Revelaciones. Ni bien tomaron el poder Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos, la embajada de Estados Unidos informó detalladamente a Washington sobre los pormenores de los preparativos que derivaron en el copamiento de las Fuerzas Armadas y el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN)., Un cable secreto del 16 de agosto de 1990 dirigido por la embajada de Estados Unidos al Departamento de Estado, la Administración para el Control de las Drogas (DEA) y la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), fue la primera clarinada sobre la preparación de un golpe de Estado organizado por Vladimiro Montesinos y jefes militares adictos, bajo la autorización del entonces mandatario Alberto Fujimori. PUEDES VER: Testimonios de periodistas que vivieron en carne propia el autogolpe de Fujimori Varias fuentes confiables nos han informado que Montesinos ha desempeñado un papel protagónico en la reorganización de la cúpula militar, la purga de las fuerzas policiales y el resaltante empoderamiento del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN). Efectivamente, incluso antes de asumir el poder con Fujimori el 28 de julio de 1990, Montesinos recibió la autorización del jefe de Estado electo para destruir la democracia con el respaldo de corruptos jefes castrenses que estaban dispuestos a ocupar el poder. En Washington causó alarma, porque sabían quién era Montesinos, según este cable del 19 de diciembre de 1990, obtenido entre otros por La República: Se teme que Vladimiro Montesinos mantenga su influencia como asesor en la sombra con importantes contactos en el gobierno, a pesar de sus antecedentes de vinculaciones con el narcotráfico. (...) Como consejero de Fujimori, Montesinos tiene libre acceso a Palacio de Gobierno, al director del Servicio de Inteligencia y a la sede del SIN. (...) Las versiones sobre el importante papel de Montesinos como asesor son preocupantes. (...) Luego de haber sido expulsado del Ejército, Montesinos se convirtió en un abogado muy bien remunerado por defender a acusados de narcotráfico. Es más, siguen apareciendo evidencias de que personas conectadas con Montesinos (...), han tenido relaciones con figuras de la droga. Purga y poder Para asegurarse la lealtad de los jefes militares en la ejecución de la asonada del 5 de abril de 1992, Montesinos, con el visto bueno de Fujimori, organizó una gran purga en el Ejército para colocar en posiciones estratégicas a oficiales de su confianza, a los que había conocido durante su permanencia en el instituto castrense. Las primeras víctimas de la razzia fueron los militares que investigaron, encarcelaron y promovieron la humillante expectoración de Montesinos del Ejército por presunto espionaje, en 1976. Un cable de 10 de julio de 1991, así lo dice: Personalmente el asesor presidencial influye en las decisiones de nombramiento de los oficiales en posiciones claves, incluyendo a los oficiales de Inteligencia. (...) Deliberadamente, Montesinos ha intervenido también en la salida de oficiales que participaron en su detención (en los años 70) y en su lugar ha colocado a oficiales del arma de Artillería (a la que perteneció durante su vida militar), en particular en puestos claves en el Ejército. Como parte de la preparación del 5 de abril, Fujimori, por recomendación de Montesinos, relevó al comandante general del Ejército, Pedro Villanueva Valdivia, quien se había opuesto a dar de baja a oficiales que estaban en una lista que había elaborado el asesor del Presidente. Se trataba de altos mandos que se interponían en el camino al general Nicolás Hermoza Ríos. Al deponer a Pedro Villanueva, Fujimori también pasó al retiro a los generales Jaime Salinas Sedó, Luis Palomino Rodríguez, Luis Soriano Morgan y José Pastor Vives, que antecedían a Hermoza. Así lo contó el cable secreto de la embajada norteamericana, el 18 de diciembre de 1991: El general del Ejército peruano Pedro Villanueva fue relevado por el gobierno como resultado del desacuerdo de este con Palacio de Gobierno respecto a la relación de oficiales que pasarán al retiro a fines de 1991. Antes del 13 de diciembre, el Ejército entregó a Palacio de Gobierno una lista de oficiales. Durante la semana que siguió, el asesor presidencial revisó la relación de oficiales con la que no estaba de acuerdo, discutió con el general Villanueva, pero