Se resuelve el misterio de las huellas de dinosaurios en el techo de una cueva

El misterio que rodeaba por más de 50 años a las huellas de dinosaurios encontradas en el techo de una cueva en el centro de Queensland (Australia) ha sido resuelto al fin, según se anunció a través de una investigación publicada este lunes 17 de febrero por la revista Historical Biology.

“Los exámenes anteriores de las huellas del techo sugirieron un comportamiento de dinosaurio muy curioso; que un terópodo carnívoro caminaba sobre las cuatro patas. Se supone que el T-Rex no usó sus brazos para caminar, y tampoco esperábamos que uno de sus parientes depredadores anteriores de hace 200 millones de años lo hiciera”, explica en un comunicado Anthony Romilio, paleontólogo de la Universidad de Queensland.

El experto trabajó junto a un grupo de colegas para determinar si este dinosaurio podía moverse usando sus pies y brazos, pero acceder al material de investigación se les complicó. “Durante una década, el yacimiento de huellas de Mount Morgan ha estado cerrado, y las fotografías publicadas en la década de 1950 no muestran las cinco huellas existentes”, precisó Romilio.

Sin embargo, el investigador pudo reunirse con Roslyn Dick, una dentista del lugar cuyo padre, un geólogo, encontró muchos fósiles de dinosaurios a lo largo de los años.

“Nuestro padre informó en 1954 de que las cuevas de Mount Morgan contenían huellas de dinosaurios. Además de su relato publicado, tenía fotografías de alta resolución y cuadernos detallados. Mis hermanas y yo lo habíamos guardado todo, incluso tenemos su yeso de huella de dinosaurio almacenado”, sostuvo Dick.

Anthony Romilio asegura que la riqueza y la condición de la ‘información sobre dinosaurios’ archivada por la doctora Dick y sus hermanas fue increíble. “He digitalizado las fotos analógicas e hice un modelo virtual en 3-D de la huella del dinosaurio. En combinación con nuestra comprensión actual de los dinosaurios, contó una historia bastante clara”, indicó.

Dinosaurios herbívoros de dos patas

El equipo llegó a la conclusión que las cinco huellas eran impresiones de los pies y ninguna era huella de dinosaurios terópodos. Además, los dedos extendidos y el dedo medio moderadamente largo de las huellas parecían huellas de dinosaurios herbívoros de dos patas, que diferían de las huellas de terópodos.

Al respecto, Anthony Romilio dijo que “en lugar de un dinosaurio caminando sobre cuatro patas, parece que tenemos dos dinosaurios por el precio de uno, ambos comedores de plantas que caminaron bípedos a lo largo de la orilla de un antiguo lago”.

“Las huellas que recubren el techo de la cueva no fueron hechas por dinosaurios colgando boca abajo, sino que los dinosaurios caminaron sobre el sedimento del lago y estas huellas estaban cubiertas de arena. En las cuevas de Mount Morgan, el sedimento más suave del lago se erosionó y dejó rellenos de arenisca más dura”, puntualizó.

(Con información de Europa Press)