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Economía

La resiliencia peruana frente al enemigo invisible

Los sectores económico, laboral, financiero y previsional, de asistencia social y emprendimientos son claves para la recuperación económica del país, durante y post pandemia de la COVID-19.

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Efecto COVID-19. La pandemia trajo efectos negativos para la economía, reflejado en los millones de empleos que se perdieron durante el confinamiento. Composición: Jair Sarmiento.

¿Cómo empezó? El 6 de marzo de este año, se reportó en Perú el primer caso de COVID-19 esto ocasionó que el Gobierno anunciara el Estado de Emergencia Sanitaria a nivel nacional. A dicha medida y tras el registro de pérdidas humanas se sumó el desplome abrupto de la economía como consecuencia de la paralización de casi la totalidad de actividades productivas como medida de contención.

En un inicio las expectativas de crecimiento económico en el país se frenaron con la llegada de la COVID-19. El virus, que estalló en China, golpeó más de lo previsto y el efecto también tocó a las empresas y luego de ello a los empleos. El reto de diversas naciones ha sido el reflote de la economía y que esto se vea reflejado en la recuperación del empleo.

Con el brote del coronavirus, las previsiones económicas en el país apuntaban a un efecto de corto plazo, pero el impacto fue mayor.

De acuerdo con las previsiones oficiales del gobierno, detalladas en el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) 2021-2024, este año el PBI caerá en 12,0% y crecería en 10,0% en 2021 para avanzar en 4,5% en promedio entre el 2022 y el 2025.

Recuperándonos del golpe

El confinamiento no solo ha significado que los ciudadanos se mantengan a buen recaudo en sus casas, sino también implicó que la actividad económica opere solo a un 44,1% entre parte de marzo y abril. Esta paralización generó que el Producto Bruto Interno (PBI) caiga abruptamente en 40,49% en abril último.

“(Antes de la pandemia) la economía crecía, pero lentamente. Los empleos mejoraban de a pocos y los salarios aumentaban. Con la pandemia eso se complicó en todo el mundo, especialmente en Perú, porque las medidas fueron draconianas”, sostuvo Elmer Cuba, economista de Macroconsult.

Por su parte, el exministro de Economía Luis Miguel Castilla, manifestó que la actual pandemia evidencia el poco soporte de muchas empresas, las cuales se vieron obligadas a quebrar. Sin embargo, destacó que otras sí pudieron mantenerse activas, pero que de igual manera se han visto afectadas por la baja demanda.

Para Castilla, ambos casos llevaron a la pérdida de millones de empleos –muchos de ellos de forma muy rápida–, lo que generó una especie de “círculo vicioso”.

“Laboralmente afectó principalmente a tres grupos: informales o independientes, mujeres y jóvenes. Sin duda, son parte de las grandes secuelas que tiene la crisis”, acotó.

Cuba sostiene que el mercado formal también es uno de los grandes afectados y que esto se ha hecho visible en los empleos y recorte de salarios.

Ante lo expuesto y para afrontar el impacto, el Gobierno aplicó medidas para reabrir gradualmente la economía, así como el acceso a subsidios económicos tanto para personas naturales como jurídicas, además de políticas tributarias y financieras.

¿Pero ha sido suficiente? Para Castilla, "el gasto del Estado no fue tan efectivo”, en referencia directa a la entrega del bono universal, por ejemplo.

Asimismo, consideró que la inversión pública en el país ha tenido una baja ejecución. “En algunos sectores hubo una mejora en la ejecución presupuestal, pero en la mayoría se mantiene baja. No se ha logrado dinamizar la demanda”, expresó.

A un mes del Estado de Emergencia (abril), la economía tuvo una menor contracción en mayo (-32,75%), en junio (-18,06%) y en julio (-11,71%), a la par con el reinicio de actividades económicas. El último dato –de agosto de 2020– mostró una caída de 9,82% en línea con la recuperación gradual de la economía.

