"El informe de la comisión concluyó que Siragusa le entregó en efectivo US$ 200 mil a García en Palacio de Gobierno, y que depositó otros US$ 840 mil en las cuentas abiertas en el Barclay’s Bank de Grand Cayman".,Cuánta verdad contiene el dicho “Gallina que come huevo, aunque le quemen el pico”. El italiano Sergio Siragusa Mule fue asesor de Tralima, el consorcio que ganó la licitación para la construcción del tren eléctrico, en el primer gobierno de Alan García Pérez. En septiembre de 1989, durante la visita oficial del entonces mandatario a Roma, García pidió que Siragusa lo acompañara en su vehículo oficial. Según el relato de Siragusa a la comisión investigadora del Congreso que presidió el fujimorista Andrés Reggiardo: Durante el trayecto, el doctor García Pérez, sin mayores preámbulos, me hizo entrever que además del aspecto social del proyecto, existía un problema de ‘contribuciones’ no solucionado hasta ese momento (...), debido quizás a la ‘falta de coordinación’. Me ‘invitó’, por tanto, a informar quién debía resolver el asunto pendiente, reservándose a su regreso a Lima el proporcionarme los detalles necesarios. En previsión de que la materialización de las remesas solicitadas tomaran tiempo, en tono y términos decididos, me exigió que a su regreso a Lima pudiera ya tener a su disposición una primera cifra no inferior a US$ 500 mil, suma que era necesaria, según me dijo, en vista de la campaña para las elecciones municipales de 1989. Lo solicitado fue atendido parcialmente (US$ 200 mil), antes de fin de septiembre, autorizado por Roma en forma excepcional”. En otra ocasión García convocó a Siragusa y le dijo: “Una vez solos me entregó dos trozos de papel con números e instrucciones de dos bancos. Y en tono gracioso me dijo que él no podía recibir menos que Bettino (Craxi, el ex primer ministro italiano)”. El informe de la comisión concluyó que Siragusa le entregó en efectivo US$ 200 mil a García en Palacio de Gobierno, y que depositó otros US$ 840 mil en las cuentas abiertas en el Barclay’s Bank de Grand Cayman, que las manejaba su gran amigo y cómplice, el empresario Alfredo Zanatti Tavolara, a quien había beneficiado con el suministro de US$ 25 millones subsidiados (dólar MUC). La comisión investigadora interrogó a otros funcionarios que confirmaron las reuniones de García con Siragusa en Lima y en Roma. Y con directivos de Tralima en Italia, quienes ratificaron que pagaron las contribuciones. Explicaron que los desembolsos no lo hicieron directamente a las cuentas que García le había señalado a Siragusa. Para satisfacer los requerimientos del entonces mandatario peruano, pagaron las coimas a PROCRE, la empresa que Sergio Siragusa había constituido en Lima. El dinero fue transferido por Tralima a las cuentas de Siragusa en el Banque Sudameris en Miami, como pago por “asesorías” y Siragusa a su vez derivó los montos requeridos por García al Barclay’s Bank. Fue una triangulación perfecta, tan perfecta que se parece mucho a la que aplicó Odebrecht para pagar al expresidente US$ 100 mil por una asesoría, por intermedio del estudio de abogados de José Américo Spinola, encargado del trabajo sucio de la constructora brasileña, según su propia confesión. Aunque le quemen el pico.