Puno pide sanción para responsables de las muertes
Dolor en Juliaca. Mar humano se movilizó tras misa por los fallecidos. Pedido es unánime: que se castigue a los que autorizaron usar armas contra civiles durante las protestas contra Boluarte.
Cerca de 25.000 personas, literalmente, tomaron la ciudad de Juliaca, en la región Puno. La gran cantidad de gente superó al mar humano que el 10 de enero de 2023 acompañó los féretros de los 18 fallecidos que perdieron la vida en manos de las Fuerzas Armadas en inmediaciones del aeropuerto Inca Manco Capac durante las protestas pidiendo la renuncia de Dina Boluarte.
Delegaciones quechuas y aimaras de las 13 provincias se congregaron en la ciudad primero para asistir a la misa por todos los fallecidos en el Perú y segundo para renovar su compromiso de no retroceder en conseguir justicia por lo sucedido.
No había asistentes que no derramaran lágrimas durante la homilía. “Yo estuve acá. Toda esta zona era un campo de batalla. No sabías en qué momento te podía caer una bala. Fue terrible. Han matado a inocentes. Era una guerra prácticamente contra gente inocente”, se quejó Cleofé Mamani.
Presentes. Familiares de las víctimas del 9 de enero del 2023 asistieron a la misa y posterior marcha contra el Gobierno de Boluarte y Otárola. Foto: Liubomir Fernández / La República
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La misa fue oficiada por los padres Luis Zambrano y Luis Béjar, a un costado del bypass de la salida hacia Cusco. El ambiente estaba marcado por enormes imágenes de las víctimas colocadas en lo alto del arco del puente. Zambrano pidió a los asistentes no desfallecer en reivindicar a sus seres queridos porque, si en el país existe algo de independencia, los responsables sí o sí tendrán que pagar ante los tribunales.
La población de Juliaca se volcó a las calles y tomó 30 cuadras hasta llegar a la plaza de Armas. Los negocios cerraron sus puertas, los transportistas no usaron sus unidades, las asociaciones de mercados se plegaron a la marcha. “Dina Boluarte tiene que saber que Puno no va a bajar la guardia. Esto va a seguir. Al pedido de renuncia hemos incluido reclamo de justicia. Otárola y Boluarte deben pagar las muertes que cometieron”, dijo Cesar Hugo Tito Rojas.
En los siguientes días se conformará un Frente Nacional por Justicia y Sanción para los responsables que autorizaron a los miembros del orden a hacer uso de sus armas contra manifestantes y por reparación para viudas, huérfanos y heridos.
Pueblos. Los rostros de los 18 asesinados por aquellos que debían proteger la vida de los ciudadanos se mostraron en calles y plazas. Foto: Liubomir Fernández / La República
Dirigentes de Las Cuatro Zonas, organización que agrupa a más de 100 colectivos civiles, acordaron que las movilizaciones retornarán porque no pueden permitir que un Ejecutivo que mató a decenas de personas siga gobernando.
“Estaremos en las calles nuevamente. Es el colmo lo que se ha vivido. No hemos olvidado”, aseguró Esteban Ayquipa, de las rondas urbanas de Juliaca.
Rubén Apaza, líder de los pueblos aimaras, aseguró que el Gobierno y el Ministerio Público están soslayando al altiplano.
“No entienden; si no va a haber justicia, los pueblos nuevamente se van a rebelar. Estamos dispuestos a honrar la memoria de nuestros caídos”, dijo.
Promesa. Se anunció que no se descansará en la búsqueda de sanción para los culpables de tanto dolor para las familias. Foto: Liubomir Fernández / La República
Jaime Machaca pidió al Ministerio Público agilizar las investigaciones, con independencia; de lo contrario, los pueblos del altiplano sentirán que no todos somos iguales ante la ley.
Hubo quema de muñecos y paseo de burros
En rechazo al Gobierno, en la plaza de Armas se quemó un muñeco con la figura de Boluarte y se paseó a cinco burros en cuyo lomo se colocó la imagen de los congresistas Flavio Cruz, Carlos Zeballos, Jorge Flores, Wilson Quispe y Oscar Zea.
Hubo una retreta de varias bandas, con más de 100 músicos, los que entonaron la canción oficial de las protestas: “Esta democracia ya no es democracia”.
