Edwin Carrasco es un músico apurimeño que decidió fusionar la electrónica con sonidos andinos. Su nombre artístico: Tayta Bird, representa perfectamente su estilo. En sus canciones se puede apreciar el uso de charango, violín andino y pampa corneta, así como sampleos de la voz de José María Arguedas y Picaflor de los Andes. En 2014 ganó el I Concurso de Producción Musical Electrónica con su tema “Apu Yaya”.
¿Cómo te iniciaste en la música?
Comencé desde muy joven, en una banda de indie rock con mis amigos, pero no me dedicaba al 100%. En abril de este año es cuando decido dejar todo, empezar de cero y abocarme por completo a la música.
¿Qué te motivó a comenzar?
Fue en una etapa de crisis existencial. Decidí regresar a mi pueblo Uripa, Apurímac, para estar con mi familia y la naturaleza. Me fui sin un plan, pero desde el primer día que llegué empecé a sentir esa reconexión con la música.
Empezaste un proceso de descubrimiento.
Sí. Viajé de pueblito en pueblito, conociendo personas y haciendo que me hablen de sus experiencias. En mi recorrido entendí que debía plasmar esas historias en música. Empecé a probar ritmos de la sierra y me di cuenta que podía amalgamarse con la música que hacía anteriormente, pero sin dejar mi pasado.
¿Cómo defines tu estilo musical?
Lo llamo “folclore futurista”, por la experiencia que trato de transmitir en mis conciertos. En ellos mezclo la danza, vestimenta y elementos visuales, recogiendo sonidos de mi pasado. Si hablamos en un término más sencillo, sería electrónica fusionada con música andina.
Tayta Bird
¿Cuál es tu proceso creativo?
Para componer mis temas, primero pienso en una imagen. Una de ellas es mi madre, hermana y yo en la cima de una montaña viendo el atardecer. Esa escena que se ha quedado grabado en mi memoria es el punto de partida para “Ancestros”.
Y para “Wifala”, que es otro de tus temas más conocidos
Mi abuelo cantando y tocando su quena afuera de nuestra casa. Desde ahí observaba al apu Ayavi, que es la montaña que cuida todo nuestro pueblo.
¿Lima te podría dar esas imágenes?
La ciudad es un poco agresiva para cualquier ciudadano, por el tráfico y la bulla. Aún no he compuesto ninguna canción inspirado aquí.
¿Qué público es el que buscas que escuchen tus canciones?
Mi música es para jóvenes que están en proceso de consolidar su personalidad, que aún no han tenido esa conexión con la música andina. Quiero que al escucharla se sientan orgullosos de sus raíces.
¿Una sensación similar a la que tuviste tú?
La música me ayudó a fortalecer mi personalidad. Me encontraba en un momento en el que no me aceptaba como andino y me ayudó a reconectarme. Podía seguir haciendo lo que me gustaba, pero añadiéndole sonidos más enriquecedores que dejaron nuestros ancestros.
Con las plataformas virtuales que existen, ¿buscas aún sonar en la radio?
Considero que sí. Todavía es una meta, porque si llego a sonar en las radios haciendo mi estilo, puedo llegar a más jóvenes con el mensaje de no olvidarnos de nuestro pasado. He tenido oportunidad de presentar mis temas en radios independientes, pero no en masivas, así que aún es algo que quiero cumplir.