A diferencia de otros países emergentes, existe en consenso entre los agentes económicos respecto a que el Perú posee una sólida posición fiscal previa. Ello ha permitido mantener la sostenibilidad fiscal y la confianza de los mercados financieros en las fortalezas macroeconómicas del país.

“Perú continuará manteniendo sostenibles sus cuentas fiscales, pues su deuda pública ascendería a 38,0% del PBI en 2021 y, de acuerdo con la trayectoria propuesta de reducción del déficit fiscal, llegaría a 34,6% del PBI en 2030 (niveles bajos entre economías comparables)”, subrayó el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en el Marco Macroeconómico Multianual.

“Si bien se ha recurrido a los ahorros fiscales para afrontar la pandemia en el país, aún existen fundamentos macroeconómicos sólidos”, comentó el exministro Castilla, aduciendo que eso contribuye para solventar una parte del déficit fiscal, pero que seguirá reduciéndose conforme esté latente la crisis de la COVID-19.

“El Gobierno, aparte de endeudarse, tiene cerca de 15 puntos de ahorro público, de los cuales menos de la mitad son líquidos, que se encuentran en el Fondo de Estabilización Fiscal. Ya el MEF lo introdujo a la caja fiscal para hacer uso de él para financiar el déficit”, explicó Castilla, agregando que se necesitará continuar con la recaudación y tener políticas de austeridad para no afectar las finanzas públicas.

Recordemos que para la generación de empleo y aumento de la inversión pública, el Gobierno lanzó el plan Arranca Perú, como mecanismo para generar más de un millón de puestos de trabajos temporales con una inversión superior a los 6.400 millones de soles.

Radiografía del sector económico, laboral y financiero con la pandemia de la COVID-19.

Curar el empleo

Si bien fue necesario el confinamiento para evitar que se propague rápidamente la COVID-19 en el país, las medidas restrictivas tuvieron como ya lo habíamos mencionado un fuerte impacto en el mercado laboral, uno de los más severos, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Las cifras del INEI, revelaron que entre abril y junio –meses de cuarentena total- se perdieron más de 6,7 millones de empleos a nivel nacional, siendo los sectores más afectados: comercio, servicios, construcción y manufactura.

Con el inicio de las fases 1, 2 y 3 de la reactivación económica estos indicadores mostraron síntomas de mejoría. Entre junio y setiembre, más de 1,170 millones de personas perdieron su empleo solo en Lima Metropolitana, frente a los 1,320 millones de puestos de trabajo que se perdieron en el trimestre móvil junio, julio y agosto.

Según estimaciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la Población Ocupada regresaría a niveles precovid hacia el primer trimestre del 2021, sin embargo, la recuperación del empleo se daría más en el lado informal que el formal.

Y efectivamente, los últimos datos en mención revelan que casi 1,5 millones de empleos adecuados se perdieron, lo que equivale a una reducción de casi el 47% respecto al periodo julio–agosto-setiembre del 2019. Mientras que más de 312 mil personas se incorporaron al subempleo, un incremento del 17,9%.

Para revertir esta situación, el abogado laboralista Ricardo Herrera sugiere que el Ejecutivo implemente mecanismos que permitan recuperar en el corto y mediano plazo el empleo formal. Entre sus propuestas está la de aplicar incentivos tributarios para la contratación laboral y el fomento del empleo juvenil.

Según el experto, sería factible que el Gobierno asuma por un tiempo el aporte a EsSalud de los trabajadores en planilla. Esto, según Herrera generaría que las empresas se animen a contratar más personal. También plantea –tal como lo evalúa el Ministerio de Trabajo- un subsidio a la planilla juvenil.

“Sería oportuno adoptar medidas de empleo juvenil, uno de los sectores más golpeados por la pandemia. El Gobierno está pensando subsidiar hasta cierto monto del sueldo un porcentaje de la remuneración durante un periodo de tiempo determinado. Eso es un subsidio directo a la contratación que creo que vendría muy bien”, agregó Herrera.­

Herrera estimó que recién en el 2022 se estarían viendo mejoras en el empleo, y que esto se alinearía a un crecimiento más real de la economía.

