Luchando contra el VIH en tiempos de pandemia
El otro reto que se debe enfrentar. Se estima que 87.000 peruanos conviven con la enfermedad. La COVID-19 ha dificultado los tamizajes que solía hacer el Minsa. Sector Salud trabaja en estrategias para incrementar pruebas de detección.
En nuestro país se estima que 87.000 personas viven con VIH. En este grupo se encuentra Sebastián, un estudiante de 24 años que descubrió que tenía la enfermedad un 1 de diciembre el 2018, en el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, cuando vio que realizaban una campaña de tamizaje por la avenida Arequipa y decidió entrar a realizarse la prueba. Menos de 20 minutos después tenía el resultado: era positiva.
Antes de la llegada del SARS-CoV-2 era común llevar a cabo tamizajes. Muchas personas, así como Sebastián, se enteraron de que habían contraído el VIH a través de estas, pero este año con la pandemia la situación cambió.
VIH en pandemia
Carlos Benites, director ejecutivo de Prevención y Control de VIH – SIDA del Ministerio de Salud, comenta que la COVID-19 ha generado que no se puedan realizar los tamizajes a los que estaban acostumbrados y a los que asistían miles de personas.
Cada año, comenta, el programa del Minsa suele realizar cerca de 2 millones de pruebas gratis, pero, este 2020, hasta octubre, solo han alcanzado hacer el 66% de tests a comparación del año pasado. Incluso estiman que para finales de diciembre con suerte alcanzarán el 70%. “Obviamente al haber menos tamizajes, hay menos posibilidad de encontrar casos”.
Agrega que por ese motivo hay un gran subregistro en el número de nuevos diagnósticos este año. En el 2019 fueron 6 mil, pero en el 2020 es difícil hablar de cifras siquiera estimadas.
Abandono de medicinas
Benites señala que a la fecha, en relación con el 2019, un 15% de personas han abandonado sus tratamientos que, como resalta, son de por vida. Esto se ha debido a múltiples motivos, asegura. Entre ellos a que los servicios de salud han visto limitada la capacidad de su atención, el personal de salud fue reorientado a acciones relacionadas a la COVID-19 y también hubo temor de contagio del SARS-CoV-2 por parte de los pacientes, por lo que dejaron de ir a los nosocomios.
“Creo que un poquito más relevante del programa es que la velocidad de ingreso de personas con VIH al tratamiento ha reducido. El número que ha ingresado a recibirlo, hasta octubre, solo ha sido del 36% a comparación del mismo periodo en el 2019″.
En tanto, Marlon Castillo, de la ONG Sí, Da Vida, sostiene que desde enero hasta el 26 de noviembre de este año han recibido 321 casos de falta de medicamentos y desatención en hospitales. El 2019 la cifra fue de 117. Él hace énfasis en el hecho de aumentar el número de pruebas, pues las personas han continuado manteniendo relaciones sexuales pese a la cuarentena y por ende la transmisión no se ha detenido. “Ningún hospital estaba interesado en hacer pruebas más que de COVID-19″.
Benites, por su lado, asegura que sí ha habido una “serie de dificultades con la gestión de medicamentos a nivel global”, pues su traslado aéreo, que en su mayoría suelen venir de India y China, incluso se quintuplicó, entre otras causas. Sin embargo, enfatiza que no ha habido quiebre en el stock, por lo que sí se ha continuado brindando el tratamiento.
El vocero del Minsa agrega que lo que sí ha ocurrido es que la entrega de medicamentos no ha sido trimestral, como solía ser, sino más bien mensual. Y también cree que puede ser que el médico y paciente hayan llegado a un acuerdo para hacer modificaciones al tratamiento.
Los avances de ahora
Para mejorar la situación, Benites comenta que la apertura de centros de primer nivel de atención ha ayudado al acceso a tamizajes. También han implementado Centro de Atención y Referencia de Infecciones de Transmisión Sexual y del VIH (CERITS) y las Unidades de Atención Médica Periódica (UAMPS). Los 124 locales ya operativos están en todo el país.
Asimismo, esta semana lanzarán la aplicación Geo VIH, que permitirá que las personas puedan saber en tiempo real la ubicación del centro más cercano en donde pueden realizarse pruebas e incluso recibir tratamiento. Otra estrategia es el contact tracing. “Con las medidas de confidencialidad se identifica quiénes fueron los contactos de la persona en los últimos meses y nos aproximamos para hacerles la prueba de forma voluntaria y así identificar más casos”.
También están reforzando la telemedicina e implementando brigadas móviles, que son grupos de profesionales que salen al campo a realizar diferentes actividades, como llevar medicamentos y brindar atención requerida.
Las cifras del VIH en el Perú y mundo
Según el doctor Benites, la meta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cobertura de tratamiento, prepandemia, para este 2020 era del 81%. Perú ha alcanzado el 80%.
También señala que este año la tasa de mortalidad por VIH en nuestro país, de acuerdo a lo monitoreado hasta octubre, es ligeramente menor a la del 2019.
Asimismo, resalta que uno de los logros más importantes es que en los últimos 10 años el Perú ha reducido la mortalidad por VIH en un 40%. “Es algo que tenemos que sostener y para ello es clave el acceso al tratamiento retroviral y que los recién diagnosticados lo reciban’'.
Situación del VIH en Perú.