Parece imposible que no seamos considerados una potencia mundial en orquídeas. Basta con ver las 3.168 especies con las que cuenta el orquideario de Tarapoto para darse cuenta que el Perú es un paraíso para estas plantas.,Álvaro Rocha / Revista Rumbos En lugar de más ladrillo y cemento, Walther Hildebrandt se dedicó a levantar un orquideario con 3,168 especies de esta bella planta, una de las más codiciadas del mundo. Al punto que en Europa, Estados Unidos y Japón fácil te pagan 30.000 por los ejemplares más raros. Sin embargo, Walther no vende las plantas, solamente las expone en un terreno que abarca un total de siete hectáreas. Pero el ingreso a esta paraíso no es libre. Hay que pagar un monto simbólico, porque no es barato mantener y cuidar a tan grande población de orquídeas. Walther, piloto de profesión, forjó este sueño cuando aún era un niño. PUEDES VER: Inka Naani: sendero inca entre Áncash y Huánuco El Perú todavía es un paraíso desconocido para quienes gustan de las orquídeas. Foto: Archivo Rumbos. Un niño que entre los cuatro y los diez años vivió en el Sauce, aquel pueblecillo al borde de la formidable laguna Azul. Su abuelo alemán le enseñó nuestra inmensa variedad de orquídeas. Por eso cuando emigró a Europa (tiene la ciudadanía noruega) se enojó al no encontrar mayor mención al Perú en los libros especializados. “Me sacó pica y por eso me dediqué a esto”, dice Walther y agrega que aún en estos tiempos el Perú no es reconocido como la mayor potencia mundial en orquídeas. Es decir, falta mucho por hacer, por eso Walther, que es miembro de la Asociación de Orquídeas de Noruega, tiene una buena ventana para difundir sus conocimientos e invitar expertos a nuestro país. La selva alta es ideal para el desarrollo de las orquídeas. Foto: Archivo Rumbos Que duda cabe, que si el Estado acelerara los trámites se podría tener un ingreso económico importante para la población de selva alta. Los reconocimientos son lentos, los trámites de exportación absurdamente centralizados, y, como si fuera poco, las autoridades tienen mano blanda con los “piratas” que vienen a robar ejemplares, ayudados muchas veces por biólogos peruanos. Las orquídeas son, también, un atractivo turístico. Foto: Archivo Rumbos. En el orquideario, ubicado en la carretera a la boca toma del Shilcayo, se aprecian más de 30.000 plantas, con formas y colores extraordinarios, que cuelgan de diversos cajones y, sobre todo, de árboles como los naranjales que albergan a más de una docena de orquídeas que Walther amarra a su tronco con un hilo biodegradable. Hay cuatro o cinco especies que parecen ser nuevas para la ciencia, pues nadie las ha podido catalogar. Todas las plantas son traídas del monte. No hay ninguna híbrida. Cuando se permita la reproducción in Vitro y se allanen los caminos de la exportación, tendremos una buena opción de desarrollo sustentable en la Amazonía. El Perú podría ser una potencia mundial en la comecialización de orquídeas. Foto: Archivo Rumbos.