La trágica historia de una joven en Irlanda que los doctores le dijeron que "no tenía nada malo" y ya lleva cinco órganos extirpados

Laurene Agnew, sufrió la mayor parte de su vida con dolores que los doctores le aseguraban eran "premenstruales". Laurene, atravesó todo tipo de análisis y siempre le daban el mismo veredicto: "no tienes nada malo".

Ahora, a sus 35 años, Laurene ha perdido sus trompas de Falopio, el apéndice, el útero y el cuello uterino, como consecuencia de una dura y prolongada lucha contra la endometriosis.

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¿Qué le dijeron las especialistas?

En sus primeros intentos por obtener atención médica, Laurene fue desestimada con el argumento de que sus síntomas se relacionaban con su peso corporal. “Y, para ser sincera, el doctor me rechazó la mayor parte, ya que en ese momento yo era más corpulenta”, afirmó. A lo largo del tiempo, recibió diversas explicaciones para su dolor. “Era porque era demasiado grande. Era porque tenía un umbral de dolor bajo. Era porque no comía sano. Siempre había una razón”, declaró.

¿Qué enfermedad tiene Laurene?

A los 16 años se sometió a una primera laparoscopía exploratoria, procedimiento que no reveló ninguna anomalía relevante. En aquel momento, el especialista concluyó que no existía motivo de preocupación.

Recién a los 22 años la situación comenzó a modificarse, impulsada por el apoyo de su actual esposo, Chris, quien se encargó de documentar con precisión cada uno de los síntomas que presentaba. No obstante, pese a contar con ese registro minucioso, sus pedidos de atención continuaron siendo ignorados por parte del personal médico.

No fue sino hasta que reportó sangrado durante las relaciones sexuales que sus preocupaciones comenzaron a ser tomadas con seriedad. Un especialista accedió entonces a realizar una intervención quirúrgica, anticipando que, en el peor de los escenarios, se trataría de una endometriosis leve. Sin embargo, durante la operación se descubrió que los órganos de Laurene estaban completamente invadidos por una endometriosis en etapa cuatro.

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¿Qué opina Laurene sobre su terrible enfermedad?

La lucha contra esta enfermedad ha representado un enorme desgaste económico. Según cuenta, todos sus recursos se agotaron en el intento por hacerle frente. Ella y su esposo, Chris, renunciaron a su boda, a la luna de miel y a años de ahorros con el objetivo de costear las intervenciones quirúrgicas necesarias. Desde hace más de una década no toman vacaciones, ya que todos los fondos han sido destinados a su atención médica.