Sistema financiero, vehículo de reactivación

Los impactos de la paralización de actividades para frenar el avance de la COVID-19 generó falta de liquidez tanto a las familias como a las empresas, trasladándose en una dificultad para cumplir con los pagos de deudas financieras de más de 6 millones de usuarios.

La primera respuesta de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) fue facultar a las entidades financieras a adoptar medidas de excepción frente al brote de la COVID-19, con el fin de facilitar el pago de créditos vigentes a los deudores y empresas afectadas por el Estado de Emergencia.

Cabe precisar que a inicios de la pandemia, el BCRP optó por reducir la tasa de interés de referencia de 2,25% a 0,25% con el fin de sostener el sistema de pagos y la cadena de créditos de la economía.

De esta forma iniciaron las reprogramaciones y algunos bancos optaron por congelar las deudas por dos meses. Según datos del MEF, durante el periodo de cuarentena se reprogramaron alrededor de 8 millones de créditos por 124 mil millones de soles. Sin embargo, esto vino acompañado de reclamos de los usuarios por el sobrecosto del crédito generado por los altos intereses.

En esa línea, el BCRP lanzó - en junio - un programa de Repos para otorgar liquidez a los bancos y microfinancieras con la condición de que reprogramen las deudas de sus clientes por más de seis meses y con una reducción de tasas de interés de hasta el 20% o dos puntos porcentuales. No obstante, el programa no tuvo mayor éxito con las entidades, y tras tres meses del lanzamiento solo se acogieron cuatro bancos.

En este contexto, desde el Congreso de la República se impulsaron diversas iniciativas legislativas para el congelamiento de deudas, el cual se mantuvo en debate en comisión por más de tres meses, y a inicios de octubre recién llegó al Pleno para su votación. Mientras a la par, el Ejecutivo presentó un proyecto que -según manifestó el presidente de la República, Martín Vizcarra,- “busca solucionar el problema de los créditos personales” mediante una segunda reprogramación de deudas de consumo y Mypes, pero con reducción de tasas de interés.

Tras un largo diálogo, se logró consensuar una norma entre el Ejecutivo y el Congreso, por lo que se aprobó el programa de garantías dirigido a la reprogramación de créditos de consumo, hipotecarios, tarjetas de crédito, vehiculares y Mypes con una reducción de tasas de interés entre el 15% y 25%.

Para el exjefe de la SBS Juan José Marthans, el sistema financiero cumple un rol esencial en la reactivación económica, ya que representa el vehículo de financiamiento de recursos destinados para no romper la cadena de pagos. Tal como se dio mediante los programas crediticios Reactiva Perú y Fae Mype, los cuales alcanzaron a 736 mil empresas aproximadamente.

Sin embargo, consideró que aún queda espacio para la reducción del costo de crédito y si no se dan las condiciones adecuadas, puede haber estancamiento.

“La banca tiene también la función de evitar a toda costa cualquier proceso de deterioro potencial de la calidad de los créditos, y tiene que ser consciente que para eso se necesita la evaluación de riesgo y reducir el costo de crédito promedio. Hay que buscar que generen un programa nuevo similar al Reactiva Perú orientado al sector retail y Mypes”, manifestó el también director de la PAD de la Universidad de Piura.

De otro lado, añadió que a través de esta propuesta se podría buscar mecanismos para que a través del Banco de la Nación o Cofide se genere una línea de financiamiento que cubra las deudas pendientes de los usuarios, de modo que con esos recursos se reprograme o genere un nuevo crédito hasta por 48 meses y con condiciones favorables como periodo de gracia de 12 meses.

gente colas bancos

La reforma pendiente

Las desigualdades sociales, se hicieron más visibles durante la pandemia e impactaron también en el sistema de pensiones. Los altos precios del oxígeno, medicinas y hasta hospitalización de pacientes COVID-19, así como el desempleo, fueron parte de los argumentos que justificaron que el Congreso acepte una liberación de fondos de las AFP.

