Cultural

Historia de un goleador

Autobiografía. Marco van Basten y su libro Frágil, en donde repasa su carrera futbolística y hace un ajuste de cuentas personal.

Eurocopa de 1988. Marco van Basten fue el máximo anotador del torneo con cinco goles.
Eurocopa de 1988. Marco van Basten fue el máximo anotador del torneo con cinco goles.

En la historia del fútbol contemporáneo, ningún futbolista despertó tanta algarabía como el neerlandés Marco van Basten. Para quienes vivimos nuestra adolescencia entre fines de los ochenta e inicios de los noventa, la figura de van Basten se había convertido en un punto de constante referencia: representaba lo que muchos futbolistas querían ser y era, además, muy venerado por los hinchas (tanto de la selección de Países Bajos como de los clubes en los que brilló, como el A. C. Milan de 1987 a 1993). Era, pues, una estrella del fútbol mundial. Incluso podríamos señalar que con base a su juego y somatotipo, se empezó a perfilar a lo que en aquella época se llamó los delanteros del futuro.

Las cifras avalan su paso por el fútbol: en 379 partidos, anotó 283 goles. Muchos de ellos golazos que quedan en la retina de los aficionados del fútbol y de todo amante de los deportes. A saber, el segundo tanto que embistió a la Unión Soviética en la final de la Eurocopa de 1988. Aquella selección de Países Bajos la rompió en dicho certamen llevado a cabo, como en la Eurocopa de estos días, en Alemania. Van Basten firmó en aquella ocasión, con tan solo 24 años, su jerarquía como un delantero que apuntaba a ser el mejor, objetivo que consiguió con el conjunto rojinegro, club en el que anotó más de cien goles. Toda una cifra récord entonces.

Pero a los 28 años, el delantero se retiró del fútbol debido a una lesión en el tobillo, la cual se había convertido en una auténtica pesadilla que no le permitía redondear las campañas de finales de los ochenta. Su alejamiento del fútbol fue en silencio y las leyendas sobre su destino estuvieron a la orden del día.

Van Basten no será el primero ni el último deportista que publique su autobiografía, pero a diferencia de no pocas autobiografías de deportistas reconocidos, la de Van Basten tiene una peculiaridad especial: lo cuenta todo, o, mejor dicho, resulta muy verosímil cuando tiene que hablar de sí mismo. Junto a al escritor Edwin Schoon publicó, en el 2019, Basta. My life. My Truth, y en el 2021 salió la edición en español: Frágil. Mi historia (Córner). Esta publicación nos ayuda a tener una idea de quién fue este jugador y cómo fue que tuvo que afrontar el complicado proceso de recuperación de su tobillo derecho.

"Frágil". Disponible en librerías limeñas y en BuscaLibre.

"Frágil". Disponible en librerías limeñas y en BuscaLibre.

Este no es un libro solo para seguidores del exdelantero, o amantes del fútbol. Así parezca polémico, Frágil se yergue como literatura por lo que transmite y no por lo que cuenta. La claridad expositiva se legitima en el nervio anímico que la recorre. Cuando Van Basten publica esta autobiografía, ya había asimilado lo que le costaba aceptar y que lo atormentó desde que dejó el futbol en 1993: su muerte como futbolista.

Desde esta posición es que se narra Frágil, el relato de alguien que conoció la gloria y del mismo modo el “olvido” por parte del aficionado. En este tránsito, el exfutbolista explora sus comienzos en el fútbol sin falsas modestias –su talento y condiciones físicas le aseguraban un futuro ganador-, desgrana su relación con Johan Cruyff, escarba en sus emociones relacionadas con el éxito y el fracaso (pensemos en su pobre actuación en el Mundial de Italia 90, adonde Países Bajos llegó como selección favorita) e intenta entender el porqué de su impensada crisis financiera a la par que luchaba con los dolores en el tobillo que lo obligaban a gatear para ir al baño, entre otras secuelas del dolor.

No es pues un texto vertical, sino uno horizontal con el lector. Por eso, no siendo calificado como literatura, tiene el valor de tal, por los ecos que deja su lectura, siendo uno de ellos el de la dignidad que se debe mantener aún en los peores momentos. No ficción de buena factura, sin duda.