Sociedad

Jefe del IGP: “Con un sistema de alarma de sismos se hubiera alertado 40 segundos antes el terremoto del 2007”

A 13 años del catastrófico terremoto que asoló Ica y Pisco, Hernando Tavera detalla las funciones de la primera estación del Sistema de Alerta Sísmica en el Perú, a completarse a finales de 2021.

Hernando Tavera, jefe de IGP
Hernando Tavera, jefe de IGP

Eran las 6.40 p. m. del 15 de agosto de 2007, hace 13 años, cuando un sismo de 8.0 en potencia de magnitud sacudió las costas del centro del Perú, a 40 kilómetros al oeste de Pisco y a 160 kilómetros al suroeste de Lima. Su hipocentro estuvo ubicado a 12 kilómetros de profundidad, mientras que su magnitud fue de 7,9 en la escala sismológica del momento. Gritos y llantos de cientos de personas se escucharon desde las provincias de Pisco, Ica, Chincha, Cañete, Yauyos, Huaytará y Castrovirreyna. Durante los 3 minutos con 30 segundos que duró el movimiento telúrico, se vieron caer, cual torre de naipes, decenas de casas de adobe y material noble del distrito chinchano de Tambo de Mora.

Como en un parpadeo de ojos, las viviendas ya estaban enterradas a 2,1 metros. Más al sur de la provincia, en la Reserva Nacional de Paracas, entre una inmensa humareda, se veía cómo se desplomaba la cúpula y el arco de La Catedral, la formación más rocosa de la emblemática localidad.

En Ica, se vio colapsada una parte de la iglesia Señor de Luren y del colegio deportivo de la ciudad. Peor suerte se llevaron las iglesias San Francisco de Asís, de San José y la Capilla del antiguo Hospital del Socorro. Y si de recintos religiosos hablamos, también sufrió la de San Clemente y de la Compañía, en Pisco. La capital del Perú también sintió los embates: edificios como el del Ministerio de Trabajo, el Alzamora Valdez y el Palacio Legislativo registraron daños estructurales.

Jefe del IGP: “Con un sistema de alarma de sismos se hubiera alertado 40 segundos antes el terremoto del 2007”

Jefe del IGP: “Con un sistema de alarma de sismos se hubiera alertado 40 segundos antes el terremoto del 2007”

Luego del gran susto, las réplicas no menguaron: fueron numerosas durante lo que quedaba de la noche, mientras que, al día siguiente, a las 12:16 p. m., se sintió la más intensa, con una magnitud de 6.2 ML. En las primeras horas desde el siniestro, los datos en nuestro país, todavía sin sincerarse, daban cuenta de 16 muertos y más de 200 heridos en zonas de Chincha Alta, Chincha Baja, Tambo de Mora y San Luis de Cañete. Pero no fue hasta el paso de los días que se esclarecieron las cifras. El terremoto dejó 597 fallecidos, 2.291 heridos, 76.000 viviendas destruidas y 431.000 personas perjudicadas.

“Si en el 2007 hubiera existido un sistema de alarma de sismos como el Sistema de Alerta Sísmica (SASPe), se hubiera alertado 40 segundos antes del terremoto de Ica”, lamenta Hernando Tavera, jefe del Instituto Geofísico del Perú (IGP). “El peruano se confunde con que sismo, temblor y terremoto son cosas distintas, pero debe entender que son lo mismo”, agrega el experto.

Esta primera estación sísmica-acelerométrica, implementada el pasado julio en el Morro Solar de Chorrillos, tiene como finalidad alertar a los ciudadanos, con varios segundos de anticipación, sobre la llegada de ondas sísmicas generadas por un gran sismo.

El proyecto, cuenta Tavera, es financiado para este año con 20 millones de soles al Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) y al IGP por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). “La primera etapa del SASPe consiste en instalar, desde Tumbes hasta Tacna, 106 sensores”, precisa Tavera, quien cuenta que en las islas San Lorenzo y Hormigas ya se ha puesto un sensor en cada una.

SASPe

SASPe

Estas estaciones estarán separadas entre 30 y 40 kilómetros de distancia, y se tiene proyectado terminarlas para finales de 2021. Para julio del mismo año, el proyecto ya estará implementado en Lima, Áncash e Ica. “Buscamos el mismo sistema que en México y en China, donde ha funcionado bien y se ha identificado que las alertas se registran a partir de los 6 grados de magnitud del sismo, pues desde ese grado ya pueden causar destrozos en construcciones de material noble”, comenta el jefe del IGP.

Mientras tanto, la estación del Morro del Solar sirve para realizar pruebas de algoritmos para disparo de alerta temprana. Los componentes del sistema se dividen en cuatro. El primero es conocer los peligros y calcular dónde podrán ocurrir los próximos terremotos, mientras que el segundo es el monitoreo vía sensores. El tercero es la alerta que INDECI generará a través de bocinas y, posteriormente, vía celular a los ciudadanos.

Por último, la misma entidad también se encargará de capacitar a la población. “El tiempo de alerta dependerá de dónde ocurra el sismo y qué tan lejos esté el área urbana del mismo”, sentencia Tavera.