El InformanteResaca de una audiencia. ¿Por qué son lavadores de activos PPK, su chofer y su secretaria? Sin pruebas de soborno. El tortuoso camino del Ministerio Público para encarcelar tres años al expresidente.,El caso de Pedro Pablo Kuczynski es un buen ejemplo para entender la perversión del sistema de prisiones preventivas. La historia comienza el 9 de abril. El juez Jorge Luis Chávez le impuso detención preliminar por diez días, así como a su secretaria, Gloria Kisic, y a su chofer, José Luis Bernaola. La pidió el fiscal Domingo Pérez. Es una medida excepcionalísima, que la decide un juez en privado, cuando el Ministerio Público teme que su investigación corre riesgo inminente. El Código Procesal Penal la avala cuando existe “cierta posibilidad de fuga”, además de “razones plausibles” para presumir un delito. Como es obvio requiere alto criterio del fiscal. O del juez, a falta de lo primero. Múltiples voces ecuánimes reaccionaron adversamente cuando se conoció la noticia. Lo que se dijo Fue una solicitud con segunda intención. A los pocos días, cuando se iba a discutir la apelación en público, el fiscal Hernán Mendoza pidió suspender el acto porque se acababa de presentar un pedido de prisión preventiva contra todos los imputados. Correspondía entonces, dijo, discutir en otra audiencia esta medida más gravosa y ya no la anterior. El abogado de Kisic, José Ugaz –defensor conocido de los fiscales del caso Lava Jato– respondió que ello reflejaba una “mala fe procesal” del Ministerio Público. PUEDES VER Interrogatorio a Jorge Barata EN VIVO: Últimas noticias sobre el caso Odebrecht La Primera Sala Penal de Apelaciones, presidida por Juan Guillermo Piscoya, desechó el pedido de Mendoza y prosiguió con el debate de la apelación. Al final mantuvo la prisión preliminar de PPK y dejó en libertad a la secretaria y el chofer. En la siguiente semana el juez Jorge Luis Chávez consideró el pedido de prisión preventiva de 36 meses formulado por el fiscal Domingo Pérez. El resultado, adverso para PPK, nuevamente suscitó reprobaciones, pero principalmente porque tiene 80 años y está enfermo. Pocos conocen en detalle lo que se dijo y contradijo durante tres días de audiencias. TV Justicia, el órgano del Poder Judicial, transmitió en vivo el alegato del fiscal, pero no los de los abogados defensores. Cambio de delito El caso de corrupción de PPK ha sido bastante discutido en 2017, durante el proceso que terminó en su destitución. Tenía una empresa, Westfield Capital, que cuando integró el gabinete de Alejandro Toledo era manejada por su socio chileno, Gerardo Sepúlveda. En este período la compañía contrató con Odebrecht para asesorarla en los proyectos que el gobierno le entregaría en concesión, dos tramos de la Interoceánica Sur y el trasvase del proyecto Olmos. Cuando dejó el gobierno PPK prestó algunos servicios a Odebrecht. Probablemente una investigación demuestre que incurrió al menos en el delito de negociación incompatible, que tiene una pena de tres a seis años de prisión. Pero esa no es la tesis de Domingo Pérez. PUEDES VER Suspenden audiencia de apelación de detención preliminar contra Nava y Atala El fiscal sostiene que PPK, quien dirigió el MEF entre 2001 y 2002, y fue Primer Ministro entre 2004 y 2005, fue el operador del acuerdo colusorio entre Toledo y Odebrecht para que esta ganara la licitación de la Interoceánica. Y que lo hizo porque también fue sobornado. En su acuerdo con el Ministerio Público, sin embargo, la empresa solo admite sobornos a Toledo respecto de la Interoceánica Sur, y niega pagos ilícitos en Olmos. De modo que el fiscal no ha podido imputar colusión a PPK. Lo acusa de lavar dinero mediante una organización criminal. Las corazonadas A diferencia de la primera medida cautelar solicitada por Domingo Pérez, la prisión preventiva requiere de “graves y fundados elementos de convicción” para ser concedida. ¿De qué manera, pues, habría lavado activos PPK? El requerimiento fiscal muestra una serie de transferencias bancarias: de Odebrecht y de los proyectos IIRSA y Olmos a Westfield Capital, que tenía una cuenta en el banco Wachovia, de la que a su vez regresaban fondos a una cuenta mancomunada que PPK tenía con su secretaria Gloria Kisic en el BCP. De esta cuenta salió dinero para diversos pagos que haría el chofer José Luis Bernaola. Con un sobregiro del BCP, PPK compra una casa en San Isidro y la pone a nombre de una off shore. Luego peruaniza la empresa. Fueron mostrados quince cuadros con transferencias por más de un millón de dólares, entre 2004 y 2007, hechas por PPK a los miembros de su banda local: su secretaria y el chofer. Pudieran ser, en efecto, lavado de activos en las modalidades de conversión, transferencia y ocultamiento, como sostiene la fiscalía. Pero esta no presentó alguna pericia que indicara operaciones sospechosas. –Son corazonadas del fiscal –dijo, repetidamente, el abogado de PPK, César Nakazaki. PUEDES VER Lava Jato: esta es la agenda de los interrogatorios a Jorge Barata en Brasil Lo peor… Considerando que Odebrecht no refiere sobornos para PPK de su Caja 2, las exigencias de presunción de lavado de activos deberían haber estado a la altura de lo que exige la ley: un nivel de convicción previo al de una sentencia condenatoria. Al chofer y a la secretaria el juez también los considera lavadores de activos sin dedicar una línea para justificar cómo ellos, desde su condición y limitaciones, conocían los supuestos acuerdos colusorios de Westfield Capital. En la audiencia fue demostrado que el dinero que recibieron en sus cuentas era enviado por PPK para sus necesidades prácticas como empleador. Kisic y Bernaola quedaron en libertad porque el juez consideró que no representaban un peligro procesal. En cambio reclamó que PPK no haya entregado los datos de una contadora, o que en vez de enviar una información solicitada, haya pedido ser citado para tal efecto, conductas ambas a las que tenía derecho. El peligro procesal que se le atribuye es la parte más penosa de la sentencia. Una última mirada al resultado deja la convicción de que el juez mantuvo a la secretaria y al chofer como presuntos lavadores de dinero precisamente para que PPK siguiera preso. Pues, sin ellos en la colada, ¿de qué organización criminal estaría hablando Domingo Pérez?