Pedro Castillo no lidera su Consejo de Ministros, según actas oficiales

El silencio del presidente Pedro Castillo no solo se evidencia en sus pocas apariciones ante la prensa, sino también durante las sesiones del Consejo de Ministros, donde justamente él debería tener un rol más protagónico en la dirección de las políticas públicas del país.

Ayer, el programa ‘Punto final’, de Latina, luego de revisar las actas de las sesiones de los ministros en agosto, detalló que en las 50 páginas que corresponden a las transcripciones de estas reuniones, las intervenciones del jefe del Estado son esporádicas.

Esto evidencia que el presidente Castillo no toma iniciativa sobre las principales decisiones que adopta su gabinete ministerial. Básicamente hace un acto de presencia y permanece en silencio.

En la sesión del 4 de agosto, según las actas reveladas por este dominical, el ministro de Educación, Juan Cadillo, expuso los preocupantes índices de su sector debido a la pandemia. Cadillo, ante ello, anunció que presentaría una iniciativa para declarar en emergencia la educación del país.

El presidente Pedro Castillo escucha en silencio. No dijo nada al respecto, pese a que durante su campaña electoral prometió que su prioridad sería la educación. Castillo alegaba entonces que conocía la realidad de este sector, debido a que fue maestro en escuela rural y dirigente magisterial. Sin embargo, en aquella reunión con el gabinete no se pronunció.

Quien sí tomó la palabra fue el primer ministro Guido Bellido, recomendando que la idea de Cadillo se adecúe al discurso de Castillo del 28 de julio.

El 13 de agosto, los ministros abordaron su relación con la prensa. Los titulares de Cultura, Ciro Gálvez, y de Defensa, Walter Ayala, se muestran reacios a dialogar con los medios de comunicación. Sobre todo Gálvez, quien los acusa de distorsionar la verdad. Ayala, por su parte, sugiere convocar a una comisión de las Naciones Unidas para denunciar que existen grupos que buscan desestabilizar al Gobierno.

El premier Bellido y los ministros de Economía, Pedro Francke, y de Mujer, Anahí Durand, coincidieron en la idea de mejorar la comunicación entre la PCM y los demás sectores y los medios de comunicación.

El profesor Castillo estaba en silencio. Incluso, una semana después, la PCM dejaría de ofrecer la tradicional conferencia de prensa que brindaban los ministros luego del consejo.

El 18 de agosto, cuando había la primera crisis política por las declaraciones del excanciller Héctor Bejar contra la Marina, Bejar preguntó cuál era la política de gobierno para superar este tipo de situaciones, y el presidente de la República no dijo nada. Otra vez el silencio. Lo demás es historia conocida, antes de buscar una salida, el Gobierno prescindió de Bejar.

El 25 de agosto, el Consejo de Ministros discute qué hacer con la ley que elimina el régimen CAS, promulgada por el Congreso anterior. Se analizó la posibilidad de plantear una demanda de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.

El premier se opone, pese a que los ministros de Salud, Hernando Cevallos, y de Inclusión Social, Dina Boluarte, le piden que lo evalúe. Bellido no cedió.

En general, en estas sesiones, las intervenciones del presidente son mínimas. No hace notar su autoridad. Tampoco exige respuestas por los cuestionados nombramientos en las diversas carteras.

Aún falta que el Gobierno de Perú Libre entregue o publique las actas de setiembre. Ahí se conocerá cómo y cuándo abordaron los ministros qué hacer con los restos de Abimael Guzmán y otros temas controversiales que dominan la agenda.

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