La gran transformación. El congresista Galarreta se convirtió de pepecista en la voz de Keiko Fujimori en el Parlamento. Para ello no duda en usar argumentos disparatados.,El líder de la bancada de Fuerza Popular, Luis Galarreta, ha sufrido varios cambios en su vida política. Se transformó de joven seguidor del Movimiento Libertad en pupilo de Rafael Rey en Renovación, para luego acampar en el pepecismo, y ahora se luce como vocero del autoritarismo fujimorista, el partido que pretende manejar el país con el poder de sus 72 curules en el Parlamento. PUEDES VER: Mercedes Aráoz: “Yo pensé que iba a haber más reflexión democrática” “A mí nadie me rompe la mano”, prometía en su propaganda para los comicios del 2006. Pero hoy, Galarreta quiere parecerse cada vez más a Martha Chávez. Es la voz fujimorista en el Parlamento, de la agrupación que el año 2010 calificó de mafia, la cual, dijo, es representada por su actual lideresa Keiko Fujimori. Acercamiento naranja Aunque en el periodo 2006-2011 Galarreta fue elegido congresista por el Partido Popular Cristiano (PPC), el mismo parlamentario confesó que su acercamiento a la agrupación fujimorista ya venía de tiempo, por la amistad con algunos seguidores de esa agrupación y coincidencias en temas nacionales. El actual vocero del partido naranja destacaba en el pasado Parlamento como uno de los mejores cuadros pepecistas junto a Alberto Beingolea, Marisol Pérez Tello y Juan Carlos Eguren, miembros de la facción renovadora del PPC. Ellos fueron elegidos como parte de Alianza por el Gran Cambio, agrupación que postuló a la Presidencia a Pedro Pablo Kuczynski. Galarreta se inscribió en el PPC en junio del 2010 y en mayo del 2015 renunció –según dijo– debido a los problemas internos que había en esa agrupación política. Sobre su salida del partido circulan algunas versiones. Una sostiene que, efectivamente, sentía que mientras Raúl Castro se mantenía en el poder le iba a resultar difícil destacar en la escena política. La otra versión es que no sentía el mismo reconocimiento que la lideresa Lourdes Flores tenía hacia otros cuadros nuevos del partido. Así, Lucho, como suelen llamarlo, dejó el PPC y empezó a ver otras perspectivas para los comicios generales del 2016. La voz fujimorista Es probable que para cuando Galarreta abandonó el PPC en su cabeza ya le daba vueltas la idea de unirse al fujimorismo. Tenía algunas ventajas para ofrecer: un periodo como regidor y dos como congresista. Había sido vocero de bancada y presidente de comisión. Para Keiko Fujimori, el ex pepecista tenía otra importante ventaja, no solo le permitiría contar con un buen cuadro sino que renovaría su bancada con alguien a quien no se relaciona con el fujimorismo autoritario de los noventa. El ofrecimiento de la lideresa naranja fue ser vocero del fujimorismo. Así lo presentó el 8 de enero en una actividad proselitista en El Agustino. “Soy invitado, pero voy a ser un miembro del partido”, confesó el actual congresista. Fuentes fujimoristas dijeron que la propuesta de Keiko era que si ganaba la Presidencia, Galarreta iba a ser su primer presidente del Congreso, pero al perder las elecciones le dio la vocería de la bancada. Sin embargo, el ex pepecista solo espera que pase el tiempo para presidir la Mesa Directiva del Legislativo en alguno de los siguientes periodos parlamentarios. Está haciendo méritos para ello: una primera prueba de fuego fue la defensa ardorosa de la elección de los fujimoristas José Chlimper, Rafael Rey y Elmer Cuba como directores del Banco Central de Reserva. La siguiente prueba la pasó el miércoles último, en la interpelación al ministro de Educación, Jaime Saavedra, cuando se graduó como fujimorista al sostener que los resultados de la prueba PISA serían un psicosocial. Así, con la guillotina lista para cortar la cabeza de Saavedra, el rostro de Galarreta va mutando al de Martha Chávez. En 2011 dijo que fujimorismo fue nefasto La pregunta es qué cambio ocurrió en el pensamiento de Luis Galarreta respecto al fujimorismo. En una entrevista que circula en internet con Rosa María Palacios, cuando tenía el programa Prensa Libre, el vocero de Fuerza Popular dijo esto: “Definitivamente, la experiencia del régimen fujimorista fue una experiencia nefasta en materia de institucionalidad, de derechos humanos, de corrupción”. El congresista contó que su primer acercamiento a la política fue en 1989, cuando se unió al Movimiento Libertad. Posteriormente participó en Renovación, partido liderado por Rafael Rey. En el 2001 postuló por primera vez al Congreso pero no tuvo éxito. Debió esperar el 2006, cuando fue elegido parlamentario por Unidad Nacional. Entonces, como rostro nuevo, prometía trabajar por una mejor educación y la lucha contra la corrupción.