Presos. Red delictiva estaba vinculada a carteles internacionales y enviaban droga a Bolivia, Brasil y Europa.,Ocho narcotraficantes, entre ellos el jefe de la organización, Dimas Urrutia Palomino, fueron condenados por el Primer Juzgado Penal Colegiado de la Sala Penal Nacional a pagar entre 24 y 18 años de cárcel por el delito de tráfico ilícito de drogas (TID). Los traficantes acopiaban la droga en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro y la sacaban por el sur del país con destino a Bolivia, Brasil y Europa. PUEDES VER: Atribuyen a Francisco Boza integrar la cúpula de organización Belaunde La sentencia, que fue leída en el establecimiento penitenciario de máxima seguridad Piedras Gordas (donde cumplían prisión preventiva), dictó 18 años de cárcel para Dimas Urrutia Palomino, Orlando Gonzales Andía, Edin Andía Olivares, Sixto Orlando Saccho, Yuver Águila Serna, Román Gutiérrez Marquina y Filiberto Altamirano Gonzáles. Solo a Bleker Altamirano Gonzales, seguridad de los narcotraficantes, el juzgado le dictó 24 años de carcelería dado que al delito de TID se le sumó el de tenencia ilegal de armas. La condena se basó en la investigación del titular de la 4ta Fiscalía Supraprovincial Corporativa Especializada en Criminalidad Organizada, Cristhian Alfaro Cáceres, quien logró demostrar la vinculación de los procesados con el tráfico de drogas. El colegiado lo preside Guillermo Huamán Vargas y lo completan Marco Tejada Ortiz y Alejandro Medina Velásquez. La organización criminal fue capturada en el 2014 por personal de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional (Dirandro) en el marco de la operación “Corredor Andino Sur”. El 22 de julio del 2014, la policía le decomisó a la organización 250 kilos de clorhidrato de cocaína en el sector denominado Cumbre de Huaccoto, en la frontera de los distritos de Talavera de la Reyna con Huancaray de la provincia de Andahuaylas, en Apurímac. Los narcotraficantes acopiaban la droga en el Vraem y la transportaban hasta Desaguadero, en Puno, para sacarla del país con destino a Bolivia, y de allí enviarla hacia Brasil y Europa. La condena se dictó el viernes, el mismo día que se vencía la prisión preventiva.