En el marco de la celebración por el Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el Atlas, un compendio de datos mundiales sobre políticas, legislación, financiación, recursos humanos, disponibilidad y utilización de servicios. Esta guía incluye, además, nuevos objetivos para el 2030 procedentes inicialmente del Plan de Acción Integral sobre Salud Mental que contenía metas para el 2020.
Las nuevas medidas están relacionadas con la inclusión de la salud mental y el apoyo psicosocial en los planes de preparación para emergencias, la integración en la atención primaria de salud y la investigación mucho más profunda sobre este bienestar general.
La directora del Departamento de Salud Mental y Consumo de Sustancias de la OMS, Dévora Kestel, ha señalado para el portal web de la institución el tramo restante para lograr la tranquilidad general, trastocada ahora por una pandemia: “Los nuevos datos del Atlas de Salud Mental nos muestran que todavía tenemos un camino muy largo por recorrer para conseguir que todo el mundo, en todas partes, tenga acceso a una atención de salud mental de calidad”.
Asimismo, destacó que el entusiasmo de los Gobiernos durante el debate para plantear las nuevas metas brinda una dosis de aliento. “Confío en que juntos podamos hacer lo necesario para que los pequeños saltos se conviertan en pasos de gigante en los próximos 10 años”, remarcó.
El Atlas sobre Salud Mental revela que en el 2020 solo el 51% de los 194 Estados miembros trabajaba bajo un plan nacional de salud mental en concordancia con estándares internacionales de derechos humanos y que solo el 52% tenía organizados algunos programas de prevención y promoción de esta área.
Por su parte, el Perú actualmente cuenta con 205 centros de salud mental comunitaria distribuidos en varios puntos del país. En septiembre, el Ministerio de Salud informó que desde el 1 de enero hasta el 31 de agosto del presente año hubo 813.426 casos atendidos en todo el país, principalmente en los centros de salud mental comunitaria, establecimientos de salud del primer nivel de atención y en los Servicios de Salud Mental de los hospitales generales.
De acuerdo con la OMS, la salud mental es considerada como un “proceso dinámico de bienestar que permite a las personas desplegar sus habilidades, afrontar el estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera, y hacer una contribución significativa a sus comunidades”, por tanto, resulta de interés general una verificación de la eficacia de todo aquello que sume a este tipo de protección social.