Guillermo Castañeda, director peruano de ‘Los patos y las patas’ responde a críticas: “Mi película no repite a los mismos actores de siempre”

Guillermo Castañeda, actor, guionista y ahora director peruano de 39 años, acaba de estrenar su más reciente proyecto: la película ‘Los patos y las patas’, una comedia nacional que está abriéndose espacio en la cartelera.  

Tras años de trayectoria en la actuación y de formar parte de recordadas producciones televisivas y cinematográficas ('El guachimán', 'Graffiti', 'Cómo en el cine', 'Vivo o muerto'), el comediante se aventura con una cinta que lleva su sello personal, reflejando su pasión por el entretenimiento y su apuesta por historias ligeras que conectan con el público.

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— ¿Te gusta dar entrevistas a los medios?

— No, no tengo problema. Siempre he estado ligado a los medios, he trabajado en radio y televisión entrevistando desde el otro lado, así que lo disfruto. Sé que a muchos actores y actrices les incomoda, pero en mi caso me gusta.

— ¿Cómo te sientes con el recibimiento que ha tenido tu película Los patos y los patas?

— Me ha sorprendido positivamente. En la conferencia de prensa, muchos periodistas me compartieron sus comentarios antes de entrevistarme: nostalgia, emoción, diversión. Siento que la reacción ha sido bastante buena. Ahora lo importante es que vaya público, que se active el boca a boca. Estoy contento porque es una historia bonita, divertida y nostálgica, y lo que está en pantalla ya no se puede modificar.

— ¿La taquilla determina si una película es exitosa?

— Influye, pero no determina la calidad. Hay películas premiadas en festivales que aquí no tuvieron mucha aceptación. El éxito depende también del marketing, del trabajo del equipo, de la aceptación del público y del boca a boca.

— Algunos usuarios mencionan que tu película repite a los mismos actores de siempre. ¿Qué opinas?

— No es así. Gian Piero Díaz no actuaba en cine hace más de diez años y para las nuevas generaciones él es conductor de realities, no actor. Diego Villarán debuta en cine y es un gran talento. Francisca Aronsson tampoco trabaja en Perú desde hace tiempo. Además, 'Los patos y los patas' se arriesga con un viaje en el tiempo, es una comedia familiar distinta. No buscamos alejarnos de lo ya visto, sino contar una historia en la que creíamos.

—¿Cómo ha sido la experiencia de dirigir una película?

— Muy exigente. Yo ya había producido, pero como director tienes que aprobar todo. Fue un trabajo de liderazgo, escucha y adaptación con cada área. Hubo cansancio, meses intensos de trabajo, pero no me arrepiento. Por ejemplo, pasé casi cuatro meses junto a Raúl Romero revisando el guion. Han sido casi tres años de armado del proyecto y el resultado refleja ese esfuerzo.

—¿Es rentable hacer cine en el Perú?

— Más que rentable, es un riesgo. No es como un negocio de comida, como de Pollo a la Brasa, donde sabes que habrá clientela. El cine compite con muchos factores: desde otra película fuerte hasta un concierto que distraiga al público. Hacer cine aquí es de aventureros, pero lo hacemos porque nos apasiona contar historias.

—¿Cómo se financió 'Los patos y los patas'?

— Fue una producción privada con el apoyo de tres o cuatro marcas auspiciadoras. Ya teníamos un respaldo por la película anterior, Vivo o Muerto, lo que nos permitió seguir trabajando. La idea es recuperar y ganar lo suficiente para seguir produciendo.

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—¿En otras películas tuviste que invertir tu propio dinero?

— Sí, y es un riesgo. Es como poner tus ahorros en un banco que quizá no te devuelve. Pero en mi caso valió la pena. Eso me ha permitido producir dos películas y dirigir una.

—¿Sientes miedo o ansiedad de que 'Los patos y los patas' no tenga el recibimiento esperado?

— Ese riesgo siempre existe. Nadie ha descubierto la fórmula, salvo Disney. Pero confío en este proyecto. Hemos sentido buena reacción en los focus group y en funciones previas. Es una película humana, divertida, que conecta tanto con quienes vivieron los 90 como con quienes no.

—¿Te hubiera gustado cambiarle algo a la película?

— Siempre quedan detalles, sobre todo en los chistes. Pero aprendí a soltar. Como director tienes que desprenderte y aceptar que la película es así, con virtudes y defectos. Estoy orgulloso del resultado.

—¿Cuál es tu sueño como artista?

— Entretener. No tengo un objetivo puntual como “quiero llegar a tal lugar”, sino que me gusta divertir a la gente, ya sea como actor, comediante, guionista, en radio o en cine. Mi sueño es seguir entreteniendo siempre, en el espacio que me toque.

—¿Qué proyectos tienes ahora?

—Estoy produciendo junto a Gian Piero Díaz un proyecto digital llamado 100% hinchas, una reversión de 100% fanáticos. También tengo propuestas de actuación que estoy evaluando.

—¿Hacer comedia es lo más rentable en el Perú?

— No sé si lo más rentable, pero sí conecta mucho. A los peruanos nos gusta reírnos. Mi tesis en la universidad fue sobre humor en los medios y descubrí que incluso en espacios serios siempre hay humor. La comedia me permite compartir y aliviar un poco lo que vivimos día a día.

— Ahora que estás casado, ¿piensas tener hijos?

—Sí, está en planes.

—¿Te gustaría que sigan tu misma carrera?

—No necesariamente, pero sí quiero fomentar el arte. El arte es nuestra primera forma de expresión: un dibujo, una canción, un poema. Apoyaría cualquier inclinación artística, aunque no se dediquen profesionalmente. Lo importante es que el arte siempre esté presente en sus vidas.