En junio pasado se aprobó la liberación del 25% de las contribuciones al sistema privado, al cual accedieron 3,7 millones de afiliados. A la par, el Ejecutivo emitió un decreto para retirar hasta 2.000 soles de las cuentas de capitalización, al que otros miles de ciudadanos también accedieron. Y en los próximos días, se aprobaría otra ley que daría el visto bueno a los exaportantes para acceder a un nuevo retiro de fondos. Todavía se discute si darle un tope de hasta 17.200 soles o liberar el 100% sin restricciones.

¿Y en la ONP? Sus 4,7 millones de afiliados siguen en espera de alguna alternativa de liquidez. Y es que, si bien el Congreso logró aprobar en agosto último la ley de devoluciones del 100% de sus fondos, la autógrafa fue observada por el presidente Martín Vizcarra al considerarla inconstitucional por - entre otros motivos - desvirtuar el fin del ahorro previsional, y en consecuencia presentó una contrapropuesta al Congreso que aún sigue en evaluación en las comisiones de Presupuesto, Defensa del Consumidor y Economía.

La iniciativa del Ejecutivo busca una reforma de corto plazo al Sistema Nacional de Pensiones, habilitándola a entregar pensiones proporcionales para quienes no llegaron a los 20 años de aporte mínimo que se exige para tener una pensión mínima de 500 soles al mes. Sin embargo, la propuesta ha sido rechazada en las comisiones de Defensa del Consumidor y la de Trabajo, las cuales irán por la insistencia de la liberación del 100%. De aprobarse esta última opción, el costo fiscal para el país para los siguientes siete meses ascendería a más de 17.000 millones de soles.

“Hay fallas que se pueden mejorar”, reconoció hace algunos días Aldo Ferrini, gerente general de AFP Integra, quien se opone a la liberación del 100% de los fondos.

María Amparo Cruz Saco, investigadora adjunta de la Universidad del Pacífico, consideró que la idea de retirar fondos para la jubilación es “ser cortoplacista” y demuestra no preocuparse por la protección al adulto mayor.

¿Qué esperar de la reforma? Cruz Saco responde: “Extender Pensión 65, en este proceso demográfico de rápido envejecimiento no hay manera de que las personas que cumplan 65 años, en el futuro inmediato, tengan una pensión contributiva. Por ejemplo, de aquellas que se aseguraron a las AFP, más del 80% ya retiró el 95,5% de sus fondos y probablemente la mayoría ya lo gastó debido a la pandemia. Y en la ONP, ahí no hay posibilidad de retiro de fondos, hasta ahora. Algunos reciben una pensión mínima de S/500, pero que cubre solo un pequeño porcentaje de las personas mayores”.

¿Quién apoya al resto?

La investigadora también insiste: “Con la reforma todos los afiliados deben tener cuentas de capitalización individual; y que se fomente de forma creativa la afiliación de ese 75% - de los 18 millones de peruanos que pertenecen a la PEA - que no contribuyen”. Consideró que tanto el Ejecutivo como el Congreso deben evaluar sus decisiones de reforma en base a preguntas como: ¿Se aportará 10% ó 13% del sueldo? ¿Si gano menos de 1.200 pongo 7% y el Estado, cuánto subsidia? ¿Será la edad de jubilación de 65 años para ambos sexos? ¿Y si te quedas más tiempo laborando tendrás una pensión adicional?

Desde la mirada de los exaportantes a las AFP, Ítalo Lescano, presidente de la Asociación de Exaportantes de la AFP, mencionó que “el nuevo administrador previsional debe crear productos atractivos, que hagan que el carnicero, la vendedora de verduras o el chofer, ahorren para su jubilación; y nada mejor que haciendo los aportes a través del pago del IGV”, propuso.

ONP. Miles de afiliados cercanos a los 65 años o superando esa edad esperan recibir una respuesta para una pensión tras largos y arduo tiempo de trabajo. Foto: John Reyes.

