Hasta hace algunos años, los métodos que existían para atender al cáncer de piel más agresivo, conocido como melanoma, eran cirugías, quimioterapia y otras terapias dirigidas según la etapa de la enfermedad que se haya identificado. Recientemente, una innovadora vacuna que actúa sobre el sistema inmune, elaborada por científicos de Argentina, fue autorizada para salir a la venta en los próximos meses.
El fármaco, denominado Vaccimel, fue desarrollado por un equipo de científicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(Conicet) con apoyo de la Fundación Sales y la Fundación Cáncer.
En 2021, la vacuna fue aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat). Actualmente, se estima que saldrá a la venta en marzo de este año.
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Para que la piel tenga color, intervienen células denominadas melanocitos, las cuales producen el pigmento conocido como melanina. Cuando estas células crecen fuera de control, se origina el cáncer de piel tipo melanoma, según la Sociedad Americana de Cáncer. Asimismo, la entidad indica que este mal es considerado altamente peligroso por su letalidad y porque puede propagarse a diferentes partes del cuerpo si no se trata a tiempo.
Para identificar la presencia de melanoma, la señal más común es la aparición de un lunar nuevo en la piel o que uno ya existente haya cambiado de tamaño, forma o color. Sin embargo, otros síntomas para su detección también pueden ser una llaga o úlcera que no sane, la expansión del enrojecimiento de la hinchazón al borde de un lunar o cambios en la superficie de un lunar.
Los lunares anómalos pueden ser señal de melanoma. Foto: Liga contra el cáncer
La aplicación de la vacuna consiste en la administración de 13 dosis durante dos años, según explicó José Mordoh, científico que lideró el proyecto, a Infobae. Mediante este proceso, el paciente recibe antígenos para que su sistema inmune pueda detectar a las células tumorales. “Es una inmunización terapéutica. No es preventiva”, afirmó al medio.
Las células cancerígenas son células que se volvieron malignas y producen una proteína que las vuelve imperceptibles ante el sistema inmunológico. Lo que hace la vacuna es aportar antígenos (sustancias generadoras de anticuerpos) para que el sistema inmune pueda detectarlas.
Para reducir el riesgo de tener cáncer de piel es importante protegerse de la radiación ultravioleta (UV) durante todo el año, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Esta viene de los rayos del sol, pero también de camas bronceadoras y lámparas solares.
Ante fuertes rayos del sol, se recomienda aplicarse filtro solar que sea de un factor de protección (FPS) superior a 15, utilizar sombrero de ala ancha y, preferiblemente, cubrirse las zonas de piel más expuestas.