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Ciencia

Vacunas COVID-19 no causan infertilidad, pero contagio en hombres podría hacerlo temporalmente

Según una investigación, la vacunación contra la COVID-19 no afecta a la fertilidad para el sexo masculino ni femenino. Sin embargo, los hombres pueden producir esperma de mala calidad tras ser contagiados.

Óvulo humano a punto de ser fecundado por uno o más espermatozoides. Foto: Science Photo Library
Óvulo humano a punto de ser fecundado por uno o más espermatozoides. Foto: Science Photo Library

Un estudio de la Universidad de Boston, en Estados Unidos, ha concluido que la vacunación contra la COVID-19 no perjudica la fertilidad en cualquiera de los dos miembros de la pareja. Sin embargo, los hombres que se infectan con el coronavirus pueden experimentar una reducción de la misma a corto plazo.

Publicada en la revista American Journal of Epidemiology, la investigación en parejas que intentan concebir un hijo no encontró ninguna relación entre la vacunación contra la COVID-19 y la fecundidad (la probabilidad de concepción por ciclo menstrual) en las parejas que recibieron dosis de Pfizer-BioNTech, Moderna o Janssen (Johnson & Johnson).

Por el contrario, los resultados indicaron que la infección entre los hombres puede reducir temporalmente la fertilidad, una situación que podría evitarse mediante la inmunización.

“Muchas personas en edad reproductiva han citado la preocupación por la fertilidad como una razón para no vacunarse. Nuestro estudio muestra por primera vez que la vacunación contra la COVID-19 en cualquiera de los dos miembros de la pareja no está relacionada con la fertilidad entre las parejas que intentan concebir mediante el coito. El tiempo hasta el embarazo fue muy similar independientemente del estado de vacunación”, explicó la autora principal del estudio, la Dra. Amelia Wesselink.

Los investigadores estadounidenses analizaron los datos de una encuesta entre mujeres que intentaban concebir y las siguió desde la preconcepción hasta seis meses después del parto. Entre las participantes se encontraban 2.126 de Estados Unidos y Canadá, quienes proporcionaron información sobre sociodemografía, estilo de vida, factores médicos y características de sus parejas desde diciembre de 2020 hasta septiembre de 2021. Las participantes fueron consideradas en el estudio hasta noviembre de 2021.

Por el contrario, los resultados indican que la infección por COVID-19 entre los hombres puede reducir temporalmente la fertilidad, un resultado que podría evitarse mediante la inmunización.

Las tasas de fecundidad entre las participantes que recibieron al menos una dosis de una vacuna fueron casi idénticas a las participantes no vacunadas. La fecundidad también fue similar para las parejas masculinas que habían recibido al menos una dosis de la vacuna contra la COVID-19 en comparación con los participantes masculinos no vacunados.

Los análisis adicionales —que consideraron el número de dosis, la marca del fármaco, los antecedentes de infertilidad, la ocupación y la región geográfica— tampoco indicaron ningún efecto de la inoculación sobre este tema.

Si bien la infección por COVID-19 no estaba fuertemente asociada con la fertilidad, los hombres que dieron positivo en la prueba de COVID-19 dentro de los 60 días de un ciclo determinado tuvieron una posibilidad reducida en comparación con aquellos que nunca dieron positivo o que dieron positivo al menos 60 días antes. Estos datos respaldaron investigaciones anteriores que han relacionado esta enfermedad en la población masculina con la mala calidad del esperma y otras disfunciones reproductivas.

“Estos datos proporcionan pruebas tranquilizadoras de que la vacunación en cualquiera de los dos miembros de la pareja no afecta a la fertilidad de aquellas que intentan concebir. El diseño prospectivo del estudio, el gran tamaño de la muestra y la heterogeneidad geográfica de la población estudiada son los puntos fuertes del estudio, al igual que nuestro control de muchas variables como la edad, el nivel socioeconómico, las condiciones de salud preexistentes, la ocupación y los niveles de estrés”, afirmó Lauren Wise, otra de las responsables de la investigación.