En el mundo se cuentan hasta 1.400 medidas de protección social decretadas por los gobiernos de todo el mundo para evitar que el aumento de la pobreza se acentúe, producto de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es insuficiente.
Olivier De Schutter, relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, publicó el viernes 11 de septiembre un informe en el cual advirtió a los líderes mundiales que todavía no se ha visto lo peor.
La recesión económica provocada por la enfermedad COVID-19 no tiene precedentes en tiempos de paz desde la Gran Depresión, la mayor crisis financiera global que inició en 1929 y afectó la década de los 30. Hasta un incremento en la pobreza de 176 millones de personas proyecta el relator.
“Las peores consecuencias de la crisis sobre la pobreza están aún por venir”, vaticinó De Schutter, quien lamentó que muchos de los programas de protección social se han eliminado gradualmente o podrían no renovarse, si hay cambios de gobierno en comicios.
Aunque los gobernantes han aprobado acciones que representan alrededor del 0,4% del producto interior bruto (PIB) mundial, las consideran escasas. “Estas medidas son generalmente cortoplacistas, la financiación resulta insuficiente y muchas personas inevitablemente han quedado en el olvido”.
“Numerosos programas también requieren que las solicitudes se completen en línea, lo cual de facto excluye a amplios grupos de la población sin acceso a internet o con bajas competencias digitales”, agregó.
Entretanto, a falta de una vacuna respaldada por la ONU se registran 29.107.971 casos confirmados de coronavirus, de los cuales 926.910 han fallecido y 20.947.030 se han recuperado, según el sitio web de referencia en cuanto a estadísticas en tiempo real, Worldometers.