El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, desplegó una aduladora y florida prosa en las cartas que escribió para forjar su relación diplomática con Donald Trump, de acuerdo con un nuevo libro sobre el presidente de Estados Unidos.
La relación personal entre ambos dirigentes ha sido clave en la conducción entre Washington y Pyongyang, pasando de los insultos mutuos y las amenazas de guerra a una declaración de amor de Trump.
“Rage”, del periodista Bob Woodward, del diario The Washington Post, revela 25 cartas entre ambos líderes en las que Kim halaga a Donald Trump para forjar una amistad inusual.
Dirigiéndose a Trump como “Su Excelencia”, las cartas de Kim Jong-un están plagadas de un lenguaje adulador y comentarios personales, de acuerdo con transcripciones del libro publicadas por CNN.
“Incluso ahora, no puedo olvidar ese momento de la historia cuando estreché firmemente la mano de Su Excelencia en el hermoso y sagrado lugar mientras el mundo entero observaba con gran interés y esperanza revivir el honor de ese día”, escribió Kim a Trump el día de Navidad de 2018, después de su primera reunión en Singapur.
Fue el primer encuentro entre un líder norcoreano y un presidente de Estados Unidos, e incluso después del fracaso de su segunda cumbre en Hanoi, Kim describió al encuentro de Singapur como “un momento de gloria que permanece como un recuerdo precioso”.
“También creo que la profunda y especial amistad entre nosotros funcionará como una fuerza mágica”, añadió Kim Jong-un en una misiva de junio de 2019.
Tres semanas más tarde, ambos se reunieron en un encuentro planeado con poca antelación en la zona desmilitarizada que divide la península de Corea.
Antes del encuentro, Donald Trump escribió al líder norcoreano que habían compartido “un estilo único y una amistad especial”. “Solo tú y yo, trabajando juntos, podemos resolver los problemas entre nuestros dos países y terminar con casi 70 años de hostilidad”, escribió Trump. “¡Será histórico!”.
Sin embargo, los esfuerzos por desnuclearizar a Corea del Norte han sido pocos desde la cumbre de Singapur, e incluso los jefes de los servicios de inteligencia de Estados Unidos han advertido que es poco probable que Pyongyang entregue alguna vez sus armas nucleares.