Las clásicas imágenes que tenemos de la Vía Láctea no están completas. Muchas regiones permanecen ocultas debido a que la luz, en todas sus frecuencias, no puede penetrar estructuras cósmicas como el gas y el polvo galáctico. Sin embargo, ahora, un laboratorio científico ha logrado obtener un retrato mucho más fidedigno de nuestra galaxia. ¿Cómo ha sido posible? A partir de neutrinos.
Los neutrinos son partículas de un tamaño subatómico y una masa muy ínfima, razón por la cual viajan por el espacio casi a la velocidad de la luz atravesándolo todo. Estas cualidades, sin embargo, también hacen que sean muy difíciles de detectar, de allí que sean apodadas las “partículas fantasmas”.
Ahora, por primera vez en la historia, el Observatorio de Neutrinos IceCube, un proyecto internacional con base en la Antártida, ha producido una imagen de la Vía Láctea basándose en estos diminutos 'mensajeros astronómicos'. De ese modo, se acaban de revelar regiones de nuestra galaxia nunca antes exploradas por la humanidad.
“Es como hacer una tomografía galáctica con neutrinos”, sostuvo en un correo a La República Carlos Argüelles-Delgado, físico peruano especialista en neutrinos y profesor en la Universidad de Harvard.
El Observatorio de Neutrinos Icecube, ubicado en la Antártida. Foto: IceCube / NSF
Los científicos de IceCube habían estado buscando en la Vía Láctea neutrinos de alta energía (UHE, por sus siglas en inglés), aquellos que contienen energía millones de veces más altas que las producidas en la fusión nuclear de las estrellas, por ejemplo, entre las interacciones de rayos cósmicos y gas y polvo galáctico.
Se sospechaba que el plano galáctico de la Vía Láctea, donde se encuentran la mayor cantidad de estrellas, también era una increíble fuente de estos neutrinos, ya que así lo sugerían la presencia de rayos gamma, residuos de los eventos cósmicos mencionados anteriormente.
Ahora finalmente se han hallado estas fuentes específicas, las cuales se sospecha que podrían ser remanentes estelares de supernovas, del colapso de estrellas gigantes u otros fenómenos todavía no identificados, asegura el estudio que detalla la hazaña, publicado en Science.
En el observatorio IceCube, ubicado a 2 km de profundidad en el hielo antártico, los neutrinos logran ser captados con más de 5.000 sensores de luz. Estos detectan la luz producida cuando las esquivas partículas chocan con el núcleo de otras.
De los 100.000 a más neutrinos que los científicos de IceCube captan cada año, los expertos señalan que muchos de ellos solían ser residuales. Estos eran los denominados "eventos en cascada", cuyo origen en el universo era complicado de determinar.
Con este estudio, sin embargo, se ha probado exitosamente un sistema de inteligencia artificial que filtra los datos de neutrinos provenientes únicamente del fondo de la Vía Láctea.
“Creo que esta primera visión de la galaxia en neutrinos es una nueva avenida para hacer astronomía y puede llevarnos a descubrimientos muy sorprendentes”, sostiene el físico peruano.
“Por ejemplo, sabemos que la mayor cantidad de la materia en el universo no interactúa directamente con la luz, esta es denominada materia oscura por este efecto. La naturaleza de dicha materia oscura es uno de los misterios más grandes de la física contemporánea”, señala Argüelles.
"IceCube ha observado el tenue flujo de neutrinos galácticos. Lo que sigue ahora es mejorar esa medición y empezar a ver los detalles de nuestra galaxia en neutrinos. Es ahí donde, tal vez, veamos sorpresas", añade.