Está listo. Concesionaria entregará la obra a fin de mes y la Municipalidad de Lima programará su funcionamiento. Últimos trabajos concluyen en dos semanas. Usar esta vía costará más de S/ 5.30. El sistema de seguridad ya superó las pruebas.,En una vía subterránea, un escenario realmente extremo sería que un camión cisterna de gasolina se incendie en plena hora punta. El túnel que pasa debajo del río Rímac, asegura Stephane Brondino, director de Ingeniería de la concesionaria Lamsac, está preparado para controlar una situación de esa magnitud. Tan confiado se muestra que, al culminar un recorrido de rutina, bromea con que su familia será una de las primeras en utilizar el túnel que estará listo a fin de año. No le preocupan las filtraciones detectadas a inicios de este año, pues dice que ya se corrigieron. Aunque reconoce que estos problemas pueden presentarse de nuevo, insiste en que no hay peligro. PUEDES VER Línea Amarilla: peaje para cruzar túnel subterráneo será de S/5.30 “Esto es una concesión, no un contrato de construcción en donde el contratista hace y se va corriendo. Nosotros estamos aquí, cargando a nuestro costo la operación y el mantenimiento hasta el 2049. Si hay algo mal hecho que genere sobrecostos, corre por nuestra cuenta”, dice Brondino a La República. Ese compromiso, sin embargo, no es un acto de buena voluntad. Desde el próximo año, cuando el túnel sea abierto, las personas que quieran usarlo tendrán que pagar una tarifa superior a los S/ 5.30, que es el monto que la empresa cobra en la actualidad a quienes circulan por las vías de su concesión. “La tarifa del 2018 nadie la sabe”, admite Brondino, quien detalla que el contrato prevé una actualización anual de precios, previo acuerdo entre la Municipalidad de Lima y Lamsac. “Debería ser más”, dice para completar la idea. El túnel en mención, que empezó a construirse hace cinco años, es solo un tramo de los nueve kilómetros que tendrá la “nueva vía expresa” de Línea Amarilla. Con una proyección de entre 40 mil y 50 mil vehículos usuarios por día y con un peaje que irá variando de precio, la rentabilidad de la obra es casi segura. Seguridad en Lima Dentro de dos semanas, cuando se culminen los acabados, la obra será entregada formalmente a la comuna metropolitana para que fije la fecha en que iniciarán las operaciones. A diferencia de otros grandes proyectos, en este túnel no habrá “marcha blanca” y el peaje se cobrará desde el primer día. Según Lamsac, esa fase de uso gratuito “no es necesaria” porque todos los sistemas de seguridad han sido probados con éxito (ver infografía) y serán monitoreados por personal entrenado. Para los mecanismos contra incendios, por ejemplo, se realizaron simulacros con los bomberos para aplicar protocolos reales de acción. Una de las novedades en este túnel es el sistema de turbinas, que además de garantizar la ventilación, sirve para expulsar el humo y presurizar el espacio para contener el fuego. En el interior, además, hay zonas seguras para las personas que no consigan o no puedan evacuar. En estos ambientes aislados se puede permanecer y respirar con normalidad durante dos horas. Ese es el tiempo que, a una temperatura de 1.010 grados centígrados, resiste el revestimiento de los cables utilizados para los sistemas esenciales. También se han previsto escenarios con emergencias combinadas, como un incendio posterior a un sismo. Las tuberías de agua tienen una suerte de “nudos” para evitar que la tensión las fracture. Con la misma intención se han instalado dos subestaciones eléctricas, con una distancia de dos kilómetros entre cada una, para garantizar la continuidad de la iluminación, las comunicaciones y el centro de control de operaciones. Lamsac ha anunciado que el túnel empezará a funcionar junto con los diez viaductos incluidos en la concesión, además del paso a desnivel que se construyó en la avenida Morales Duárez. Entre las obras vinculadas también se encuentra el criticado nuevo puente Bella Unión, que fue abierto en junio pasado. “Nosotros construimos lo que nos pidieron”, responde Brondino ante las supuestas fallas de diseño. El túnel se construyó con la intención de reducir el tráfico. Y dentro de poco se sabrá si será útil para ese objetivo. Proceso En 2009, el alcalde Luis Castañeda entregó la concesión de Línea Amarilla. El túnel, que es una parte de la obra, tiene una extensión de 1.8 kilómetros, un ancho de 27 metros y una altura de 4.5 metros.