Texto y fotos: Antonio Melgarejo
En tiempos normales, las enfermeras del Instituto Nacional del Niño de San Borja chequean los signos vitales de sus pequeños pacientes, les suministran los medicamentos que necesitan para recuperarse, los ayudan a desplazarse. En estos meses han debido ser consuelo, aliento y mano cariñosa ante la ausencia de padres y familiares de los pequeños que están a su cargo. Su trabajo ha salvado vidas.
Control a un bebé de un mes de nacido.
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Las enfermeras chequean la capacidad pulmonar de este pequeño de cuatro meses con este sensor en el pie.
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Enfermera ayuda a dibujar a una pequeña paciente.
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Llegada de un niño sospechoso de Covid-19 al hospital.
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“Debemos suplir a los padres de los niños”.
mirtha vicente
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“Es muy triste ver llorar a un niño”.
tania felles
El enorme esfuerzo de las enfermeras se ve coronado cuando uno de sus pacientes logra superar el virus.
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