El peruano que logró que la papa de su pueblo tuviera un precio justo y ahora la vende a Inka Chips
Desde caminar durante 2 horas para llegar a su colegio hasta viajar a Lima para trabajar y comprar sus útiles escolares. Conoce la historia de Efraín Ticlla, el joven huancavelicano que logró que los agricultores de su centro poblado pudieran vender la papa que cultivaban a un mayor precio.
Huancavelica es uno de los departamentos más pobres del Perú; no obstante, el esfuerzo de sus ciudadanos podría cambiar esta realidad. Tal es el caso de Efraín Ticlla, un joven nacido en esta región que, al observar cómo los agricultores de su comunidad no obtenían un precio justo por sus papas, decidió transformar esta situación. Conoce más sobre la historia de este beneficiario del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) que, con determinación, ha logrado mejorar las condiciones laborales para los agricultores locales. En entrevista para La República.
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El inicio de todo: Comuhuillca
Efraín proviene de un centro poblado llamado Comuhuillca, el cual está ubicado en el distrito de Paucarbamba y en la provincia de Churcampa. De padres agricultores y ganadero, pasó por diversas carencias económicas desde niño, pero sus progenitores siempre lo alentaron a estudiar.
"Yo vengo de una familia muy humilde. Desde pequeño siempre he sabido escuchar a mis padres. Gracias a sus consejos tuve la visión y el propósito de poder llevar una carrera superior al culminar mi colegio", declaró
Tanto era las ganas de sus padres para que Efraín se destacara en los estudios que lo colocaron en el mejor colegio de su localidad, por lo que tenía que caminar hasta 2 horas: "He llegado a transitar 2 horas para poder llegar a mi colegio. Salía a las 5.30 de la mañana para poder ingresar a las 7.45 de la mañana".
Las papas de la asociación de agricultores, Agrohuillca. Foto: cortesía de Efraín Ticlla
Lamentablemente, los problemas económicos continuaron, pero aun así el huancavelicano hizo todo lo posible para solventarse sus estudios: "Desde los 14 años, he solido viajar aquí, a la capital de Lima, y poder trabajar y poder comprar mis útiles, mi uniforme".
Fue justamente en Lima, en una pequeña empresa donde trabajaba Efraín, que empezó su gusto por el ámbito empresarial.
"Trabajaba en una empresa pequeña que normalmente se encargaban de distribuir estas papas picadas, listas para freír, para pollerías y ahí fue la razón donde que me gustó lo que son los negocios", indicó.
La asociación de agricultores, Agrohuillca
Como no tenía los recursos necesarios para poder estudiar, el joven buscó otras opciones y es así como postuló a Pronabec, donde al segundo intento logró la beca y pudo estudiar negocios en el instituto Adex.
Las toneladas de papa que vende Agrohuillca. Foto: cortesía de Efraín Ticlla
En un viaje para su tierra natal, en el tiempo de la pandemia, Efraín vio el injusto precio al que vendían la papa.
"Normalmente, llegan a las chacras los intermediarios para que lo puedan comprar y así ellos venderlos en los mercados mayoristas que, prácticamente, en Huancayo, justo ese mismo día mi papá decidió ya no vender a un intermediario, sino venderlo él mismo. Llegamos a llevar 20 toneladas, pero nos damos con la sorpresa que el kilo de papa estaba a 20 céntimos. En ese entonces mi papá me dice: 'Ya no voy a sembrar nunca más papas, sino para comer nada más'", comentó.
Ante la injusticia por ese precio, el joven quiso que esta realidad cambiara: "Encontré que se hacían snacks de papas nativas y otros productos sustitutos de papas nativas. Busqué información y lo consulté a mi papá que si podían sembrar ese tipo de papa", indicó.
El centro poblado Comuhuillca. Foto: cortesía de Efraín Ticlla
Es así como Efraín empezó la asociación de agricultores Agrohuillca, junto con los campesinos de su centro poblado. Una vez que hicieron su cosecha, enviaron muestras a restaurantes, ferias en Lima, entre otros. Y una de las primeras marcas grandes con las que trabajaron fue 'Tiyapuy'.
"Ahora sobrepasa más de dos soles y los ayuda mucho a los agricultores (…) Siempre tenía en mente de que cuando culminara mi carrera, podría hacer algo en mi comunidad. Esa iniciativa ha involucrado no solo a mi comunidad, sino a otras comunidades vecinas", destacó.
Hasta este 2024, ya viene trabajando 2 años con Inka Crops, la empresa del famoso snack Inka Chips.
Las papas de Agrohuillca. Foto: cortesía de Efraín Ticlla
"Siempre cuando voy (a Comuhuillca) me invitan (los agricultores) a sus casas, me invitan un plato de comida, me agradecen, me saludan y me dicen que están agradecidos porque ahora perciben un monto de dinero mucho más que antes y ahora ya no se preocupan", manifestó.
