Carlo Bravo Ruiz
Desde Ucrania, especial para La República
El drama de los refugiados tiene una cifra escalofriante: ocho millones desde que se produjo la invasión rusa. La gran mayoría cruzan por los pasos fronterizos con Polonia, en la frontera occidental. La crisis colapsó los servicios migratorios y se dan casos de mala atención provocada por el estrés propio de una situación que no se repetía desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero la solidaridad internacional acudió al auxilio de los refugiados. Esto lo comprobamos apenas cruzamos la frontera desde la ciudad polaca de Medyka hasta Shejyni, en Ucrania.
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Voluntarios Ucrania
En el camino nos topamos con verdaderos héroes civiles que ayudan a los refugiados. Tal es el caso de Mark Chernyavsky, quien abandonó su natal Ucrania en 1989 tras la crisis provocada por la desaparición de la Unión Soviética. Mark migró a San Francisco, en California, e interrumpió su vida familiar (ya es abuelo) y dejó su zona de confort para viajar a su patria y apoyar a sus paisanos.
Allí, en medio de la crisis de refugiados conoció a Simon Blincow, un expolicía británico, que decidió interrumpir su jubilación y dejar de ver a su único nieto para viajar a la zona de guerra.
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Ambos trabajan hombro a hombro con Arthur Smith, un joven expolicía inglés que instaló una ONG que apoya a los ucranianos. Si usted, amigo lector, quiere apoyar esta labor, le recomiendo visitar la página www.roadtoukraine.com o en Instagram @convoytoukraine.
Yo interrumpí mi trabajo como reportero para seguir el ejemplo de estos personajes.
Arthur Smith ONG