Asistencia social

Una de las medidas que el Gobierno emprendió fue la entrega de un subsidio de 760 soles para paliar los embates de la COVID-19 en la economía familiar. En una primera instancia, llegó a 6,8 millones de hogares vulnerables del país en cuatro etapas: #BonoYoMeQuedoEnCasa (2 millones 726.536 viviendas periurbanas), Bono Independiente (773.291 viviendas urbanas) y Bono Rural (966.222).

A este grupo, se le sumó el Bono Familiar Universal para cubrir a otros 2,5 millones de hogares: 1,8 millones de la zona urbana y cerca de 700.000, del rural. Esta primera entrega de subsidios registró problemas como demoras, inexactitud y falta de comunicación, a criterio de la extitular del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), Carolina Trivelli.

“Ha sido muy importante que haya un bono que llegue a varias personas, pero a partir del próximo necesitamos fortalecer programas de carácter focalizado. Es decir, asegurar que lleguen a quien realmente lo necesitan”, resaltó.

No obstante, Trivelli mencionó que la repartición de bonos cumple un rol fundamental en la reactivación económica. “Algunas viviendas ya recobraron sus actividades generadoras de ingresos y con estos 760 soles, han podido o pueden aún pagar algún servicio público o deudas”.

Cabe precisar que el pasado 10 de octubre inició el pago del segundo Bono Familiar Universal, el cual cubrirá a 8,4 millones de hogares y se entregará en cinco fases.

La especialista también plantea que el Gobierno debe redirigir sus políticas sociales hacia medidas que se acomoden a lo que un determinado segmento de la población demanda, no tanto continuar con la ruta vista en los subsidios por la emergencia sanitaria.

''Hasta ahora, como la crisis es tan generalizada, todo el mundo necesita cualquier cosa que les ayude. Para 2021, lo que se exigirá es lo contrario: programas específicos que resuelvan problemas allí donde aprieta el zapato a distintos grupos. Por ejemplo, para las mujeres del sector informal, a los pobladores rurales y familias con niños chicos o adultos mayores'', agregó.

Para ello, Trivelli considera que el Estado debe identificar a la población que requerirá ayuda y conocer de primera mano los problemas y el tipo de programa que ejecutarán para combatirlo.

''Se debe asegurar que, al final de este tramo (COVID-19), terminemos todos con una cuenta y la posibilidad de estar conectados al sistema financiero para que en una pagaduría, como los bonos, se hagan los depósitos en una semana a través de las billeteras electrónicas o Cuentas DNI. Imagina que los 8,5 millones de hogares pudieran recibir en dos semanas el depósito. Sería lo máximo. Eso deberíamos proponernos como meta nacional'', concluyó.

Segundo tramo del Bono Familiar Universal se entregará en cinco fases. Foto: La República

Una oportunidad para reinventarse

Aunque la pandemia impactó fuertemente en los negocios, también ha sido un punto de quiebre para su reinvención, principalmente ligado a lo digital que vino para quedarse.

“La pandemia ha generado incertidumbre, miedo, desorientación y confusión (en los microempresarios) porque no entendían mucho el mensaje del Gobierno sobre qué va a pasar con ellos. Pero, por otro lado, ha desarrollado todas esas habilidades que el emprendedor tiene y que muchos no sabían que tenían”, comenta la consultora empresarial y CEO de Inkanto, Mayra Ortiz.

Ortiz, explicó que algunas mipymes ya estaban fortalecidas y han podido sobrellevar la situación, otras que estaban en sus inicios y han podido construir su camino aprovechando esta nueva coyuntura, innovando de acuerdo con las nuevas necesidades de los usuarios o sectores a los que no habían llegado antes.

Y es que, según enfatiza Ortiz, un empresario nunca deja de ser emprendedor porque siempre tiene que estar creando cosas nuevas, como canales y productos. “Entonces cuando tú mantienes esa llama de la creatividad prendida estás redescubriendo ese potencial”, enfatizó.

La especialista contó que hay emprendimientos que se sintieron inicialmente estancados porque no pudieron acceder a Reactiva Perú.

