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Cultural

Historia de una censura

Quieren dinero 2. Sobre un libro silenciado por el Mincul y el nulo interés de la derecha por la cultura.

Polémico. Misterdafo. Perú: cine, política y corrupción (Ediciones Achawata, 2023) de Pilar Roca. Foto: difusión
Polémico. Misterdafo. Perú: cine, política y corrupción (Ediciones Achawata, 2023) de Pilar Roca. Foto: difusión

Este sábado 8, La República publicó la nota ‘Editorial denuncia censura del Ministerio de Cultural en la feria La Independiente’, en la que el periodista Luis Chomba aborda la denuncia pública, en el marco de la séptima edición de la feria del libro La Independiente, del codirector César Coca de Ediciones Achawata. En ella, Coca señala que el Mincul impidió la participación de la editorial a razón del libro Misterdafo. Perú: cine, política y corrupción de Pilar Roca, el cual forma parte de su catálogo y que iba a ser presentado en el evento ferial. Ante ello, el Mincul respondió, en comunicado vía redes sociales, que Achawata había quedado fuera de la presente séptima edición debido a que no alcanzó el puntaje técnico establecido (14; la editorial obtuvo 12).

En primer lugar, esta controversia no afecta la naturaleza de la feria La Independiente, que ha sobrevivido a catorce ministros de Cultura y a cinco gestiones presidenciales desde el 2017. Nos referimos a una institucionalidad que ha adquirido este proyecto, que permite visibilizar la producción editorial del circuito limeño y del interior del país. Encomiable, por donde lo veas.

Algo muy propio del aparato estatal a la hora de “esclarecer” entredichos: apelar a puntos técnicos. Al respecto, de lo que conozco del mundo editorial peruano, debo indicar que, en el tránsito alternativo, Achawata viene construyendo un catálogo sólido en títulos y coherente con sus postulados de izquierda. Es una editorial a la que le vengo siguiendo la ruta, por cierto. En este sentido, el libro de Roca, tal y como se colige de sus luces nominales, es una severa crítica a la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO) del Mincul. Su presentación en La Independiente se iba a dar en pleno contexto del debate sobre los estímulos económicos que reciben los cineastas peruanos. Como bien se ha visto, el Ministerio de Cultura y las bancadas congresales (Podemos Perú, Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular) que salivan con fusionar la ley de cine con la comisión fílmica ya han pactado su compromiso. Entonces, el chiste se cuenta solo, a buen entendedor,…: el descargo oficial no pasa cuando es chancado por el sentido común. Es un libro incómodo que no podía estar este año en La Independiente. Censura, pues.

La existencia de Misterdafo no deja de suscitar curiosidad. Nada a contracorriente de la misma facción de cine a la que pertenece. Según se dice en la presentación de la publicación —disponible en YouTube: Mr. DAFO Perú: Cine, Política y Corrupción; siendo uno de los panelistas Héctor Béjar—, se busca defender la esencia del cine nacional y también criticar la metodología de DAFO a la hora de beneficiar a los proyectos postulantes.

Si hoy vemos películas peruanas que compiten en cartelera con producciones internacionales de entretenimiento, si nos enteramos de sus logros en prestigiosos festivales, si nos enteramos de que hay películas locales en proceso, etc., se debe a DAFO. Sin embargo, su legitimidad se ha visto cuestionada por los favoritismos al momento de elegir ciertas propuestas que al final o no se realizan o simplemente destacan por su falta de calidad. Esto ha generado un descontento en cada rincón del imaginario cinematográfico del país. El libro censurado es producto de ese contexto y Roca lo argumenta en 600 páginas que no pueden pasar desapercibidas. Sobre estas preferencias, se han tejido leyendas con asidero en la verosimilitud (a saber, algunos “elegidos” usan el dinero recibido para comprarse camionetas, techar el quinto piso y otras banalidades que no tienen nada que ver con la realización auidiovisual) y DAFO es responsable por no haber regulado qué se estaba haciendo con el dinero proveniente del erario público. “Esa no es función de DAFO, según los criterios técnicos”, lo dirá, sin duda alguna, más de un funcionario al leer esta nota.

Aunque suene extraño, subrayemos que haya acaecido este exabrupto del Mincul, porque pone en evidencia un cuestionamiento que ha estado haciendo La República de este entuerto entre los cineastas peruanos y la nueva normativa de los estímulos, avalada el 11 de mayo por la Comisión de Economía del Congreso, que dio el go por dictamen; es decir, sin debate alguno: el nulo interés de las bancadas congresales (mencionadas líneas atrás), que buscan una nueva ley de cine, por la cultura.

Este es un libro que salió en diciembre del 2023 y ha sido presentado en varias librerías. Pero aquí el detalle: pudo haber sido usado por los congresistas que buscan destruir la producción cinematográfica nacional. Una torcida lectura editorial pudo sacar elementos de sus páginas para sustentar mejor su discurso y así este no sea tan mercantilista y penoso en ideas: “Apología al terrorismo”, “el cine nacional no es rentable”, “nadie va a ver esas películas”, y esta es buenaza: “Willaq Pirqa es copia de Cinema Paradiso”.

¿Alguna prueba más para demostrar que esta derecha congresal no lee? Solo quiere dinero.