no llegaron a ningún entendimiento. El Ejército espera que Fujimori ahora designe en lugar de Villanueva a Nicolás Hermoza Ríos. Dictadura con botas En un cable del 7 de enero de 1992, una vez consumada la purga en el Ejército, la embajada de Estados Unidos en Lima quedó convencida del rol gravitante que tuvo Montesinos. Como se verá pocos meses después, los relevos obedecieron a un plan para ejecutar la asonada del 5 de abril: Montesinos jugó un papel clave en la elaboración de la lista de los 20 oficiales de alta graduación que fueron dados de baja a fines de 1991. (...) La mano de Montesinos ha sido vista en la elaboración de las listas (de pases al retiro). Como parte de la conspiración del 5 de abril, a instancia de Montesinos, el presidente Fujimori designó comandante general del Ejército y luego jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, a Nicolás Hermoza Ríos, conocido como titular del Comando Logístico del Ejército (Cologe), en 1990, periodo en el que consumó corruptas adquisiciones bélicas. Pocos días después del golpe, en un cable del 21 de abril de 1992 la embajada reportó que Hermoza sostuvo reuniones con los altos mandos y los amenazó si no se sumaban a la dictadura de Fujimori y Montesinos: Hermoza dijo que si cualquier oficial no respaldaba las acciones del Presidente, este debía solicitar su separación del servicio activo inmediatamente. Además, señaló que si Inteligencia del Ejército descubría algún oficial que apoyaba a cualquiera de los grupos de la oposición, a ese oficial no le iría muy bien. Hermoza añadió que si algún oficial recibía el pedido de respaldo de los grupos de oposición, estaba obligado a reportar el incidente. Hermoza afirmó que personalmente tomaría acciones contra cualquier oficial que no daba cuenta de los hechos de este tipo. El cinco de 1992, cuando la dictadura estaba asentada, la embajada norteamericana comunicó a Washington que organizaciones clandestinas de oficiales de las Fuerzas Armadas informaron de que Montesinos y Hermoza, con el visto bueno de Fujimori, habían montado una organización corrupta enquistada en la estructura del Ejército. Era completamente cierto. El nacimiento del Destacamento Colina de la mano de los golpistas Uno de los motivos que originó la destitución del comandante general del Ejército, Pedro Villanueva, fue la destitución del coronel Víctor Silva Mendoza, en agosto de 1991. Silva había sido designado por Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos como jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), en enero de 1991. Villanueva lo sacó por incompetente. De acuerdo con los cables de la embajada de Estados Unidos, Fujimori y Montesinos obligaron al comandante general del Ejército a mantener en su puesto al coronel Víctor Silva. Montesinos impuso a Silva porque era un viejo amigo de la Escuela Militar de Chorrillos y lo embarcó en el proyecto de formación del Destacamento Especial Colina. Además, era su compadre. Es durante el periodo de Silva que se constituyó Colina y se le entregó armamento y logística para sus actividades. Es durante el mandato del coronel Víctor Silva que Colina ejecuta su primera acción criminal, el tres de noviembre de 1991, con la matanza de 15 pobladores de Barrios Altos. Cables secretos 16.08.1990 La embajada de Estados Unidos en Lima detecta que en la purga militar en curso en ese año, el asesor presidencial Vladimiro Montesinos cumplía un papel protagónico, no obstante sus antecedentes que lo vinculaban con el narcotráfico y la corrupción. 10.07.1991 Montesinos, con la anuencia de Fujimori, consigue que oficiales probos del Ejército –entre ellos los que lo acusaron de espionaje y apoyaron su expulsión de la institución en los años 70–, fueran pasados al retiro y se nombrara a sus allegados del arma de Artillería. 18.12.1991 Al enterarse que el comandante general Pedro Villanueva se oponía a los cambios que promovía, Montesinos hizo que Fujimori lo destituyera y coloca en su lugar al corrupto general Nicolás Hermoza Ríos, pieza clave de la asonada del cinco de abril. 21.04.1992 Dieciséis días después del golpe, Nicolás Hermoza advierte a los oficiales de alta graduación que si apoyan de alguna forma a los grupos de oposición serán pasados al retiro, e indica que el Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) los tiene vigilados por si ocultan algo.