¿Por qué las gatas maúllan tan fuerte al aparearse? Esta es la razón detrás de este comportamiento
Aunque muchos dueños de mascotas creen que las gatas hacen demasiado ruido cuando se aparean por el dolor que el macho les genera, lo cierto es que estos sonidos están relacionados con otro factor. Conoce el verdadero motivo.
Las gatas emiten sonidos intensos durante el apareamiento, lo cual suele desconcertar a muchos dueños de mascotas. Aunque estos ruidos pueden interpretarse como señales de dolor, en realidad están vinculados al ciclo reproductivo de las felinas. Durante el celo, las gatas atraviesan cambios notables en su comportamiento que las impulsan a buscar activamente una pareja.
La veterinaria Mariana Castanheira explica que el comportamiento de las gatas en celo es dramático y agresivo, lo que contribuye a la intensidad de los sonidos que producen. A continuación, conoce por qué las gatas hacen mucho ruido cuando se aparean.
¿Por qué las gatas hacen demasiado ruido cuando se aparean?
Cuando una gata se encuentra en celo, su cuerpo se prepara para el apareamiento. En esta etapa, las gatas adoptan una posición conocida como lordosis, que facilita la penetración por parte del macho. Este comportamiento no solo es instintivo, sino que también está diseñado para maximizar las posibilidades de reproducción.
Un aspecto interesante del apareamiento felino es la presencia de espinas en el miembro del macho. Estas espinas, lejos de causar dolor, estimulan la ovulación en la hembra, lo que es crucial para el éxito reproductivo. La fricción generada durante el acto sexual provoca una respuesta neuroendocrina que resulta en una descarga hormonal, favoreciendo la ovulación.
Es así que, los ruidos que emiten las gatas durante el apareamiento son una manifestación de su estado emocional y fisiológico. Al estar en un estado de excitación, las gatas tienden a vocalizar de manera intensa, lo que puede ser interpretado como un signo de placer o de agresividad. Este comportamiento es parte de su instinto reproductivo y no debe ser confundido con dolor.
Por otro lado, la veterinaria Castanheira señala que el comportamiento de las gatas en celo es un reflejo de su necesidad de aparearse. La vocalización intensa puede ser vista como una forma de atraer la atención de los machos y asegurar la continuidad de la especie.
Las gatas emiten ruidos intensos durante el apareamiento. Foto: Difusión
¿Cuántos días le dura el celo a una gata?
El celo en las gatas suele durar entre 7 y 10 días , aunque esto puede variar dependiendo de la gata. Este ciclo de celo, o 'estro', puede repetirse cada 2 a 3 semanas si la gata no queda embarazada, especialmente en épocas de mayor luz solar, como en primavera y verano, cuando el celo es más frecuente debido al aumento de luz.
Durante el celo, es común que las gatas muestren ciertos comportamientos característicos, como maullidos fuertes, posturas de apareamiento y un aumento en el afecto o en el deseo de frotarse contra objetos y personas. Es importante destacar que el celo en las gatas puede resultar incómodo tanto para el animal como para los dueños debido a la intensidad de los maullidos y al comportamiento inquieto de la gata.
¿Por qué motivo los gatos suelen ronronear?
Los gatos emiten este sonido por distintas razones. La más común ocurre cuando están cómodos y disfrutan del cariño de su dueño. No obstante, también pueden producir esta vibración en momentos de incomodidad o estrés, por lo que es importante observar el contexto en el que lo hacen.
Según estudio publicado en 2001 en The Journal of the Acoustical Society of America, los gatos domésticos, al igual que especies como pumas y guepardos, son capaces de ronronear a frecuencias que podrían favorecer la reducción del dolor y, en algunos casos, incluso la recuperación de los huesos.
¿Por qué los gatos se van de la casa?
Una de las razones más frecuente por las que un gato huye de casa es para buscar pareja. Por eso es importante esterilizar a su minino apenas tenga la edad suficiente si no quiere que esta tenga crías. Mientras cumple la edad, debe estar pendiente del momento de su celo y cerrar muy bien las ventanas o puertas de la casa para que no se escape.