimori y el fujimorismo keikista desde la última campaña, y sobre todo desde la llegada de Pedro Pablo Kuczynski a la presidencia, no ha demostrado nada en ese sentido. ¿A qué ha dirigido la mayor parte de sus energías? El fujimorismo se ha demostrado tan autoritario como en el pasado y a mí me da miedo la presencia de Keiko Fujimori en el gobierno. ¿La excarcelación de Alberto Fujimori afectará el proyecto presidencial de Keiko Fujimori? Probablemente. La gran pregunta es cómo ese asunto se resuelve en la familia Fujimori, pero yo supongo que Alberto sigue teniendo cierto peso e influencia en el partido, sobre todo en su hijo Kenji. Mientras Alberto estaba en la cárcel, Keiko podía dominar el partido, pero no sabemos qué va a decidir Alberto Fujimori, aunque tiene la posibilidad potencial –ahora libre– de arruinar la carrera presidencial de Keiko. Puede terminar diciendo que no quiere pelearse con Keiko y que Keiko es la mejor opción. Pero yo creo que sí, todo será mucho más difícil. ¿Esto explicaría por qué Keiko Fujimori critica la forma en que su hermano Kenji consiguió el indulto humanitario para su padre? En mi opinión, Keiko no buscaba ni quería la libertad de su padre porque era un gran obstáculo. O, por lo menos, un potencial obstáculo, para su carrera presidencial. ¿En qué se diferencia El fuego y la furia, de Michael Wolff, de Cómo mueren las democracias, de Steven Levitsky y Daniel Ziblatt? No lo he leído, pero ese es un libro de chismes. Aunque gran parte pudiera ser cierto, nosotros intentamos aportar desde las Ciencias Políticas una visión algo más rigurosa y nosotros tratamos de hacer algo más serio, aunque él (Wolff) vende diez veces más.