Sociedad

Artista denuncia censura de obra de arte sobre violencia de género en Bellas Artes

Ana Lucía Romero, egresada de la escuela de arte, señaló que su trabajo fue calificado con 20, pero al momento de ser presentada para exposición surgieron los inconvenientes.

Obra de arte ya ha sido presentada en Teatro de la Triple A. Foto: Cortesía
Obra de arte ya ha sido presentada en Teatro de la Triple A. Foto: Cortesía

La artista Ana Lucía Romero denunció que su obra de arte “El (otro) origen del mundo”, que busca visibilizar la violencia de género, ha sido censurada por su centro de estudios, la Escuela Nacional Superior y Autónoma de Bellas Artes (ENSABAP), pues esta pieza debía ser parte de la exposición de egresados que realiza este espacio de enseñanza artística.

“El (otro) origen del mundo” es una performance que preparo Romero para su trabajo final. En ella pinta en partes de su cuerpo desnudo las veces que fue violentada sexualmente y la edad que tenía, con el objetivo de retratar la violencia que pasan las mujeres a lo largo de los años.

Además, mientras su cuerpo se presenta así, ella va diciendo extractos de libros de teóricas reconocidas en temas de violencia, como Rita Segato, donde ellas cuestionan que vivimos en un Estado patriarcal, que ha excluido a las mujeres y que es cómplice de las violencias que ellas viven.

Todo ello se complementa con la presencia de la bandera dentro de su sexo, que para la artista expresa tanto la falla del Estado en prevenir y abordar la violencia sexual, así como la posibilidad de originar (otro) mundo, tal como se llama su obra artística, asociado a la sexualidad femenina capaz de crear un mundo menos violento para todos.

“La acción artística que yo presenté muestra y reproduce diversas experiencias de agresiones de tipo sexual que yo he vivido. Constituye no solo un testimonio personal, sino una denuncia pública sobre un proceso de normalización de la violencia a través del aparato estatal peruano, lo que también constituye una forma de violencia estructural a las mujeres y la población LGTBIQ+”, comenta Ana Lucía para La República.

Los hechos

Esta pieza se presentó en la inauguración de la exposición de obras que hace Bellas Artes cada año para visibilizar el trabajo de sus egresados; sin embargo, luego de una primera exposición de la obra de arte en vivo de Ana Lucía, que luego iba a ser presentada en un video, no pudo tocar nunca más el espacio de su casa de estudios.

Ana Lucia

Ana Lucia presentando su obra en Bellas Artes por única y última vez. Foto: cortesía

“Mi obra ha sido censurada sin ninguna información por escrito, el día que yo me acerque a la exposición a instalar mi video, para que sea presentado al público, no me permitieron hacerlo. Me dijeron que deje el USB para que el área de comunicaciones evalúe el contenido del video si se colocaba o no. Este pedido fue discriminatorio porque a ningún otro estudiante o egresado se lo habían pedido. Nuestros proyectos fueron aprobados un mes antes”, dijo la artista

Ana denuncia que la directora general de la ENSABAP, Eva López, el director académico, José Lino, y Martina Martínez, directora de promoción cultural, fueron quiénes decidieron no permitir que su obra se mantenga en la exposición.

Aunque se mostraron incómodos porque Romero salió desnuda durante la inauguración, el inconveniente más grande para la Escuela es que fue que ella habría usado de mala manera un símbolo patrio.

“Me dijeron que les había mentido por el desnudo y que estaban evaluando contenido de ofensa a la bandera, pero la obra que presenté fue la misma que presenté al jurado evaluador del taller de 5to año, donde me aprobaron con la nota de 20. Además, dicho jurado fue designado por la misma dirección de bellas artes”, agregó la egresada.

La respuesta de bellas artes

Ante esta supuesta censura, la artista acudió la Defensoría del Pueblo para expresar su caso y se cumpla con la divulgación de su proyecto, al igual que todos sus compañeros egresados; sin embargo, la respuesta de Eva López ante el ente estatal fue que la Escuela de Bellas Artes no tenía obligación a difundir el trabajo de Ana Lucía.

