En el 2021, el economista David Card fue uno de los tres galardonados con el Premio Nobel de Economía, en donde se le reconoció por sus contribuciones empíricas a la economía laboral, en la cual sostiene que el salario mínimo no destruye el empleo.
Precisamente, hace unas semanas, el Gobierno español elevó en 8% el salario mínimo hasta los 1.080 euros. Ante ello, Card se mostró sorprendido sobre el poco incremento que se ha dado. "Para una persona que trabaje a tiempo completo apenas supone ocho euros a la hora", dijo el economista en entrevista a El País.
Asimismo, ratificó su postura de que no es malo que se de un incremento de la remuneración mínima. Explica que las empresas se resisten a dar aumentos porque anticipan que van a tener que pagar salarios altos y que si no recortan su personal tendrán menos beneficios económicos.
"Los datos del sector de la restauración en Estados Unidos indican que las subidas del salario mínimo se trasladan casi por completo a los clientes. Pasa algo parecido en otros sectores. El dueño de una tienda en un centro comercial, por ejemplo, intentará negociar una reducción del alquiler con el propietario del local, y en la agricultura puede hacer bajar el precio de los terrenos. La subida del salario mínimo no crea ni destruye valor, solo lo redistribuye. La gente que sale perdiendo se queja, y quienes salen ganando están a favor. Tiene todo el sentido", comentó David Card al medio español.
El economista también señaló que cuando hay un incremento de salario, el impacto negativo no es la destrucción de los puestos de trabajo en el corto plazo, sino que hay menos incentivos para que las empresas inviertan, lo cual se traduce en un deterioro de las perspectivas del empleo.
"Algunas empresas podrían dejar de crear puestos de trabajo que de otro modo sí crearían. En el lado positivo, las grandes empresas han adquirido mucho poder de mercado en los últimos 25 o 30 años y la subida del salario mínimo puede contrarrestar esa distorsión en la economía", afirmó.