Trabajadores de empresa de azucarera en La Libertad reclaman pruebas rápidas
Llegaron a plaza de armas de Trujillo a protestar y ser escuchados por las autoridades regionales. Empresa aclara que cumplen las medidas prevención desde el inicio de la emergencia.
Coronavirus en Perú. Trabajadores de la empresa azucarera de Casa Grande en La Libertad, llegaron hasta la plaza de armas de Trujillo, para reclamar que no se les está realizando las pruebas rápidas a todos y que según semana hay más de seis personas que han perdido la vida con la COVID-19.
El secretario del Sindicato de trabajadores de esta empresa, Juan guerrero Cabanillas señaló que hay muchos contagiados pero que por temor callan.
“Tenemos referencia que más de seis compañeros han fallecido y hay muchos que se han contagiado, pero la empresa no quiere darnos la información que se ha solicitado, además somos 3700 trabajadores y no se ha hecho un descarte a todos. Muchos que están contagiados callan por temor a ser despedidos”, aseguró.
Sobre la aplicación de las pruebas rápidas añadió, “Cuando presentas síntomas recién te hacen las pruebas y te envían a tu casa y esos días te descuentan de tus vacaciones. Hay muchos que los han invitado a jubilarse a cambio de una cifra de dinero. Hay compañeros que están laborando más de 12 horas, porque falta personal, nos han separados a unos como no indispensables y otros vulnerables”.
Cumplen con protocolos
Al respecto, representantes de la azucarera aclararon que la aplicación de pruebas rápidas se viene cumpliendo conforme a los lineamientos de las autoridades en salud y han aplicado 1400 pruebas. “Dichas pruebas nos permitieron identificar oportunamente los contagios y enviar de cuarentena a los trabajadores por medidas de seguridad”, señalaron.
De igual manera, ratificaron que la empresa cuenta con un plan para la vigilancia, prevención y control de la COVID-19 y los trabajadores están seguros durante la jornada laboral. Sin embargo, manifestaron que en vano son los esfuerzos al interno de la compañía si en la calle o en sus casas no mantienen los mismos protocolos.
