Riesgos ambientales y ventajas en proyectos de litio y uranio en Puno

Macusani, en la provincia de Carabaya de Puno, tiene importantes reservas de litio que despertaron el interés no solo de la inversión privada, también de las comunidades aimaras. Estas señalan que no saldrá un gramo del mineral mientras este no se industrialice en la región. El Estado peruano entregó la concesión Macusani Yellowcake S.A.C. para que efectúe trabajos de exploración: determinar la cantidad y calidad de las reservas.

Sin embargo, una investigación de las ONG Derechos Humanos y Medio Ambiente (Dhuma) y Earthrights International, advierten riesgos por la presencia de uranio, un mineral altamente radioactivo. Varios especialistas han reforzado esta versión de que hya más uranio que litio.

El ingeniero ambiental, Bladimir Martínez, miembro del área socioambiental de la ONG Red Muqui, que publicó el estudio, explica que desde los años 80 se buscaba uranio en los distritos de Macusani y Corani. En el 2017 se encontró litio de casualidad.

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La empresa peruana Macusani Yellowcake S.A.C. subsidiaria de American Lithium,es dueña de la mayoría de las concesiones mineras. Aproximadamente cubren un área de 93 mil hectáreas. Están situadas principalmente en la meseta de Macusani, en los distritos de Macusani y Corani (Carabaya). Prevén desarrollar los proyectos Falchani y Carabaya. El primero, se estima, producir 25 mil toneladas de carbonato de litio al año. Está ubicado en la comunidad de Chacaconiza.

Su valor neto es de $1550 millones y tiene una vida minera útil de 33 años. Según el informe preliminar técnico económico, operará a cielo abierto con métodos convencionales de camión y pala con perforación y voladura para romper la roca.

Macusani (uranio), propone la explotación a cielo abierto y subterráneo. Tiene un valor neto actual de 603 millones de dólares y una vida útil de mina de 10 años.

Riesgos y omisiones

Este estudio advierte que los proyectos Falchani y Macusani afectarían potencialmente las comunidades de Isivilla, Tantamaco, Corani, Chimboya, Paquaje, Chacaconiza y Quelccaya. Asimismo, dañarían irreversiblemente las pinturas rupestres del período arcaico en América, declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación.

Asimismo, dañarían irreversiblemente las pinturas rupestres del período arcaico en América, declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación. Asimismo, señala que las concesiones estarían superpuestas en la cabecera de las cuencas Inambari, Urubamba y Azángaro. Estas constituiría una amenaza al derecho al agua. El proyecto habría incluido parte del nevado Quelccaya dentro del área de influencia indirecta. Dicho glaciar alimenta a las lagunas, riachuelos y ríos que abastecen del recurso a la población.

 El ingeniero Bladimir Martínez señala que ante este escenario, desde el Congreso, el gobierno central y regional solo se ha visto la rentabilidad inmediata, sin garantizar el cumplimiento de la consulta previa, los riesgos ambientales y la regulación para la explotación de minerales radioactivos.

En ese sentido, el alcalde distrital de Corani, Patricio Dávila Castellanos, dijo que la minera ni siquiera los ha convocado a charlas informativas. Por eso, en una reunión con las rondas campesinas acordaron exigir que la empresa agote todos los reparos.

Sanciones

Según el referido estudio, Macusani Yellowcake burló la normativa medioambiental al no contar con la certificación ambiental para las concesiones referidas. El Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) la multó con S/2 millones 301 mil 962 por realizar trabajos de exploración sin autorización, no tener permiso para el uso del agua, entre otros.

Su propietario canadiense Plateau Energy tuvo problemas legales en Canadá por el proyecto Falchani. La Comisión de Valores de Ontario alegó que violaron la ley al engañar a los inversores sobre sus derechos mineros en Perú. Un tribunal canadiense aprobó un acuerdo de conciliación obligando a los implicados a pagar una multa de 750 000.00 dólares.

Expectativas de la región

 En este contexto de crisis política, la dirigencia puneña acordó que el litio no saldrá de la región si antes no es industrializado. Una de sus mayores expectativas es la fabricación de baterías, pero según Bladimir Martínez esta aspiración está lejos de la realidad.

Sostiene que ni Chile ni Bolivia, que han explotado el litio, han logrado industrializarlo, y en Perú existen menos posibilidades. “Se requiere de una tecnología muy elevada, mejorar las capacidades técnicas, la educación, una visión del país y cómo usa los minerales estratégicamente”, dijo.

Refuta investigación

 Ulises Solís, gerente general de la empresa Macusani Yellowcake S.A.C., ha refutado esta investigación y rechaza categóricamente que en el proyecto Falchani haya uranio. “Está demostrado y tenemos los certificados de perforación”, dijo, señalando que se cuenta con las certificaciones ISO y que el laboratorio acreditado Certimin así lo avalaría.

 El gerente señala que está de acuerdo con la industrialización del litio, pero considera que para ello deben darse las condiciones necesarias. Citó, por ejemplo, que podría implementarse una refinería en la zona de influencia para darle valor agregado al mineral, y procesar baterías con 99.5% de pureza.

Solís reconoció que en 2018 realizaron perforaciones para el proyecto Falchani sin autorización, porque la burocracia estatal estaba demorando el permiso. El empresario señala que fueron ellos mismos quienes comunicaron dichas acciones a la OEFA y aceptaron la sanción.

En cuanto a las afectaciones de las pinturas rupestres, dijo que el proyecto está a 2.8 kilómetros de la franja de delimitación establecida por el Ministerio de Cultura. También negó que se dañaría el nevado Quelccaya, ya que estaría a 27.8 kilómetros de distancia.

Solís destacó el potencial del yacimiento de litio, pero se halló potasio y cesio que convertirían a Puno en líder para la producción de fertilizantes, y así cubrir el mercado a costo cero.

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Respecto a la socialización e información sobre sus operaciones, Solís indicó que lo harían a mediados de agosto una vez que se presente el estudio de impacto ambiental (EIA) semidetallado. Luego se convocará a talleres participativos de concientización.

En cuanto a las concesiones de uranio, sostuvo que los proyectos en las comunidades de Isivilla, Corani, Aymana, en el distrito de Corani, y Tantamaco (Macusani), fueron estudiados por el IPEN (Instituto Peruano de Energía Nuclear).

También destaca las oportunidades laborales para la población, ya que actualmente tiene como mano de obra no calificada a los lugareños y cuando se llegue a la etapa de explotación daría trabajo a 5 mil personas para trabajos de construcción. “Tengo 18 geólogos que son de Puno”, dijo, en relación a que también priorizará a profesionales locales.