Desde hace bastante tiempo, los latinoamericanos se despiden del año viejo con distintas tradiciones y costumbres. Una de las más conocidas es la quema de muñecos. Esta especie de rito busca dejar atrás y destruir todo lo malo que dejó el año que está por terminar.
Los latinoamericanos despiden el año viejo con la quema de muñecos. Foto: AFP
Así, los clásicos preparan a su muñeco con ropas viejas, paja, cartones, papeles y pirotecnia, mientras que los más modernos deciden comprarlos ya armados, los cuales son en su mayoría representaciones de personajes del espectáculo, el deporte y la política, como presidentes de la región.
El inicio de la quema de muñecos como un rito por Año Nuevo habría nacido en Ecuador, de acuerdo a Odi Gonzales, profesor de estudios latinoamericanos y andinos en la Universidad de Nueva York, quien señala que esta tradición latinoamericana se produjo como resultado del mestizaje, la mezcla racial y cultural entre españoles y los pueblos indígenas.
De esta manera, los antiguos rituales paganos europeos, como las Saturnales de los romanos o los rituales celtas y el Olentzero en el País Vasco y Navarra en España, habrían sido adaptados por los indígenas americanos, quienes eran víctimas de la represión española. Ellos elaboraban sus muñecos con una fisonomía europea y ojos azules o verdes.
En la década de los 60's los ecuatorianos armaban sus muñecos con ropa usada. Foto: Curiosidades de la historia del Ecuador/Facebook
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Por su parte, María Belén Calvache, especialista en política y tradiciones de Ecuador, explicó en entrevista para The New York Times que este país cuenta con registros de estas prácticas, sobre todo en el sector de Otavalo, donde se acostumbraba quemar “al señor feudal” en diferentes fiestas de solsticio en diciembre, marzo y junio, como un símbolo de regeneración.
Sin embargo, la tradición, tal como se conoce ahora, no se llevó a cabo hasta inicios del siglo XIX en las principales ciudades ecuatorianas de la sierra andina, como Quito y Guayaquil, según los historiadores. Estas quemas formaban parte de la culminación de las celebraciones católicas, las cuales duraban unos 10 días, con lo que se marcaba el fin del año, desde el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, hasta el Día de Reyes, el 6 de enero.
Quema de muñecos en Ecuador. Foto: El Universo
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El 31 de diciembre, un grupo de personas enmascaradas y vestidas de blanco, como viudas en duelo, sacaban a las calles muñecos de trapo que representaban a ancianos borrachos, explica Calvache. Como los borrachos no dejaban testamentos, las viudas deambulaban pidiendo dinero. A la medianoche, el muñeco se quemaba y se leía un testamento en el que se “dejan diferentes cosas a los deudos”, que por lo general eran presagios satíricos o deseos de prosperidad.
Para Alfonso Ortiz Crespo, historiador y arquitecto ecuatoriano, estas festividades se desarrollaban fundamentalmente en una sociedad agraria y trabajadora, que veía en las fiestas de fin de año una fórmula de escape. “Era un tiempo de burlarse del otro, no solamente de la autoridad civil, sino también burlarse del vecino, el amigo y el pariente o del enemigo político”, detalla.
Estas festividades se desarrollaban fundamentalmente en una sociedad agraria y trabajadora. Foto: captura El Universo
Costumbre en algunos estados, como Lara, Táchira, Mérida y Zulia, donde usualmente en cada barrio o urbanización se fabrica un muñeco con la ayuda de la vecindad. Una vez hecho el monigote, se le coloca en una esquina o lugar estratégico para pedir una colaboración para la compra de los fuegos artificiales que llenan la figura. Minutos antes de las 12.00 de la noche, todos se reúnen en las puertas de sus casas para observar la quema del “año viejo”, a la cual se suma el acostumbrado abrazo de fin de año.
En Venezuela la tradición se realiza en lugares como Lara, Táchira, Mérida y Zulia, Foto: NTN24
Es conocida como la Quema de Monos por los chilenos de las regiones como Arica, Iquique, Antofagasta y Tocopilla. Esta última presenta grandes esculturas, las cuales forman parte de un concurso apoyado y premiado por la municipalidad local. Asimismo, se realizan salnatrones (popularmente llamados salitrones), hogueras con grandes cantidades de salitre en riscos a orillas del mar, que provocan grandes estruendos y una atmósfera bastante especial.
En Tocopilla realizan concurso de grandes esculturas que son posteriormente quemadas. Foto: @TocopillaOnline/Twitter
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Desde hace más de 70 años, en la ciudad de La Plata, los vecinos de barrios se reúnen para presenciar “la quema de momos”, unos muñecos gigantes que son confeccionados por niños, adolescentes y adultos, quienes revisten de papel maché las estructuras de madera, hierro y alambre, con las cuales representan personajes infantiles, figuras del deporte, del arte y la política. Esta actividad forma parte de un concurso organizado por las mismas autoridades municipales.
La Plata recibió el 2022 con la quema de unos 50 muñecos. Foto: Municipalidad de La Plata
El ritual de la quema de los muñecos por el Año Nuevo inicia unos tres días antes del 31 de diciembre. El monigote es puesto al frente de la casa con un recipiente para recaudar fondos para comprar cohetes y golosinas. En Veracruz, los indígenas mixe-popolucas realizan una danza conocida como el chenu, nombre que se le da al muñeco. Los danzantes, conformados por niños y jóvenes, se disfrazan de diablos con ropa de color rojo, máscaras con cuernos, cola y un tenedor largo construido de madera.
“El Chenu”, nombre que se le da al muñeco que se quema en Veracruz. Foto: composición LR/ México desconocido