Ya sea para preparar tallarines saltados, pollo broaster, escabeche u otro platillo, lavar el pollo antes de cocinarlo es, dentro del mundo de la cocina, una de las prácticas más comunes. Sin embargo, ¿sabías que hacerlo puede contribuir a la propagación de gérmenes y bacterias? Aunque muchos consideran que lavarse las manos y mantener limpios los utensilios es más que suficiente para mantener una buena higiene al momento de cocer los alimentos, esto no es del todo cierto. Evitar enjuagar la carne cruda de ave también es considerado, según los expertos, como un componente más dentro de la seguridad alimentaria.
Entre los microbios que tiene el pollo, el campylobacter es uno de los más recurrentes. Según la OMS, esta bacteria es “una de las cuatro principales causas mundiales de enfermedad diarreica y está considerada como la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis en el mundo”.
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Según la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (FSA), en un artículo publicado por la BBC, enjuagar el pollo antes de cocinarlo aumenta la dispersión de la bacteria campylobacter y el riesgo de contaminación cruzada.
“Lavar el pollo antes de cocinarlo aumenta el riesgo de propagación de la bacteria campylobacter en las manos, las superficies de trabajo, la ropa y utensilios de cocina por la salpicadura de gotas de agua”, se lee.
Asimismo, el director de SAIA, consultora de seguridad española, explicó al diario La Vanguardia que, en los animales más pequeños, como el pollo, las carnes crudas están más cerca de las vísceras, por lo que será más fácil esparcir los microorganismos que hay en ellas al ser lavadas.
“En una carne de animal pequeño, como la de pollo, puede haber más microorganismos que en la pieza de un animal grande, como la de becerra. Por lo tanto, será más fácil esparcir los microorganismos si la lavamos”, señaló.
Lavar el pollo puede generar la dispersión de bacterias. Foto: Su Médico
Para eliminar las bacterias que contiene la carne cruda del pollo, lo ideal es cocinarlo a altas temperaturas.
“La clave es cocinar bien la carne y los huevos. Lo ideal es que el corazón del alimento alcance una temperatura de al menos 70 °C. Esto asegura que la mayoría de los microorganismos han sido eliminados”, explicó el profesor de Microbiología Uelinton Pinto, del Centro de Investigación en Alimentos de la Universidad de São Paulo en una entrevista con BBC.
El pollo se debe cocinar a altas temperaturas para eliminar todas sus bacterias. Foto: Unplash