Escupió en una pizza antes de entregarla y lo condenan a dos años y medio de cárcel [VIDEO]
El repartidor de Turquía argumentó que su intención era “soplar el polvo de la caja”; sin embargo, el video de las cámaras de seguridad demostraron lo contrario.
Un repartidor de pizza fue condenado a dos años y medio de cárcel por una corte de Eskisehir (Turquía), luego que en 2017 un video registró como escupió en una pizza antes de entregarla al cliente.
El hecho tuvo lugar en diciembre de ese año, cuando el propietario del edificio revisaba las cámaras de seguridad, y se encontró con el acto del repartidor, identificado como Burak S. El dueño del lugar hizo la denuncia y el video no tardó en hacerse público, informa el portal Daily Sabah.
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En dicho video se observa al sujeto escupiendo sobre la pizza y grabando la escena con su propio teléfono. Todo esto antes de tocar la puerta del departamento donde debía ser entregada la comida.
Huseyin Alyuz era el cliente que recibió la pizza con saliva. Según informó el medio antes mencionado, Alyuz había tenido una discusión con otro empleado del restaurante al momento de realizar su pedido.
Tras el incidente, la empresa tomó como primera acción despedir al repartidor, además de exigirle el pago de una multa de 4 000 liras turcas (675 USD) “por poner en peligro la salud del cliente".
Posteriormente, se han realizado cinco audiencias correspondientes al juicio en contra de Burak. El fiscal que estuvo a cargo del caso, solicitó una pena de hasta 18 meses de cárcel para el repartidor; sin embargo, el acusado aseguró que su intención era “soplar el polvo de la caja de pizza”, y en la última audiencia siguió rechazando los cargos en su contra.
Luego de escuchar el veredicto final, Alyuz señaló que la pena era insuficiente. “No es algo que solo me ha ocurrido a mí. He escuchado que otras personas han sufrido de semejante abuso”, señaló.
“Estamos hablando del coronavirus en estos días. Uno puede infectarse por el escupitajo de otro”, argumentó, y al mismo tiempo calificó lo ocurrido como “una forma de terrorismo”, confesando que desde ese día no volvió a comer una pizza.
