Texto y fotos: Juan Carlos Cisneros
Gaby Cutipa Mamani tiene 15 años. Para escuchar Aprendo en casa, con sus compañeros de aula, trepan un cerro aledaño a su vivienda para captar la señal de Radio Nacional. Ya en la cumbre, cubiertos con mascarillas, utilizan como sillas las rocas para atender las clases. Acá también captan internet en los celulares para mandar las tareas a sus maestros. Los trabajos los envían por WhatsApp. Desde el inicio de la pandemia, marzo del 2020, así se educan los alumnos del José Antonio Encinas. Esta institución educativa se encuentra en el centro poblado de Amparani-Acora, a hora y media de la ciudad de Puno.
En Amparani aún no llegaron las tablets prometidas por el Gobierno. Los padres optaron por comprar smartphones. Un buen equipo pasa de los S/ 500. Si en casa son más de dos hijos, la inversión es mayor, dice el alcalde Valeriano Cutipa. Además, deben recargarlo con datos y una recarga de S/ 5 les dura entre 3 y 4 días.
clases a distancia aprendo en casa la contra foto: juan carlos cisneros
Los escolares de la comunidad de Amparani captan señal de internet y radio en este cerro. Es el ejercicio de todos los días laborales, escalar para hacer sus quehaceres. Los maestros apelan a la creatividad para que no dejen de aprender.
clases a distancia aprendo en casa la contra foto: juan carlos cisneros
“En mi casa la señal de radio entra borrosa. Preferimos subir al cerro, ahí es buena”, nos dice Gaby Cutipa. A veces, se conectan con sus maestros por Google Meet. Ella siente que con la educación virtual aprende poco. Quisiera clases presenciales.
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