(Texto y fotos: Marco Cotrina)
Botes artesanales acordonan parte de la zona afectada para evitar su expansión.
Derrame de petróleo en Ventanilla. Foto: Marco Cotrina/ La República
En el local del centro dirigencial de los pescadores de Ancón, estos aguardan cualquier indicación de la capitanía y cualquier novedad referente al desastre.
Derrame de petróleo en Ventanilla. Foto: Marco Cotrina/ La República
El pescador acondiciona las esponjas, que sirven como barreras absorbentes de la sustancia oleaginosa que se ha esparcido a lo largo del mar del norte chico. Él ha decidido colaborar con lo que sea necesario.
Derrame de petróleo en Ventanilla. Foto: Marco Cotrina/ La República
Los pescadores artesanales de Ventanilla y Ancón casi siempre extraen pejerrey, pero ahora están dándole mantenimiento a su bote por el petróleo que se ha pegado en su chasís.
Derrame de petróleo en Ventanilla. Foto: Marco Cotrina/ La República
La pesca artesanal no puede retomar sus actividades a plenitud y crece la desconfianza entre quienes antes consumían a ojos cerrados lo que ellos llevaban del mar a la mesa.
Derrame de petróleo en Ventanilla. Foto: Marco Cotrina/ La República