El 10 de abril del 2022, se reportó el colapso parcial de la muralla perimétrica del complejo arqueológico Kuélap, en la región Amazonas. Días después, se declaró en emergencia y el Ministerio de Cultura (Mincul) inició labores de recuperación y, tras unos meses, la Contraloría ha detectado riesgos en estas acciones que ponen en peligro a dicho patrimonio cultural la nación.
Según el informe n.° 011-2022-OCI/5765-SOO, las jornadas de control evidenciaron inadecuados trabajos en las acciones arqueológicas de emergencia (AAE) ejecutadas en el sector sureste colapsado de la muralla de Kuélap, referidos a los apuntalamientos e instalación de cobertura para lluvia, los cuales no garantizan la permanente protección del área afectada.
“Se advirtió una inadecuada ejecución de estos trabajos de conservación, en el uso del material (tipo de madera) y cantidad de apuntalamientos (cargas), que fueron un total de seis unidades, ubicados a ambos lados del área colapsada de la muralla, los cuales no obedecen a un estudio estructural según el Reglamento Nacional de Edificaciones”, explica el documento.
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La Contraloría recomendó al titular del Mincul a adoptar las acciones pertinentes a fin de superar las situaciones y riesgos identificados en el informe y garantizar el logro de los objetivos y la protección de la zona afectada de Kuélap. Este es uno de los sitios arqueológicos y turísticos más importantes que tiene la región Amazonas y el Perú en esta parte del territorio.
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A través de un comunicado, el Mincul minimizó las advertencias de la Contraloría e indicó que se trata de una “recomendación o sugerencia”. Además, aseguró que los sistemas de apuntalamiento, cobertura e instalación de geomallas, implementados a raíz del derrumbe del 10 de abril, han evitado más desprendimientos en Kuélap, por lo que “claramente cumplen con su finalidad”.
“La publicación de la Contraloría se remite a una acción de orientación de oficio, que es producto del acompañamiento simultáneo que despliega dicha institución sobre nuestras actividades. En este caso, se limita a una sugerencia o recomendación de mejoras al haber encontrado que ‘el sistema de apuntalamiento y cobertura presentaría un grado de desgaste y oxidación’ y, como tal, ‘no estaría acorde al Reglamento Nacional de Edificaciones’, dice el pronunciamiento.