“Muchos quisieron acceder a Reactiva, pero se dieron cuenta que si no podías ser parte, tenías que buscar otras oportunidades. Entonces tocó descubrir que sí eres capaz de gestionar con los recursos que tienes mirando a tu alrededor y ver hacia dónde puedes estar. Esa ha sido la labor, hacer que aterricen y que empiecen a gestionar desde ese momento el nuevo camino que van a tener que abrir lidiando con esta pandemia”, explica Ortiz.

De otro lado, un aspecto que cada vez toma mayor relevancia en las empresa es la igualdad de género. En ese sentido, Andrea de la Piedra, cofundadora y CEO Aequales, subrayó que las mujeres - en el marco de la pandemia - se han visto más impactadas que los hombres, y que en muchos casos responde a estereotipos y rol del cuidado del hogar.

Por ello, de la Piedra recomendó a las nuevas emprendedoras a identificar su área de expertise, así como las necesidades del entorno inmediato para cubrir la alta demanda.

Asimismo, destacó la importancia de que se promueva la equidad de género en las empresas. “Puede generar una innovación de hasta 6 veces mayor. Uno de los beneficios que se vincula es que hay una correlación en el porcentaje de mujeres en directorios respecto a los resultados financieros y el retorno a la inversión, el cual tiene impacto en las utilidades”.

Emprendedores: reinvención y a seguir

Jorge Muñóz, aún en el juego, prohibido perder

La pandemia no solo ha generado una gran alza en los juegos virtuales, sino también en los tradicionales. Los fabricantes están más presionados que en una usual campaña navideña. “Solo en el caso de los rompecabezas la demanda se ha triplicado en todo el mundo”, comentó Jorge Muñoz, creador de Eureka, una cafetería lúdica que contaba con más de 100 juegos de mesa, la cual funcionaba con normalidad hasta antes del 15 de marzo. La COVID-19 ha sido un nuevo nivel de dificultad para Jorge. ¿Cómo mantuvo vivo su negocio sin que las piezas y sus clientes se reúnan en una sola mesa?

Esta es su historia:

Jorge Chung, Luis Carrión y César Davey te llevan el bar a tu domicilio

La coctelería en el país estaba dando sus primeros pasos en el país, pero como el virus se expandió rápidamente, obligó a los bares a cerrar a nivel mundial debido a la aglomeración de personas. Jorge Chung, Luis Carrión y César Davey iniciaron un concepto peculiar hace casi tres años, en el que se producían brebajes y macerados medicinales. La enfermedad no los detuvo, su laboratorio sigue funcionando. Fueron uno de los primeros en dedicarse a la coctelería delivery. No solo han pensado en enviar las bebidas, también la música y el olor. ¿Cómo llevaron el bar y el “¡Salud!” a casa?

Esta es su historia:

Liliana Carhuamaca, empeño y fortaleza

Liliana Carhuamaca es una emprendedora huancaína que desde el 2012 maneja los hilos de Industrias Textiles Peruvian Design S.A.C, dedicada al bordado computarizado en prendas. Tiene años de experiencia como vendedora en el emporio comercial más grande del Perú, Gamarra. El negocio de bordados le rendía hasta 7 mil soles quincenales gracias a la decena de clientes con los que habitualmente trabajaba, pero con la pandemia, esta se limitó abismalmente. Ahora, Liliana ve en el marketplace de Facebook una oportunidad para amortiguar la incertidumbre y confía en que la campaña navideña venga de la mano de la reactivación.

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Valetodo Downtown: reinvención sin perder la esencia

Valetodo Downtown cumplió 20 años en el mercado girando su negocio al market producto de la pandemia. La discoteca LGTBI+ más emblemática del país acaparó la atención de todo el mundo, y ahora apunta a mantener los dos negocios a la par cuando todo regrese a la normalidad, nos cuenta su gerenta, Claudia Achuy. Mientras tanto, han implementado canales delivery y permiten que pequeños emprendimientos apuesten por su marca.

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