Ciencia

Astrónomos sugieren que los planetas se forman cuando las estrellas aún son jóvenes [FOTOS]

Gracias al observatorio de radio ALMA, un equipo de astrónomos, en Alemania, demostró cómo los anillos de polvo de una estrella de la constelación de Ofiuco actúan como cunas cósmicas para los planetas.

Científicos alemanes compararon los datos de la estrella IRS 63 con el sistema solar a escala para dar más luces al estudio | Foto: MPE / D. Segura-Cox
Científicos alemanes compararon los datos de la estrella IRS 63 con el sistema solar a escala para dar más luces al estudio | Foto: MPE / D. Segura-Cox

Seguimos conociendo la mecánica del cosmos. El investigador Dominique Segura-Cox y un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre, cerca de Múnich, Alemania, utilizaron el observatorio de Atacama Large Millimeter / submillimeter Array (ALMA) —asociación astronómica internacional entre Europa, Norteamérica y Asia del Este, en colaboración con la República de Chile— para ver cómo los planetas se forman alrededor de la estrella IRS 63.

En el estudio llamado Cuatro estructuras anulares en un disco protoestelar de menos de 500.000 años, publicado en la revista Nature, los astrónomos involucrados afirmaron que “el proceso de formación de planetas comienza en las fases protoestelares iniciales, antes de lo predicho por las teorías actuales de formación de planetas”.

Las protoestrellas, como IRS 63, cruzan un periodo de formación especial: desde que son nubes moleculares con densidad de materia alta hasta que alcanzan su secuencia principal (tipo de luminosidad y otras características).

En este caso, IRS 63 se ubica a 470 años luz de la Tierra —conforme a las estimaciones astronómicas—, en la constelación de Ofiuco, dentro de la nube interestelar L1709.

“Se han detectado, en abundancia, estructuras anulares (anillos y huecos) en discos alrededor de estrellas previas a la secuencia principal en objetos protoestelares de clase II que tienen aproximadamente 1 000 000 de años”, se lee en el resumen exhaustivo del estudio. Aquello comprueba que la masa planetaria podría estar formándose cuando la estrella joven (menos de 500.000 años) está atada a nubes de gas y polvo.

El Telescopio Espacial Herschel ubicó a la protoestrella IRS 63 en Ofiuco| Foto: MPE / D. Segura-Cox, Herschel datos de ESA / Herschel / SPIRE / PACS / D. Arzoumanian

El Telescopio Espacial Herschel ubicó a la protoestrella IRS 63 en Ofiuco| Foto: MPE / D. Segura-Cox, Herschel datos de ESA / Herschel / SPIRE / PACS / D. Arzoumanian

Dominique Segura-Cox se vio sorprendido con la peculiaridad del cuerpo celeste ‘en nacimiento’. La comunidad científica había llegado a un consenso: los sistemas necesitaban un millón de años de existencia para proferir anillos de polvo y equilibrar su masa. Sin embargo, el desarrollo de IRS 63 resulta ser prematuro, ya que en solo la mitad de tiempo estaría creciendo junto a sus planetas.

“Solíamos pensar que las estrellas entraban en la edad adulta primero y luego eran las madres de los planetas que vinieron después (...) [Sin embargo] evolucionan juntos, desde los primeros tiempos, como hermanos”, expuso Segura-Cox.

Asimismo, el astrónomo comparó el tamaño del disco de IRS 63 con el del sistema solar. Hay que tomar en cuenta, comentó el experto, que la masa de la estrella joven observada solo es un poco menor que la de nuestro Sol. Por tal motivo, “el estudio (...) nos puede dar pistas importantes sobre nuestros propios orígenes”.

Por otro lado, la coautora Anika Schmiedeke, miembro del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre (MPE), enfatizó que las acumulaciones de polvo ya están preparadas para transformarse en planetas. Pero estos objetos astronómicos no siempre correrían la suerte de ‘nacer’ por completo. En ese proceso, cabe la posibilidad de ser absorbidos por la gravedad de la protoestrella; por eso, mientras más lejos se formen de ella, mucho mejor.

En ese sentido, el gigante Júpiter pudo haber venido desde los límites transneptunianos, como un invitado de última hora. Por supuesto, para la comunidad de investigadores, eso es solo una sospecha y no hay nada concreto.

“Estos resultados muestran que debemos centrarnos en los sistemas más jóvenes para comprender verdaderamente la formación de planetas”, aclaró Jaime Pineda, otro coautor del estudio.

HL Tau, la otra estrella observada por ALMA

En 2014, la estrella HL Tau, de menos de un millón de años, fue captada por ALMA y los científicos discutieron si es que el cuerpo celeste contaba ya con embriones planetarios.

Carlos Carrasco González, investigador del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la Universidad Autónoma de México, dijo que la interpretación de la imagen tomada a HL Tau generaba dudas.

ALMA captó los posibles surcos concéntricos de embriones planetarios | Foto: Carrasco-Gonzalez, et al.; Bill Saxton, NRAO/AUI/NSF.

ALMA captó los posibles surcos concéntricos de embriones planetarios | Foto: Carrasco-Gonzalez, et al.; Bill Saxton, NRAO/AUI/NSF.

“Es una estrella demasiado joven para haber formado planetas y la búsqueda de estos planetas resultó infructuosa”, expresó.

A diferencia del caso de IRS 63, en aquella ocasión atribuyeron la particularidad a una concentración de polvo ocho veces más grande que la Tierra, de acuerdo con mediciones preliminares. Sin embargo, los especialistas especulaban lo que Dominique Segura-Cox y su equipo concluyeron, este 2020, en el artículo de Nature.

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