¿Has visto o tienes en casa un gato tricolor? Los felinos de tres colores, como los calicós o carey, son en su mayoría hembras. Los machos que tienen en su pelaje manchas de color blanco, negro y anaranjadas son muy escasos. Se estima que solo uno de cada 3.000 mininos son machos. ¿Pero sabes a qué se debe este curioso fenómeno? De hecho, la respuesta radica en la genética que poseen estos animales.
El color de estos felinos está codificado en uno de sus genes. Aunque el blanco está presente tanto en machos y hembras, los demás colores como el negro, anaranjado o gris se manifiesta únicamente en las hembras.
Según se explica en una publicación de National Geographic, el color que posee un gato está codificado en dos cromosomas distintos. Cada uno de ellos contiene los genes responsables de la pigmentación, y de su combinación dependerán los colores del pelaje del felino.
Uno de estos genes lleva la información del color blanco. Este está presente en todos los gatos, independientemente de su sexo. Mientras que los pigmentos negro y anaranjado se producen gracias a un gen que solo está en el cromosoma sexual X. Por ello, debido a que las hembras tiene dos de estos cromosomas, es más habitual encontrar gatas con un pelaje de tres colores.
Los gatos calicós y carey son en su mayoría hembras. Foto: composición LR/Soy un gato
En el caso de los gatos es diferente, ya que al contar solo con un cromosoma X las probabilidades son casi nulas. Las posibles combinaciones de sus genes solo le permitiría al felino obtener dos colores en su pelaje como máximo.
Sin embargo, sí existen gatos con pelajes de tres colores, pero esto se debe a una alteración genética llamada síndrome de Klinefelter, en el que se duplica el cromosoma X. Como resultado, el minino podrá tener a la vez pelaje negro, anaranjado y blanco, o anaranjado, gris y negro.