Irresponsables no acataron aislamiento. A pesar de que las reuniones están prohibidas por el estado de emergencia por la pandemia del COVID-19 en el Perú.
Familiares y amigos del presunto cabecilla de la organización criminal Los Injertos de Huarmey, en la región Áncash. Salieron a las calles para enterrar a Pablo Mendoza Chávez “Cheto”.
El mismo, fue enterrado en medio de una multitud por lo que efectivos policiales tuvieron que arrojar bombas lacrimógenas en el cementerio El Ángel para romper la aglomeración.
Según se conoció, “Cheto” falleció electrocutado en el penal de Cambio Puente, donde cumplía prisión preventiva de 36 meses. Además, era un conocido dirigente de la provincia de Huarmey.
Los familiares y vecinos que acompañaron en el cortejo fúnebre se aglomeraron en las instalaciones del cementerio El Ángel y bailaron junto al ataúd al ritmo de una banda musical.
Asimismo, los familiares de Mendoza cuestionaron el accionar de los agentes ya que un gas lacrimógeno cayó a pocos metros del féretro.
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