El periodismo es kriptonita para Fuerza Popular.,El ampay a la congresista Úrsula Letona diciendo que los proyectos de reforma constitucional son una “porquería” no debería sorprender a nadie pues su opinión en el tema es tan conocida como su chabacanería. Pero lo que nunca dejará de sorprender es la invicta vocación del fujimorismo, desde su fundación, contra la libertad de expresión. Eso repite Keiko Fujimori cada día para justificar su aprobación decreciente en las encuestas con dirección a un dígito, diciendo que la culpa es de una campaña periodística contra ella. Y han vuelto a sacar el argumento porque, anteayer, un fotógrafo del diario Perú.21 registró una conversación en el whatsapp fujimorista ‘La Botica’ de Letona donde Luz Salgado le pregunta por qué aplauden y ella responde porque “han reculado y admitido que podemos cambiar los proyectos que son una porquería”. Letona exclamó “basta de acosarnos”, y Salgado reclamó que “algunos periodistas abusan de la libertad que tienen en el Congreso, la libertad de prensa se respeta, pero lo que no se puede permitir es el libertinaje”, advirtiendo de una supuesta violación de la privacidad de su colega. Lo curioso es que Salgado se quejé de una invasión de la intimidad cuando ella no solo pertenece al comando del ‘Mamani team’ de operaciones especiales, sino que, en los noventa, acomodaba el florero en la salita del SIN en que se grababan los vladiaudios, algo que, sin embargo, el país se lo debe agradecer pues fue material clave para encarcelar a sus jefes Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori. La privacidad y la intimidad de todas las personas deben ser respetadas por el periodismo, pero hay excepciones cuando se trata de un asunto de interés público y, especialmente, si ocurre entre personas públicas. Es decir, cuando lo revelado tiene relevancia para el ciudadano. Como es evidente, la definición de si un hecho es de interés público es un asunto en el que caben diferencias de opinión entre medios y periodistas. Esta columna cree que una conversación en el chat de una parlamentaria sobre la reforma constitucional que revela cómo se decide en FP es de interés público y, por tanto, que su divulgación es legítima. Pero eso lo decide cada medio y no una política como Letona que quiere decidir qué es noticia y qué no, en línea con la antigua manera de pensar de un fujimorismo que siempre ha creído que la libertad de expresión es kriptonita para sus intereses. Si ella cree que se ha cometido un delito, que vaya al juez, pero que no le meta miedo a los periodistas