Texto y fotos: Juan Carlos Cisneros
Con 6.000 casos y 10 muertes diarias, la región Puno ve saturados sus servicios de salud frente a la arremetida del coronavirus. Hace dos meses, Puno, como otras regiones del sur del país, parecía protegida contra la enfermedad debido al frío y la altura. Todo aquello fueron meras suposiciones. En la capital de la región se vive lo mismo que en el resto del país: falta de balones de oxígeno, falta de camas UCI y desesperación.
Familiares de pacientes a la espera de alguna noticia.
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Personal de funeraria en cementerio Layakakota. Foto: Juan Carlos Cisneros
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Personal de funeraria se despide de víctima del virus.
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