Ciencia

Biólogos descubren el origen de la masturbación: todo comenzó hace 40 millones de años

Según la nueva investigación, los primates antiguos comenzaron esta práctica por razones de supervivencia.

Los bonobos son un claro ejemplo de que la masturbación forma parte de la rutina de muchos primates. Foto: Animal Facts Encyclopedia
Los bonobos son un claro ejemplo de que la masturbación forma parte de la rutina de muchos primates. Foto: Animal Facts Encyclopedia

Un equipo británico de biólogos evolutivos han rastreado los orígenes de la masturbación hasta los primates que vivieron decenas de millones de años antes que los humanos. Según la investigación, esta práctica en los machos parece servir a un propósito evolutivo.

Históricamente, la masturbación se consideraba como un comportamiento patológico o un subproducto de la excitación sexual y las observaciones registradas eran demasiado fragmentarias para comprender su distribución, historia evolutiva o significado adaptativo, indica el estudio que publica Proceedings of The Royal Society B.

El trabajo señala que la masturbación es un rasgo antiguo en los primates y que —al menos en los machos— aumenta el éxito reproductivo y ayuda a evitar que contraigan infecciones de transmisión sexual (ITS), según un comunicado del University College de Londres que encabeza el estudio.

“Lo que podemos decir es que este comportamiento estaba presente hace unos 40 millones de años en el ancestro común de todos los monos y simios”, dijo a The Guardian la Dra. Matilda Brindle, investigadora principal del estudio en el University College London. “No es que algunas especies despertaron un día y comenzaron a hacerlo. Este es un rasgo antiguo y evolucionado”.

Uno de los mayores estudios sobre la masturbación

El equipo recopiló información de casi 400 fuentes, entre ellas artículos académicos, cuestionarios y comunicaciones de primatólogos y cuidadores de zoológicos, para poder rastrear la distribución del comportamiento autosexual entre los primates y comprender cuándo y por qué evolucionó tanto en hembras como en machos.

Para entender por qué la evolución produciría este rasgo aparentemente no funcional, el equipo planteó varias hipótesis, relata la universidad.

La hipótesis de la selección postcopulatoria propone que la masturbación contribuye al éxito de la fecundación, lo que puede lograrse de varias maneras.

En primer lugar, la masturbación sin eyaculación puede aumentar la excitación antes del acto sexual y ser una táctica especialmente útil para los machos de bajo rango susceptibles de ser interrumpidos durante la cópula, al ayudarles a eyacular de manera más rápida.

Por su parte, la masturbación con eyaculación permite a los machos deshacerse del semen de calidad inferior. Esto deja esperma fresco y de alta calidad disponible para el apareamiento, que tiene más probabilidades de superar al de otros machos.

Los investigadores corroboraron estas hipótesis permiten explicar que la masturbación masculina ha coevolucionado con sistemas de apareamiento múltiple en los que la competencia entre machos es elevada.

Otra hipótesis planteada por el equipo para entender el origen de la masturbación es la evitación de patógenos, la cual propone que este acto reduce la posibilidad de contraer una ITS tras la cópula, pues el líquido eyaculado limpia la uretra.

El equipo también encontró pruebas en apoyo de esta hipótesis, dado que demostró que la masturbación masculina coevolucionó con una alta carga de ITS en el árbol de la vida de los primates, agrega el comunicado.

"Un comportamiento sexual muy común"

La importancia de la masturbación femenina sigue estando menos clara, puesto que, aunque es frecuente, hay menos informes que la describan, lo que disminuye el poder analítico de las estadísticas.

El equipo sostiene que se necesitan más datos sobre el comportamiento sexual femenino para comprender mejor el papel evolutivo de la masturbación femenina.

Estos resultados, según la autora principal del estudio, Matilda Brindle, “ayudan a arrojar luz sobre un comportamiento sexual muy común, pero poco comprendido, y representan un avance significativo en nuestra comprensión de las funciones de la masturbación”.

Ahora bien, que el comportamiento "autosexual pueda cumplir una función adaptativa, sea ubicuo en todo el orden de los primates y lo practiquen miembros de ambos sexos en cautividad y en libertad, demuestra que la masturbación forma parte de un repertorio de comportamientos sexuales saludable”.

Con información de EFE y The Guardian.