“No existe requisito y/o procedimiento para la exposición de trabajos en el Centro Cultural Bellas Artes porque no es una obligación ni requisito para la aprobación académica. Es un espacio libre donde se le da la oportunidad a los egresados de exponer sus obras en general. (...) Ella al llenar la ficha para la exposición no indicó que utilizaría un símbolo patrio, no como terminaría esta. Ella indicó que utilizaría una malla y terminó saliendo desnuda en un horario de uso público en el que estaban menores de edad”, señaló la directora general en una entrevista para la Defensoría del Pueblo.

La República se comunicó con Martina Martínez para pedir su versión de los hechos, pero ella indicó que la institución educativa no hará ninguna declaración porque tenían una investigación pendiente con la Defensoría.

Los límite del arte

El desnudo y la bandera son los elementos por los cuales la obra de Ana Lucía ha sido prohibida de ser presentada; sin embargo, en el caso del desnudo, la artista menciona que no habría razón para censurarla, pues el cuerpo humano es un elemento fundamental que se usa dentro de la casa de estudios y es visto con total normalidad y sin tabúes.

Ante este escenario, David Flores Hora, curador y crítico de arte, señaló que en la creación artística existen dos: el componente simbólico y la intensión de comunicar. “Teniendo en cuenta esto, podemos pensar que los límites del arte son los límites de cada creador y las instituciones culturales o de formación deberían respetar estos procesos creativos, acompañarlos y guiarlos”, dijo el artista.

“La censura a su obra es inaceptable, más aún cuando se trata de un trabajo de final de carrera y que había sido evaluado por un jurado. Aquí existen muchos elementos a evaluar -y tratar de entender los motivos de esa censura- el uso de los símbolos patrios, un discurso en contra de la violencia que sufren las mujeres e, incluso, el propio cuerpo femenino desnudo. Alguno de estos, o todos, ha generado una de las censuras más torpes de los últimos tiempos”, comenta David sobre el caso de Ana Lucía.

El supuesto “mal” uso de la bandera

Amire Ortiz, abogada experta en derechos humanos, señala que el delito de ultraje a un símbolo patrio fue emitido por el presidente Manuel Odría bajo el artículo 9 del Decreto Ley N°11323 donde se señala que: “Los símbolos de la patria son intangibles, debiendo ser tratados con respeto, preferencia y lucimiento en las diversas actuaciones cívicas y de otra índole que ordene la ley, no debiendo, por ningún motivo, ser empleados para propósitos equivocados ni deformados para fines extraños para los que fueron creados”.

Sin embargo, para poder llevar al sistema judicial se tiene que probar que existe el hecho y también el dolo. “Esto quiere decir que se debe probar una intención y ganas de querer ofender el símbolo patrio, por ejemplo, tenemos un precedente de esta bailarina Leisy Suárez que posó desnuda encima de la bandera y se le cuestionó por el tinte erótico, pero lo que no se pudo probar en el caso fue el dolo”, señala la abogada.

En el caso de Ana Lucía, ella decidió utilizar la bandera y su cuerpo para performar la situación de violencia que viven las mujeres y al usar el símbolo patrio busca generar sensibilidad para demostrar un Estado ausente.

“Es una obra de teatro que no es real, sino que esto ha sido una perfomatividad. Lo que ella debe demostrar es que no ha utilizado de mal manera el símbolo patrio, sino que este ha sido usado como una especie de conexión entre esta problemática, que es violencia de género, y como ella aclama al estado para que la escuche”, concluye Ortiz.

Ahora, lo que espera Ana Lucía es que Defensoría del Pueblo después de investigar, exhorte a la Escuela de Bellas Artes que implemente mecanismos eficaces a favor de la libertad de expresión artística de sus estudiantes y egresados para que no ocurra ninguna otra censura ni control externo de obra artística.

“Deseo que la Escuela de Bellas Artes difunda mi obra censurada a manera de reparación del daño causado y que los y las estudiantes de arte sigan cuestionando las problemáticas sociales y políticas del país, y sobre todo que las mujeres diversas rompamos el silencio de la violencia sexual porque nosotras no fuimos culpables”, concluyó la artista.